—¿Por qué coño hay tanta gente ya? —gruño mientras SeokJin y yo nos abrimos paso entre la multitud.
Me mira con reproche.
—Porque hemos llegado tarde gracias a ti.
—Aún faltan quince minutos para que empiece el partido.
—Yo suelo venir una hora antes —me explica.
—Cómo no. Incluso cuando no estoy con YoonGi, estoy con YoonGi —protesto.
SeokJin y él son idénticos en lo que respecta a su fastidiosa necesidad de ser los primeros y los mejores en todo lo que hacen.
—Deberías sentirte orgulloso de estar con él —me dice.
—Deja de comportarte como un capullo y es posible que disfrutemos del partido —replico, conteniéndome, aunque no puedo evitar sonreír al ver su cara de fastidio —. Perdona, SeokJin. Me siento orgulloso de estar con él. Y ahora, ¿quieres hacer el favor de relajarte? —Me río.
—Claro, claro. Busquemos nuestros asientos —dice en voz baja, dirigiendo el camino.
★
—¡Pero ¿qué diablos...?! ¿Has visto eso? ¡¿Cómo narices lo han dado por válido?! —grita SeokJin a mi lado.
Nunca lo había visto mostrarse tan enérgico. Pero incluso estando furioso suena como un pelele.
—¡Venga ya! —grita una vez más, y yo me muerdo la lengua muerto de risa.
Supongo que YoonGi tenía razón: no es tan mala compañía. No sería mi primera elección, pero no está tan mal.
—Veo que, cuanto más chillas, más probabilidades tienen de ganar —le digo.
Él hace como que no me oye y sigue gritando y abucheando según se desarrolla el partido. Yo alterno entre prestar atención al juego y mandarle a YoonGi mensajes para decirle obscenidades y, antes de que me dé cuenta, oigo que SeokJin grita: «¡Sí!», cuando su equipo gana el partido en el último segundo.
La multitud se agolpa en el campo y yo me abro paso entre ellos.
—Ten más cuidado —oigo una voz detrás de mí.
—Perdón —se disculpa SeokJin.
—Así me gusta —dice el de la voz, y cuando me vuelvo me encuentro a SeokJin nervioso y a un capullo que lleva la sudadera del equipo contrario.
SeokJin traga saliva, pero no dice nada más mientras el tipo y sus amigos siguen provocándolo.
—Mira qué miedo tiene —dice otra voz, supongo que de uno de los acompañantes del capullo.
—Yo..., esto... —tartamudea SeokJin.
«Esto es la hostia.»
—Haced el favor de dejarlo tranquilo —les bramo, y ambos se vuelven para mirarme.
—¿O qué? —escupe el más alto. Puedo percibir el olor a cerveza en su aliento.
—O les cerraré la puta boca delante de todo el mundo, y acabaréis tan humillados que aparecerá como titular entre las noticias del partido —les advierto, y lo digo muy en serio.
—Venga, Dennis, vámonos —dice el más bajo, el único que parece tener algo de sentido común, y tira de la sudadera de su amigo y desaparecen entre la multitud.
Agarro a SeokJin del brazo y tiro de él hasta que salimos de allí. YoonGi me cortará las pelotas como alguien le dé una paliza esta noche.
—Gracias por lo de antes, no era necesario —dice cuando llegamos a su coche.
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KOOKGI : DESTROYED
Novela JuvenilEs consciente de que era todo demasiado bonito para ser cierto. Ellos parecían hechos el uno para el otro, como dos almas gemelas, pero él lo ha roto todo, se ha acabado el sueño para siempre. ¿Cómo ha podido ser tan ingenuo? Si quiere recuperarlo...