cap 26. la mascota perfecta de Jackson.

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capítulo del día 3 de junio.

Narra Jackson.

Al entrar a la comisaría: sentí que hoy Era uno de esos días en donde él uniforme parecía más pesado que de costumbre. Me sentía un poco desanimado, como si una nube gris se hubiera posado sobre mí. A pesar de estar rodeado de mis compañeros, la soledad se hacía presente.

Al cruzar la puerta, vi a Kevin y Stanley en una conversación animada. Se dieron cuenta de mi entrada y me miraron con preocupación.

—¡Hey, Jackson! —saludó Kevin con su habitual energía—. ¿Qué te pasa? Te ves un poco apagado hoy.

Stanley, mi hermano y compañero, se acercó con una expresión seria.

—Sí, amigo. ¿Todo bien? Sabes que estamos aquí para ayudarte.

Suspiré y me dejé caer en una silla cerca de ellos.

—La verdad es que me siento un poco solo últimamente. No sé... tal vez necesito algo más en mi vida. He estado pensando en adoptar una mascota.

Kevin y Stanley intercambiaron miradas, y luego Kevin sonrió ampliamente.

—¡Eso suena como una gran idea! —exclamó—. Tener una mascota puede ser muy reconfortante. Además, nunca estás realmente solo con un perro o un gato a tu lado.

Stanley asintió con entusiasmo.

—Totalmente de acuerdo. Pero recuerda que es una gran responsabilidad. Necesitas tiempo y compromiso para cuidar de ellos.

En ese momento, Chase, el pastor alemán cachorro de Stanley, entró corriendo por la puerta trasera de la comisaría. Su cola moviéndose frenéticamente mientras se dirigía directamente hacia él.

—¡Chase! —gritó Stanley con alegría, agachándose para recibirlo.

El perrito saltó sobre él con felicidad desbordante, llevando en su boca una pelota que había traído para jugar. La emoción en el aire era palpable mientras Chase lamía el rostro de su dueño como si no lo hubiera visto en años.

—Mira cómo está de feliz —dijo Kevin riendo—. Eso es lo que hace una mascota: trae alegría a tu vida.

Mientras observaba a Stanley jugar con Chase, me di cuenta de cuánto deseaba esa conexión.

—Sí… —respondí pensativo—. Quizás eso es justo lo que necesito. Un compañero como Chase podría ayudarme a salir de esta rutina solitaria.

Kevin sonrió al escuchar mis palabras.

—¡Eso es genial! —dijo—. Hay un buen centro de adopción no muy lejos de aquí. Podrías encontrar un perrito que necesite un hogar.

Stanley se detuvo un momento, acariciando a Chase mientras lo miraba con cariño.

—Tienes razón, Jackson. Tener a Chase ha sido una bendición para mí. Si sientes que estás listo para asumir la responsabilidad, deberías hacerlo.

El brillo en los ojos de Stanley y la energía contagiosa de Chase hicieron que mi corazón se llenara de esperanza.

Finalmente, decidí:

—Sabes qué... creo que sí quiero adoptar una mascota. Siento que sería algo bueno para mí y podría ayudarme a salir un poco de esta soledad.

La idea comenzó a tomar forma en mi mente y sentí cómo el apoyo de mis amigos me envolvía, disipando un poco esa soledad que había sentido al entrar.

Mientras caminábamos hacia el centro de adopción de mascotas, Kevin iba sosteniendo a Princesa con una correa colorida, mientras que Stanley acariciaba a Chase. Max, James y yo, Jackson, nos reíamos de las travesuras de las mascotas. El sol brillaba y el ambiente era alegre, pero todo cambió cuando llegamos al parque cercano al centro. Allí, en un rincón sucio y polvoriento, encontramos un cachorro de color café claro con orejas café oscuras. Estaba todo sucio, adolorido, triste y hambriento.

El oficial Stanley. Y el criminal de Canterville.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora