˚ ༘ ೀ⋆。˚Era sábado por la tarde y el cielo comenzaba a nublarse cuando Hyunjin se encontraba caminando hacia la casa de Yongbok. Después de varias sesiones de estudio en su casa, Yongbok había sugerido que esta vez fuera Hyunjin quien lo visitara. "Será bueno cambiar de escenario", había dicho, y aunque Hyunjin había aceptado sin dudar, ahora no estaba tan seguro de haber tomado la mejor decisión.
Con cada paso que daba, el nudo en su estómago se hacía más grande. Estar en la casa de Yongbok, en su propio espacio, donde todo era tan personal y cercano, hacía que Hyunjin se sintiera aún más vulnerable. "¿Qué me pasa? Solo es una tarde de estudio", se repetía a sí mismo una y otra vez, pero no lograba calmarse. No era solo una tarde cualquiera; nada era normal cuando se trataba de Yongbok.
Al llegar, se quedó un momento frente a la puerta, tomando una profunda bocanada de aire antes de tocar el timbre. No pasaron ni dos segundos antes de que la puerta se abriera de golpe y la sonrisa luminosa de Yongbok lo recibiera.
-¡Hyunjin! Justo a tiempo. Pasa, no seas tímido.
Hyunjin le devolvió la sonrisa, aunque sentía que le costaba mantenerla natural. Entró en la casa y observó los detalles mientras se quitaba los zapatos. La casa de Yongbok era cálida y acogedora, con decoraciones sencillas pero llenas de vida. En una esquina, vio una pequeña estantería con trofeos de competencias de matemáticas, recordatorios de lo talentoso que era su tutor. "Claro que es bueno en todo", pensó Hyunjin, sintiéndose pequeño por un momento.
-Mi hermano está fuera con amigos, y Sullyoon está en su habitación. Tenemos la casa prácticamente para nosotros solos -dijo Yongbok mientras lo guiaba hacia el comedor-. Pensé que podríamos estudiar aquí, pero si prefieres, podemos ir a mi habitación.
El corazón de Hyunjin dio un vuelco con esa última sugerencia. Estar en la habitación de Yongbok parecía demasiado íntimo, así que se apresuró a responder.
-Aquí está bien. El comedor se ve cómodo.
Yongbok asintió, sin notar la incomodidad de Hyunjin. Se sentó a la mesa y comenzó a sacar los libros de matemáticas, dispuesto a empezar. Hyunjin se unió a él, pero la cercanía y la tranquilidad del lugar lo ponían nervioso. Había algo en estar en la casa de Yongbok que hacía que todo se sintiera más real, como si las paredes conocieran secretos que él todavía no se atrevía a desvelar.
La primera media hora pasó sin incidentes. Yongbok explicaba pacientemente las ecuaciones, pero Hyunjin no lograba concentrarse. Su mente estaba ocupada en otra cosa. Cada vez que Yongbok se inclinaba para escribir algo en su cuaderno, su brazo rozaba el de Hyunjin, y eso bastaba para que el pulso de Hyunjin se acelerara. La familiaridad con la que Yongbok lo trataba solo hacía que su confusión y miedo crecieran. Era como si las barreras que había construido en su mente empezaran a desmoronarse lentamente.
En un momento, Yongbok lo sorprendió con una pregunta que no tenía nada que ver con matemáticas.
-Oye, Hyunjin, ¿te gustaría quedarte a cenar después de estudiar? Mi hermano va a preparar algo rico cuando regrese.
Hyunjin levantó la vista, algo desconcertado por el cambio de tema. -¿Eh? Oh, claro, si no es molestia...
-No lo es. Te llevas bien con Minho, ¿verdad? -Yongbok sonrió, pero luego su expresión cambió, volviéndose más seria-. Además, creo que necesitamos un descanso. No quiero que te agobies tanto.
Hyunjin sintió el calor subiendo a sus mejillas. -No me agobio, estoy bien.
Yongbok apoyó la barbilla en una mano, mirándolo con una mezcla de preocupación y curiosidad. -No sé, Hyunjin. Siento que últimamente estás en otra parte. ¿Estás bien de verdad? Puedes confiar en mí.
