ೀ Secreto

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El sol comenzaba a filtrarse a través de las cortinas de la casa, llenando el lugar de una calidez que anunciaba un nuevo día. En la sala de estar, Hyunjin y Yongbok estaban sentados juntos en el sofá, fingiendo concentrarse en un programa de televisión, pero ambos sabían que la verdadera razón de su proximidad no tenía nada que ver con lo que pasaba en la pantalla. Los últimos días habían sido extraños, llenos de un nuevo tipo de cercanía que ambos reconocían pero aún no se atrevían a nombrar. Lo que antes había sido una amistad cómoda, ahora se sentía diferente, como si cada gesto, cada roce de sus manos, estuviera cargado de algo más.

-¿Quieres más jugo? -preguntó Yongbok en un tono despreocupado, levantándose lentamente del sofá. Sin embargo, mientras pasaba junto a Hyunjin, su mano se deslizó suavemente por el hombro de este, un gesto sutil pero lleno de cariño.

Hyunjin sonrió de manera involuntaria, sintiendo el ligero temblor en su estómago, y negó con la cabeza.

-No, gracias -respondió, su voz un poco más suave de lo habitual.

Cuando Yongbok volvió, no se sentó en el otro extremo del sofá como solía hacerlo antes. Esta vez se dejó caer a su lado, su brazo rozando el de Hyunjin de manera casual, como si fuera lo más natural del mundo. Hyunjin sintió cómo su corazón latía más rápido, pero no se apartó. De hecho, dejó que su propia mano se posara suavemente sobre la pierna de Yongbok, casi sin pensarlo.

Aquel pequeño gesto no pasó desapercibido.

-¿Qué están haciendo? -preguntó Sullyoon desde el marco de la puerta, su mirada curiosa e inocente, aunque claramente perceptiva para alguien de su edad. Con su peluche de Chococat bajo el brazo, Sullyoon observaba a los dos jóvenes desde su posición con una sonrisa pícara que no podía ocultar.

Hyunjin y Yongbok se separaron al instante, como si hubieran sido sorprendidos haciendo algo prohibido. Hyunjin sintió cómo el calor subía a sus mejillas, mientras que Yongbok simplemente soltó una pequeña risa nerviosa.

-Nada, Sully -dijo Hyunjin rápidamente-. Solo viendo un poco de televisión.

Sullyoon se acercó a ellos, con una mirada astuta que no correspondía a la de una niña de seis años. Abrazó a su peluche y se plantó frente a ellos, como si estuviera evaluando la situación.

-Flor y Mariposa están siendo muy cariñosos últimamente -dijo con una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con picardía.

Hyunjin se tensó al escuchar los apodos, esos nombres que Sullyoon les había dado de manera inocente pero que ahora parecían tener un significado mucho más profundo. Yongbok, sin embargo, parecía relajado, como si no hubiera nada de qué preocuparse.

-¿Qué te hace pensar eso, Bonita? -preguntó Yongbok con una risa juguetona, llamándola por el apodo que Hyunjin había creado para ella.

-Los vi agarrándose de las manos ayer -dijo Sullyoon sin rodeos, mirándolos con una expresión de saber más de lo que estaba diciendo-. Y Hyunie-Oppa se pone muy rojo cada vez que la Mariposa se le acerca.

Hyunjin se llevó una mano a la cara, como si de alguna manera eso pudiera ocultar el evidente sonrojo que Sullyoon acababa de señalar. Se sentía expuesto, pero también era imposible no sonreír ante la manera tan adorable en que la pequeña Sullyoon lo estaba descubriendo todo.

Yongbok soltó una carcajada ligera, sin ningún rastro de incomodidad.

-¿Es cierto eso, Hyunie-Oppa? -preguntó, inclinándose hacia Hyunjin, claramente disfrutando del momento.

-Cállate -murmuró Hyunjin, empujándolo suavemente, aunque sin dejar de sonreír.

Sullyoon se trepó al sofá, acomodándose entre ellos, interrumpiendo cualquier posibilidad de seguir con aquella conversación incómoda.

-Me gustan ustedes dos juntos -dijo Sullyoon mientras abrazaba a Chococat-. Como Flor y Mariposa, hacen un buen equipo.

Hyunjin y Yongbok se miraron, atrapados en la simplicidad de las palabras de Sullyoon. No había juicio en sus ojos, solo la inocencia de una niña que veía el mundo con una pureza que ellos habían olvidado hace mucho tiempo. En ese momento, ambos se dieron cuenta de que no importaba cuánto trataran de ocultarlo o de negar lo que estaba pasando entre ellos, Sullyoon siempre lo sabría.

-¿Flor y Mariposa, eh? -murmuró Hyunjin, mirando a Yongbok con una sonrisa resignada.

-Parece que nos ha atrapado, Flor -respondió Yongbok, dándole una ligera palmada en la pierna antes de girarse hacia Sullyoon-. ¿Quieres que pongamos otra caricatura?

Sullyoon asintió emocionada, pero antes de que pudieran cambiar el canal, ella agregó:

-Prometan que no dejarán de ser Flor y Mariposa, aunque se pongan nerviosos.

Hyunjin se echó a reír, un poco nervioso pero también agradecido por la sencillez de la niña.

-Lo prometemos, Bonita -dijo, mientras Yongbok asentía con una sonrisa en los labios, entrelazando su mano con la de Hyunjin por debajo del cojín, donde Sullyoon no podía verlo.

Y así, mientras la caricatura comenzaba en la pantalla y Sullyoon se sumergía en su mundo de fantasía, Hyunjin y Yongbok se quedaron allí, sintiendo el peso de lo que estaban construyendo juntos. Aunque no lo habían dicho en voz alta, sabían que lo que estaba naciendo entre ellos era mucho más que una simple amistad.

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𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮  •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷/𝓗𝔂𝓾𝓷𝓵𝓲𝔁 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora