𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮 •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷/𝓗𝔂𝓾𝓷𝓵𝓲𝔁 •

ೀApodos

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El sol de la tarde brillaba con suavidad, mientras Hyunjin y Yongbok caminaban juntos por una calle tranquila en dirección a una cafetería. Desde el día en el parque, algo había cambiado entre ellos. La tensión seguía presente, pero había una especie de entendimiento tácito, un vínculo que se hacía más evidente con cada interacción. Y parte de ese nuevo dinamismo incluía los apodos que Sullyoon, en su inocencia, les había dado: "Flor" y "Mariposa".

-Oye, Mariposa, ¿quieres un café o algo más dulce? -preguntó Hyunjin con una sonrisa mientras entraban a la cafetería.

Yongbok rió al escuchar el apodo, negando con la cabeza, pero claramente disfrutando de la pequeña broma que se había instalado entre ellos.

-Por favor, Flor, sabes que prefiero algo más dulce -respondió, imitando el tono juguetón de Hyunjin.

Hyunjin se sintió aliviado al ver que Yongbok no solo aceptaba el apodo, sino que lo usaba con la misma naturalidad. Para otros, esa conversación podría haber parecido una simple broma entre amigos, pero para ellos, esos nombres tenían un peso que ninguno de los dos había verbalizado. Algo más estaba ocurriendo bajo la superficie.

Después de hacer su pedido, se sentaron en una mesa cerca de la ventana. La luz del sol entraba por el cristal, bañando el lugar en un cálido resplandor. Mientras tomaban sus bebidas, el ambiente entre ellos era relajado, pero la conexión silenciosa seguía creciendo.

-Te queda bien lo de "Flor" -dijo de repente Yongbok, dándole un sorbo a su café-. Tiene sentido... eres tranquilo, pero siempre estás ahí, como una presencia constante.

Hyunjin lo miró, sorprendido por el comentario, y sintió que el calor subía a sus mejillas. No esperaba que Yongbok dijera algo tan profundo de forma tan casual.

-¿De verdad piensas eso? -preguntó Hyunjin, un poco inseguro.

-Sí -respondió Yongbok sin dudarlo-. Además, no te alejas cuando las cosas se ponen difíciles. Siempre floreces, sin importar qué pase a tu alrededor.

El corazón de Hyunjin se aceleró. Sabía que, para Yongbok, esas palabras probablemente no tenían una connotación romántica, pero no podía evitar sentir que había algo más en lo que decía. ¿Lo veía de una forma especial o solo estaba siendo amable?

-Bueno... tú eres una mariposa porque siempre pareces libre, volando por donde quieres -dijo Hyunjin, intentando mantener la compostura-. Pero también, porque llevas alegría a donde vas.

Yongbok sonrió y desvió la mirada por un segundo, como si no supiera qué decir. Sin embargo, esa sonrisa no desapareció de su rostro. Los dos sabían que había más en esos intercambios que simples cumplidos.

El resto de la tarde pasó entre charlas ligeras y bromas sobre sus apodos. Sin embargo, había pequeños momentos en los que el silencio entre ellos hablaba más que cualquier palabra. Hyunjin notaba cómo Yongbok lo miraba a veces, como si intentara descifrar algo. Cada vez que eso ocurría, sentía una mezcla de nervios y emoción.

Antes de irse, cuando salieron de la cafetería y empezaron a caminar de nuevo, Yongbok se detuvo de repente y miró a Hyunjin con una expresión más seria.

-Sabes, me gusta pasar tiempo contigo... Flor -dijo en un tono más suave, casi susurrante.

Hyunjin sintió que su corazón latía con fuerza, pero intentó mantener la calma. Las palabras de Yongbok, aunque simples, cargaban una sinceridad que lo dejó sin saber cómo responder.

-A mí también me gusta... Mariposa -respondió al fin, con una sonrisa nerviosa.

Y así, siguieron caminando juntos, ambos sabiendo que esos apodos, que al principio habían sido solo una broma inocente de Sullyoon, ahora representaban algo mucho más profundo. Habían aceptado esos nombres, como si fueran símbolos de la relación que estaban construyendo. Una relación que, aunque aún no estaba completamente definida, cada vez se hacía más difícil de ignorar.

Con cada paso que daban, el viento soplaba suavemente a su alrededor, como si todo a su alrededor estuviera en sintonía con el ritmo de sus corazones. Aunque ninguno de los dos lo decía en voz alta, sabían que algo importante estaba ocurriendo entre ellos. Algo que iba más allá de simples apodos.

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