Ese tono, tan lleno de sinceridad, hizo que el corazón de Hyunjin se encogiera. Era la segunda vez que Yongbok lo confrontaba de esa manera, y aunque deseaba decirle que todo estaba bien, sabía que no podía seguir mintiendo para siempre. Pero tampoco podía contarle la verdad. ¿Qué pasaría si lo hacía? ¿Cómo reaccionaría Yongbok si supiera que Hyunjin estaba sintiendo algo mucho más profundo que simple admiración?
-Solo... estoy estresado por los exámenes -mintió de nuevo, sintiendo una punzada de culpa en el pecho.
Yongbok asintió lentamente, aunque era evidente que no estaba convencido. -Bueno, si necesitas más ayuda, sabes que siempre estoy aquí. Lo importante es que no te agobies. Las matemáticas no lo son todo, ¿sabes?
Hyunjin asintió, aunque no podía concentrarse en la conversación. Sus ojos estaban fijos en los labios de Yongbok, moviéndose mientras hablaba, y eso solo lo ponía más nervioso. "Debería parar. No debería mirarlo así", se reprendió, pero era imposible controlar la dirección de sus pensamientos.
Un rato después, tras resolver un par de problemas que Hyunjin apenas entendió, Yongbok se levantó de la mesa y se estiró.
-¿Sabes qué? Vamos a hacer una pausa. Te mostraré algo -dijo con entusiasmo, como si de repente hubiera tenido una idea brillante.
Hyunjin lo miró con curiosidad mientras Yongbok lo llevaba por el pasillo hasta su habitación. El corazón de Hyunjin latía con fuerza. Estar en el espacio más personal de Yongbok se sentía demasiado íntimo, demasiado revelador, pero no se atrevió a decir que no.
La habitación de Yongbok era tan ordenada como él mismo, con una cama perfectamente hecha, una guitarra apoyada en la esquina y un escritorio lleno de libros y cuadernos. Sin embargo, lo que llamó la atención de Hyunjin fue la pared frente a la cama, llena de fotos y recuerdos. En muchas de ellas, aparecía Yongbok riendo con amigos, y en otras, con su familia. Pero lo que más sorprendió a Hyunjin fue ver varias fotos en las que él mismo aparecía.
-¿Te acuerdas de esta? -preguntó Yongbok, señalando una foto donde ambos estaban en la playa, hace un par de veranos.
Hyunjin asintió, sonriendo al recordar ese día. Había sido una tarde despreocupada, con risas y bromas bajo el sol. Pero ahora, mirar esa foto le producía una mezcla de nostalgia y algo más que no sabía cómo describir. El Hyunjin de ese entonces no tenía idea de lo que terminaría sintiendo por Yongbok.
-Pensé que te gustaría verlas. Eres una parte importante de mi vida, Hyunjin -dijo Yongbok, con una sonrisa suave-. Aunque últimamente parece que te alejas un poco de mí.
Esas palabras cayeron sobre Hyunjin como una carga imposible de soportar. Sabía que Yongbok no lo decía con malas intenciones, pero cada vez era más difícil esconder lo que realmente le pasaba. Lo que sentía por él se estaba volviendo insoportable.
-No es eso... -Hyunjin apenas pudo decir, con la voz temblorosa.
Yongbok se acercó, mirándolo fijamente, como si esperara una explicación. La tensión en el aire era palpable, y Hyunjin sentía que su pecho estaba a punto de explotar. ¿Debería decir algo? ¿Debería confesarle lo que sentía? Pero el miedo lo retenía. ¿Cómo podría arriesgarse a perderlo todo?
-Solo... he estado confundido -murmuró finalmente, incapaz de sostener la mirada de Yongbok.
Yongbok lo observó en silencio por un momento, como si tratara de descifrar sus palabras. Finalmente, sonrió suavemente y le dio una palmadita en el hombro.
-No te preocupes. Ya hablaremos cuando te sientas listo. Ahora volvamos a las matemáticas antes de que mi hermano regrese y nos haga salir corriendo para la cena.
Hyunjin asintió, sintiendo una mezcla de alivio y frustración. No estaba listo para hablar de lo que realmente sentía, pero al menos Yongbok no lo había presionado. Por ahora, eso era lo único que podía manejar.
˚ ༘ ೀ⋆。˚
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𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮 •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷 •
Fanfictionᝰ.ᐟ Hyunjin en su desesperación de conseguir a alguien que le ayude a poder subir sus notas en matemáticas, necesitara la ayuda del mejor amigo de su hermana, quien es un total destacado en matemáticas. ¿Que pasará cuando las fórmulas de álgebra qu...