capitulo 8

1.7K 267 151
                                    

Era un día tranquilo; la nieve aún caía, pero era más leve.

En el pequeño apartamento, Natsuo y Fuyumi estaban haciendo pequeños ejercicios de calentamiento para que Izuku pudiera verlos, antes de iniciar con las katas leves del Shaolin del Norte.

Por otro lado, Zuko y Shouto estaban realizando un ejercicio diferente: la danza que Zuko había visto en su sueño. Cuando terminaron, Shouto estaba jadeando, pero feliz.

—Ahora quiero que mires esto —dijo Zuko mientras se sentaba en posición de loto. Juntó sus manos y respiró hondo, luego creó una pequeña llama de diferentes colores. Aquello llamó la atención de los demás niños, que se acercaron a ver con curiosidad.

—Wow —murmuró Shouto mientras miraba el fuego. Levantó una mano con intención de tocarlo, pero luego la bajó apenado—. Es hermoso.

—Dime, ¿qué sientes? —preguntó Zuko con una sonrisa. Luego, lentamente bajó una mano, tomó la de Shouto y la acercó a su fuego, para que pudiera tocarla y darse cuenta de que no lo iba a lastimar.

—Es... Se siente como un latido —murmuró Shouto con asombro mientras miraba más de cerca el fuego—. Es como si estuviera vivo.

—Es porque lo está —respondió Zuko con una gran sonrisa—. El fuego no es solo destrucción, Shouto, también es vida.

—Pero... pero el fuego solo lastima —se quejó Shouto mientras giraba la cabeza con molestia.

—Es solo destrucción —añadió Natsuo mientras se cruzaba de brazos—. Solo destruye.

—Como cualquier elemento, como cualquier Quirk —respondió Zuko con calma, pues entendía los sentimientos de los niños—. Pero así como no puedes vivir sin agua o aire, tampoco puedes hacerlo sin fuego.

—Aunque ya casi no se use, antes era lo más importante —aclaró Izuku con una sonrisa—. El fuego da calor, te iluminaba las noches y te calienta la comida.

Los niños, aunque al principio dudosos, pensaron en aquellas palabras y se dieron cuenta de que tenían razón. El fuego, más que destrucción, es vida y es vital para todos. Y aunque fue usado para dañar, también lo fueron otros elementos.

—Tienes razón —susurró Natsuo. Fuyumi, que no había dicho nada, se acercó a su hermano y lo abrazó.

—Nunca vieron ese lado del fuego —explicó Fuyumi mientras miraba a Zuko—. Pa... Enji antes era cariñoso y nos amaba a mamá, Touya y a mí... Pero empezó a cambiar cuando nació Natsuo y se puso peor cuando nació Shouto.

—Ah —susurró Izuku, aquello llamó la atención de los cuatro, se habían olvidado que el niño estaba ahí—. ¿Son los... son los Todoroki?

—Ay —chilló Shouto con temor mientras se escondia detrás de Zuko y lo abrazaba con fuerza.

—Izuku, ¿podemos hablar? —preguntó Zuko, usando el nombre de pila del niño para que se diera cuenta de la gravedad, mientras levantaba su mano como una señal para que Izuku se acercara—. Lo que te vamos a contar no puedes decírselo a nadie, ¿vale?

—Sí —respondió Izuku mientras se acercaba a Zuko con cautela. Zuko miró a los niños como esperando confirmación y, cuando la tuvo, miró a Izuku de nuevo.

—Ellos tres son los Todoroki, pero no fueron secuestrados como Endeavor hizo creer. Ellos decidieron escapar porque no soportaban el abuso de su padre —explicó Zuko mientras miraba al niño, que se ponía cada vez más pálido y algo molesto. Por un momento pensó que no le creería—. Y cuando los encontré, decidí ayudarlos. No quería que regresaran con la persona que los lastimaba.

UN NUEVO DESTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora