Capitulo 1

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Habían pasado dos meses desde que Zuko despertó en aquel hospital, hasta ahora, su vida había sido tranquila pero extraña, y no tener memoria solo complicaba las cosas.

Fue gracias a la ayuda de los oficiales y el héroe que pudo adaptarse a la ciudad en tan solo dos meses. Debido a su falta de memoria, se vio obligado a asistir a clases los fines de semana para recuperar lo que había "perdido", afortunadamente, estaba aprendiendo bastante rápido.

En esos meses también aprendió algunas cosas, como el hecho de que todos tenían diferentes tipos de poderes que llamaban Quirk y sobre los famosos héroes.

En opinión de Zuko, algunos eran demasiado vagos en su trabajo, claro, había buenos héroes como All Might, Ingenium, Present Mic y muchos más.

Pero también había algunos demasiado patéticos y falsos, como Endeavor, Death Arms, Backdraft, entre otros. Sin embargo, lo más frustrante era ver cómo eran tratadas algunas personas solo por su dichoso Quirk.

Era un asco la sociedad.

Fue una tarde tranquila, Zuko estaba caminando de regreso al pequeño apartamento en el primer piso que había alquilado con ayuda de Ingenium y el detective Tsukauchi, después de un largo día de trabajo en la pequeña cafetería, la cual le quedaba relativamente cerca de su apartamento.

El pelinegro se detuvo en un paso peatonal al ver cómo una anciana tenía problemas para cruzar la calle con sus pesadas bolsas de compras. No divisó a nadie buscando ayudarla, ni siquiera los llamados héroes estaban cerca, así que simplemente se acercó a ella con la intención de ayudarla.

--------------Fire--------------

En la estación de policía de Musutafu, el detective Tsukauchi caminaba por los tranquilos pasillos del recinto. Tenía en su mano una taza de café caliente para ayudarle con la migraña que estaba creciendo en su cabeza.

Pronto llegó a su escritorio, donde dejó la taza de café y cayó de bruces en su silla, mirando fijamente el archivo del caso que aún seguía activo y sin pistas.

—¿Tsukauchi-san? —preguntó el oficial Sansa mientras se acercaba al detective—. ¿Qué pasa?

—Es el caso del joven con amnesia —murmuró Tsukauchi mientras miraba la foto del chico—. Todo en él es un misterio y su amnesia no ayuda mucho a resolver el caso.

—¿No has encontrado nada sobre él? —preguntó Sansa con curiosidad mientras se sentaba en la esquina del escritorio—. ¿Nada? ¿Ni siquiera sus registros escolares? ¿O su acta de nacimiento?

—Nada de nada, ni siquiera una partida de nacimiento —respondió Tsukauchi mientras se sobaba el puente de la nariz—. Es como si no existiera.

—Eso es muy extraño —murmuró Sansa mientras se frotaba la barbilla—. Tal vez sea de otro país.

—Pensé en eso —comentó Tsukauchi mientras se estiraba en su silla—. Si ese fuera el caso, tuvo que haber entrado de manera ilegal y por eso no está en los registros de entrada.

—¿Y cómo harás ahora? —preguntó Sansa mientras inclinaba la cabeza con curiosidad—. No podemos simplemente dejarlo así, ¿o sí?

—No tenía pensado abandonarlo a su suerte y menos con su amnesia —murmuró Tsukauchi mientras volvía a ver el archivo—. Sea como sea, sigue siendo una víctima y haré lo que prometí: ayudar a quien lo necesite.

UN NUEVO DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora