ೀDe nuevo

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˚ ༘ ೀ⋆。˚

Hyunjin observaba atentamente el cuaderno de matemáticas abierto frente a él, pero por más que intentaba concentrarse en las ecuaciones, su mente se negaba a cooperar. Estaba sentado en el salón de estudio de la casa de Yongbok, con su tutor personal -y más grande distracción- justo a su lado.

Desde que Hyunjin había llegado esa tarde, los momentos de cercanía con Yongbok habían sido más intensos de lo que podía soportar. Todo lo que intentaba leer o resolver desaparecía en el aire cuando sentía el leve roce del brazo de Yongbok contra el suyo o cuando su tutor se inclinaba hacia él para explicarle algo, acercando su rostro peligrosamente. Demasiado cerca.

-Hyunjin, estás distraído otra vez -la voz suave pero firme de Yongbok lo sacó de su ensoñación.

Hyunjin parpadeó, intentando concentrarse en lo que tenía frente a él. Miró la ecuación escrita en el cuaderno y luego a Yongbok, que lo observaba con una mezcla de paciencia y algo que Hyunjin no lograba descifrar. La mirada de Yongbok, siempre tan tranquila, parecía más profunda esa tarde. ¿O era su imaginación?

-Lo siento... es que no entiendo nada -dijo Hyunjin, frotándose el puente de la nariz en un intento de justificar su falta de concentración.

Yongbok suspiró y se acercó más, señalando el problema en el cuaderno.

-Mira, es más sencillo de lo que parece. Solo tienes que despejar esta variable y...

Las palabras de Yongbok se desvanecieron cuando Hyunjin sintió el calor de su aliento rozando su mejilla. Su corazón comenzó a latir desbocado, como si quisiera escapar de su pecho. ¿Cómo se suponía que iba a concentrarse en matemáticas con Yongbok tan cerca?

Intentó concentrarse en la ecuación, pero todo lo que podía pensar era en la proximidad de Yongbok. Sus ojos se desviaron hacia el perfil de su tutor, notando los pequeños detalles: las pestañas largas, la curva de su nariz, sus pecas, los labios que se movían mientras hablaba. Por un momento, deseó poder detener el tiempo y quedarse ahí, en ese instante, con Yongbok a su lado.

-¿Me estás escuchando, Hyunjin? -La voz de Yongbok sonaba más cerca de lo que esperaba.

Hyunjin se sobresaltó al darse cuenta de que había estado mirando a Yongbok más de lo necesario. Se sonrojó instantáneamente, apartando la mirada.

-Sí... sí, lo siento -balbuceó, sintiéndose como un idiota. Claro que no estaba escuchando, su mente estaba demasiado ocupada procesando la presencia de Yongbok.

Yongbok rio suavemente, y Hyunjin sintió el familiar cosquilleo en el estómago que siempre aparecía cuando lo escuchaba reír. Era como si cada pequeño gesto, cada palabra, cada mirada de Yongbok lograra atraparlo más profundamente. Y Hyunjin no sabía cómo manejarlo.

El ambiente en la habitación se volvió incómodo cuando ambos se quedaron en silencio. Yongbok siguió mirando el cuaderno, pero Hyunjin sabía que algo había cambiado en el aire. Había algo más en esos silencios compartidos, algo no dicho que flotaba entre ellos.

Entonces, ocurrió de nuevo. Cuando Yongbok se inclinó un poco más cerca para anotar algo en el cuaderno, su mano rozó la de Hyunjin, un contacto breve, casi accidental. Pero en lugar de apartarse de inmediato, ambos permanecieron congelados, las manos aún tocándose. Hyunjin contuvo la respiración. El simple contacto hizo que un escalofrío recorriera su columna.

-Perdón, fue sin querer -murmuró Yongbok, retirando la mano rápidamente, aunque su voz sonaba extrañamente tensa.

-No pasa nada -respondió Hyunjin, intentando sonar casual, pero su voz traicionaba el nerviosismo que sentía.

El silencio que siguió fue más pesado de lo que debería ser. Hyunjin podía sentir el latido acelerado de su corazón y se preguntó si Yongbok también lo escuchaba. Quería decir algo, cualquier cosa, pero no encontraba las palabras. Solo podía pensar en lo cerca que habían estado, en lo fácil que había sido quedarse ahí, congelado en ese pequeño momento de conexión.

Durante el resto de la sesión de estudio, los pequeños acercamientos continuaron, aunque ninguno de los dos los mencionaba. Cada vez que sus brazos o manos se rozaban por accidente, ambos se tensaban, pero nadie se apartaba del todo. Era como si un juego tácito se hubiera instalado entre ellos, uno en el que cada pequeño contacto era una prueba, un desafío.

Finalmente, cuando la sesión de estudio terminó, Hyunjin se levantó de su asiento, sintiendo que necesitaba aire. Todo el día había sido un torbellino de emociones contenidas, y sentía que estaba a punto de estallar.

-Creo que eso es suficiente por hoy -dijo, con una sonrisa tensa-. Gracias por ayudarme.

Yongbok lo miró fijamente por un largo momento, y por primera vez en mucho tiempo, Hyunjin sintió que podía ver algo diferente en sus ojos. Había algo ahí, una chispa, una tensión. ¿Era posible que Yongbok también lo sintiera? ¿O solo era su propia imaginación jugando con él?

-De nada, Flor -respondió Yongbok con una sonrisa suave, usando el apodo que había nacido entre ellos. Esa simple palabra, "Flor", cargaba más significado del que debería, como si fuera un recordatorio constante de todo lo que Hyunjin intentaba ocultar.

Hyunjin se quedó en su lugar, sintiendo la necesidad de decir algo más, de hacer algo más. Pero el miedo lo retenía. No quería arruinar lo que tenían, no quería que todo se volviera incómodo. Y sobre todo, no quería que Yongbok lo rechazara.

Y entonces, antes de que pudiera reaccionar, Yongbok dio un paso hacia él. Estaban tan cerca que Hyunjin podía sentir el calor del cuerpo de Yongbok, la familiar fragancia de su colonia llenando el aire entre ellos. El espacio entre ellos se redujo a casi nada, y por un momento, Hyunjin pensó que quizás, solo quizás, iba a suceder. Tal vez esta vez se atrevería a cruzar esa línea invisible que los había separado durante tanto tiempo.

Pero antes de que pudiera suceder algo más, una voz se escuchó desde el pasillo.

-¡Hyunjin! -La voz de Sullyoon los interrumpió, llena de energía-. ¡Ven a jugar conmigo!

Hyunjin se separó de golpe, como si la voz de Sullyoon hubiera roto el hechizo que los había envuelto. Yongbok dio un paso atrás, apartando la mirada rápidamente, su expresión cambiando a una sonrisa más tranquila.

-Creo que mi hermana te quiere robar por un rato -dijo con una sonrisa forzada, aunque su voz sonaba nerviosa.

Hyunjin asintió, sintiéndose aliviado y frustrado al mismo tiempo. Sabía que esos momentos de tensión entre ellos no iban a desaparecer. Estaban ahí, latentes, esperando a que uno de los dos diera el primer paso.

Pero por ahora, eso no sucedería.

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𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮  •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora