Era una noche tranquila en el Palacio Real de Caldera, la luna llena iluminaba los pasillos mientras Touya y su hermano menor Natsuo se escabullían silenciosamente.
Sus pasos eran ligeros, pero sus corazones latían con fuerza. Estaban decididos a vengarse del equipo Avatar por el trato que habían dado a su padre, especialmente de la maestra agua.
-¿Estás seguro de esto, Touya? -Susurró Natsuo, mirando nerviosamente a su alrededor.
-Sí, Natsuo. Es hora de que aprendan una lección. -Respondió Touya con determinación. -Especialmente esa perra.
Mientras avanzaban por el pasillo, una figura pequeña y robusta apareció de repente frente a ellos, haciéndolos saltar del susto y más al reconocerla, era Toph, la maestra tierra, quién estaba con los brazos cruzados y una ceja levantada, los miró con curiosidad.
-¿Y ustedes qué están haciendo aquí a estas horas?. -Preguntó Toph, su tono estaba lleno de sospecha, mientras movía sus pies para atacar en caso de que ellos hicieran lo mismo.
Touya y Natsuo intercambiaron miradas rápidas. Touya fue el primero en hablar.
-Uh, solo queríamos conocer mejor el lugar. -Respondió Touya intentando mantener la calma. -Es un palacio fascinante.
-¿De verdad? -Pregunta Toph soltó una risa seca, mientras los miraba con sospecha. -¿Y por qué exactamente quieren conocer el ala del equipo Avatar?
-Bueno, hemos oído muchas historias sobre ellos y... -Intentó Natsuo intervenir.
-Ahorrrense el teatro, soy ciega, no estúpida. -Los reprendió Toph mientras levantaba una mano para detenerlo. - Puedo sentir sus corazones latiendo como tambores. Están mintiendo.
-Está bien, lo admitimos. Queremos hacerle unas bromas al equipo Avatar. -Respondió Touya de mala gana sabiendo que no podían engañar a Toph. -Es nuestra forma de vengarnos por lo forma en la que están tratando a nuestro padre, especialmente a esa estúpida bruja de sangre
-¿Bromas, eh?. -Cuestiono Toph con una sonrisa, una chispa traviesa en sus ojos. -Bueno, me gusta su espíritu. Pero si van a hacer esto, necesitarán ayuda. Y resulta que también quiero enseñarles una lección por su estupidez.
-¿Nos vas a ayudar?. -Pregunta Natsuo sorprendido.
-Claro que sí. -Respondió Toph, golpeando el suelo con el pie y creando un pequeño temblor. -Pero recuerden, esto es para enseñarles una lección, no para hacer daño. ¿Entendido?
-¡Entendido! -Respondieron ambos con entusiasmo.
-Bien -Dijo Toph, sonriendo ampliamente. -Vamos a divertirnos un poco.
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El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte cuando Zuko ya estaba despierto, realizando su rutina matutina de ejercicios. A su lado, Fuyumi seguía sus movimientos con precisión, mientras Touya, aún con una sonrisa traviesa en el rostro, intentaba concentrarse.
-Recuerda, Touya, la disciplina es clave -dijo Zuko, lanzando una serie de golpes rápidos al aire. -No importa lo que pase, siempre debemos mantenernos enfocados y no dejar que se salga de control.
Touya asintió, aunque su mente seguía en las bromas de la noche anterior. De repente, un grito resonó desde el ala del equipo Avatar, seguido por una serie de exclamaciones y risas.
-¡¿Qué demonios es esto?! -Se oyó la voz de Suki, claramente alterada.
-¡Mi cama está llena de gelatina!. -Gritó Katara, su tono mezclado entre sorpresa y enojo.
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UN NUEVO DESTINO
General FictionDespués de ser rechazado por segunda vez por el Equipo Avatar, incluso después de ayudarlos con Combustion Man, Zuko decide dejarlos solos y buscar un lugar donde vivir. pero después de una pelea contra soldados de la Nación del Fuego y caer en el l...