Lectores, lo lamento: tuve que eliminar los tres últimos capítulos, estuve escribiendo y no se guardaron los últimos párrafos de el capítulo final y aparte, porque dos muy cortos y uno muy largo, no me agrada, capítulo del día 24 de junio, creo.
Narra Stanley.
Era las 4 de la mañana y la lluvia caía sin parar, creando un suave murmullo que llenaba la habitación. Aurora y yo dormíamos tranquilos, envueltos en la calidez de nuestras cobijas, cuando un llanto desgarrador rompió el silencio. Era Justin, nuestro pequeño, llorando en su cuna. Me incorporé de un salto, sintiendo aún la pesadez del sueño en mis ojos, y miré a Aurora, quien también despertó con el sonido.
—Voy a ver qué le pasa —dije con voz somnolienta.
Aurora asintió y ambos nos dirigimos a la habitación de los bebés. Al abrir la puerta, una luz tenue iluminó el espacio, revelando a Mollie en su cuna, acurrucada con su muñeca favorita. La muñeca, hecha de tela suave con cabello artificial y ojos brillantes, parecía un reflejo perfecto de nuestra pequeña. Sin embargo, estaba apartada de ella en la esquina de la cuna.
Justin seguía llorando y Aurora se acercó rápidamente para calmarlo mientras yo recogía la muñeca.
—Pobrecita Mollie, debe extrañarla —dijo Aurora mientras colocaba a Justin en sus brazos.
Con cuidado, coloqué la muñeca entre los bracitos de Mollie. Ella no despertó por completo; simplemente se movió un poco y se acurrucó más fuerte contra su muñeca. Sus pequeños bracitos se entrelazaron alrededor del juguete como si fuera lo más valioso del mundo.
—Mira cómo se aferra a ella —comenté con una sonrisa.
La lluvia seguía cayendo afuera mientras observábamos a nuestros pequeños dormir. La muñeca parecía tan normal en ese momento, pero había algo especial en cómo Mollie se aferraba a ella sin despertar del todo. Era como si supiera que esa muñeca era su fuente de consuelo.
Aurora y yo intercambiamos una mirada cómplice; sabíamos que esta noche aún guardaba secretos por descubrir.
Mientras observábamos a Mollie acurrucada con su muñeca, un suave chirrido interrumpió la calma de la habitación. Me volví hacia Aurora, quien frunció el ceño, claramente confundida por el sonido.
—¿Escuchaste eso? —pregunté en voz baja.
Aurora asintió, y justo cuando estábamos a punto de investigar, el chirrido se convirtió en una voz aguda y juguetona que decía: “¡Hola! ¡Soy tu amiga, la muñeca!”.
Mi corazón se detuvo por un momento. La muñeca estaba activada. Sin querer, alguna de las opciones de su mecanismo había comenzado a funcionar. La voz resonaba en la habitación, y el sonido era tan encantador como inquietante.
—Oh no, esto no puede estar pasando —susurró Aurora, mirando alarmada a Mollie.
Con un rápido movimiento, se acercó a la muñeca y comenzó a buscar el botón que controlaba su activación. Mientras tanto, Justin se removía en su sueño, pero afortunadamente no despertó. Era evidente que estaba tan cansado como nosotros.
—¡Apágala! —le pedí en un susurro casi desesperado mientras el chirrido continuaba—. No quiero que Mollie despierte.
Aurora finalmente encontró el botón y lo presionó con firmeza. La voz de la muñeca se detuvo abruptamente, dejando un silencio pesado en la habitación. Pero apenas tuvimos un respiro, una nueva preocupación nos invadió: ¿qué pasaría si Mollie despertaba después de todo ese alboroto?
Miré a Justin y vi que su pequeño rostro seguía tranquilo en sueño profundo. Aurora respiró aliviada al ver que él no había reaccionado al chirrido inesperado.
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El oficial Stanley. Y el criminal de Canterville.
Action¡hey!, ‽qué tal lectores?, yo soy un criminal muy peligroso, también soy conocido por ser el presidente de Canterville y el comisario en jefe. mi nombre es Charlie y yo hago que Canterville sea una ciudad oscura y llena de maldad, pero para mi suert...