ೀ Malentendido..?

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Hyunjin estaba sentado en el sillón de la sala, viendo el televisor sin realmente prestar atención a lo que sucedía en la pantalla. Su mente no podía dejar de divagar en todo lo que había pasado entre él y Yongbok en las últimas semanas. Todo se sentía tan confuso, tan intenso, que a veces se preguntaba si no estaba simplemente imaginando cosas.

Se removió en su lugar, incómodo con sus propios pensamientos, cuando escuchó la puerta principal abrirse. Miyeon entró primero, seguida de nada menos que Yongbok. Hyunjin sintió una mezcla de sorpresa y nerviosismo al verlo, sus latidos acelerándose de inmediato.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, intentando sonar casual, pero fallando miserablemente. No esperaba verlo tan pronto después de lo ocurrido.

Yongbok sonrió tímidamente, pero antes de que pudiera responder, Miyeon intervino.

—Le dije que viniera —explicó ella, con la misma naturalidad de siempre—. Pensé que podríamos pasar tiempo todos juntos, como antes. Hace tiempo que no hacemos algo así, ¿no?

Hyunjin miró a su hermana, tratando de leer en su expresión si había algún motivo oculto. Algo en la forma en que Miyeon lo miraba le decía que estaba tramando algo, pero no podía adivinar qué.

—Ah, claro… suena bien —dijo Hyunjin, aunque su voz traicionaba la incomodidad que sentía por la presencia de Yongbok. Solo hacía que sus pensamientos y emociones fueran aún más caóticos.

Miyeon, siempre perceptiva, no dejó que el ambiente tenso durara mucho. —Bueno, entonces, ¿qué te parece si pedimos comida? —sugirió, sonriendo a ambos como si nada extraño estuviera sucediendo—. Estoy muriendo de hambre.

—Me parece perfecto —dijo Yongbok, sentándose en el sofá junto a Hyunjin, aunque mantuvo una distancia prudente.

Hyunjin trató de no reaccionar, pero no pudo evitar sentirse consciente de cada pequeño movimiento que hacía Yongbok. Lo notaba todo: cómo se sentaba, cómo miraba la pantalla con una expresión tranquila, cómo sus dedos se entrelazaban nerviosamente sobre su regazo. ¿Estaba nervioso también?

Miyeon, mientras tanto, estaba ocupada con su teléfono, buscando qué pedir. Pero Hyunjin sabía que su hermana estaba demasiado tranquila. Había algo más detrás de todo esto, algo que no le estaba contando.

—¿Qué tal ramen? —preguntó Miyeon, sin levantar la vista del teléfono.

—Está bien —dijeron ambos al mismo tiempo, lo que provocó una risa suave de Miyeon.

—Vaya, ¿ves, Hyunjin? Tú y Yongbok siguen sincronizados, como siempre. —Su tono era casual, pero Hyunjin notó la insinuación.

Hyunjin intentó reírse, pero salió más como un carraspeo incómodo. Las palabras de Miyeon resonaban en su mente. "¿Sincronizados?" Se preguntaba si ella sabía más de lo que decía, si tal vez había percibido algo entre ellos que ni siquiera él mismo terminaba de entender.

Miyeon desapareció un momento para terminar de hacer el pedido, dejándolos a los dos solos en la sala. El silencio se instaló entre ellos, tenso, denso. Hyunjin intentó pensar en algo que decir, pero cada vez que abría la boca, las palabras se quedaban atascadas.

—Hyunjin… —comenzó Yongbok, rompiendo finalmente el silencio.

—¿Sí? —respondió rápidamente, demasiado rápido, como si hubiera estado esperando que hablara.

—Sobre lo que pasó el otro día… —Yongbok no terminó la frase, pero Hyunjin sabía exactamente a qué se refería.

Su corazón se aceleró de nuevo, y el nerviosismo lo invadió por completo. No quería hablar de eso, no ahora, no aquí, no cuando Miyeon podía regresar en cualquier momento.

—No tienes que decir nada —dijo apresuradamente Hyunjin, levantando una mano como para detenerlo—. Fue solo… un malentendido, ¿no?

Yongbok lo miró, sus ojos mostrando una mezcla de sorpresa y algo más que Hyunjin no pudo identificar. Hubo un largo silencio entre ambos, y Hyunjin sintió como si el aire a su alrededor se hiciera más pesado.

—¿Un malentendido? —repitió Yongbok en voz baja, como si estuviera probando esas palabras. Había una ligera tristeza en su tono, pero Hyunjin no supo si lo estaba imaginando.

Hyunjin asintió, sin atreverse a mirarlo directamente. —Sí, eso fue todo.

Antes de que Yongbok pudiera responder, Miyeon volvió a la sala con una sonrisa en el rostro, cortando la conversación abruptamente.

—¡Listo, la comida ya está en camino! —anunció alegremente, sin notar la tensión entre ellos, o fingiendo no hacerlo—. Mientras esperamos, ¿por qué no jugamos algo?

Hyunjin suspiró internamente, agradecido por la distracción. Yongbok, sin embargo, seguía callado, y Hyunjin podía sentir que había algo que no se había dicho entre ellos. Algo que aún colgaba en el aire, esperando el momento adecuado para salir a la luz.

Miyeon lanzó una mirada rápida a ambos, pero no dijo nada. Ella sabía más de lo que dejaba ver, y aunque Hyunjin no podía leer del todo sus intenciones, estaba claro que había traído a Yongbok a su casa por un motivo.

—Vamos, vamos —insistió Miyeon, alzando una baraja de cartas—. Será como los viejos tiempos.

Hyunjin forzó una sonrisa mientras se preparaban para jugar, pero no podía sacudirse la sensación de que, en algún momento, todo explotaría entre él y Yongbok.

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𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮  •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷/𝓗𝔂𝓾𝓷𝓵𝓲𝔁 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora