A la mañana siguiente, Lara llegó al club temprano. Tenía que practicar antes de que el entrenamiento oficial comenzara. Aunque estaba agotada por la falta de sueño, sabía que cada minuto contaba si quería mejorar.
Estaba terminando su segundo set de saltos cuando escuchó una voz que la sacó de su concentración:
—Llegaste temprano. Eso está bien.
Era Max, parado en la puerta de la pista, observándola. No tenía el gesto duro que usualmente mostraba, y eso la descolocó por un segundo.
—Sí, necesito practicar más. Siento que ayer no estuve a la altura —admitió, mientras se quitaba el sudor de la frente con la manga de su suéter.
Max se acercó lentamente, con las manos en los bolsillos de su chaqueta deportiva. Se detuvo a unos pasos de ella y la miró de arriba abajo, como si estuviera evaluando cada centímetro de su postura.
—No se trata solo de practicar más. Se trata de practicar mejor. —Le hizo un gesto para que lo siguiera hacia el centro de la pista—. Mostrame el axel otra vez.
Lara respiró hondo y comenzó a patinar. El frío del hielo le daba una sensación de control, como si por fin pudiera dejar atrás los pensamientos que la agobiaban. Se lanzó al aire, y esta vez, el aterrizaje fue perfecto.
—Mejor. Pero tu brazo izquierdo sigue demasiado rígido. Si no lo corregís, no vas a poder lograr el cuádruple en competencia.
Lara asintió, pero su mente estaba en otro lugar. Ese pequeño gesto de aprobación de Max le había dado una satisfacción que no esperaba. Quizás lo único que necesitaba era eso, pequeñas señales de que iba por el buen camino.
—¿Por qué sos tan duro? —preguntó de repente, sorprendida por su propia valentía. No solía ser tan directa con sus entrenadores, pero Max la desconcertaba.
Max se detuvo en seco. Por un momento, pareció que iba a ignorar la pregunta, pero luego suspiró y se cruzó de brazos.
—Porque así es el deporte. No podés avanzar si te quedás en tu zona de confort. Yo no voy a decirte lo que querés escuchar. Mi trabajo es que llegues a ser la mejor, y eso implica decirte la verdad, aunque no te guste.
Lara lo observó, intentando descifrar si había algo más detrás de esas palabras, pero no pudo leer nada en su rostro.
—Entiendo —respondió, aunque no estaba segura de si era verdad. Sabía que Max tenía razón, pero algo en su manera de decir las cosas le resultaba doloroso. Quizás porque, en el fondo, ya estaba acostumbrada a la frialdad en su vida familiar.
Ese día, después del entrenamiento, Camila apareció en la pista con su habitual aire de superioridad. Era su principal competidora, una patinadora con talento natural pero sin el mismo nivel de dedicación que Lara. Siempre había habido una rivalidad entre ellas, pero con Max como entrenador, esa tensión se sentía más intensa.
—Te vi entrenando con Max. Parece que te está prestando mucha atención —comentó Camila, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Lara la ignoró al principio, no quería entrar en su juego. Pero cuando la competencia estaba tan cerca, cualquier comentario podía desestabilizarla.
—No me presta más atención a mí que a los demás. Simplemente, estoy entrenando más horas —respondió, tratando de mantener la calma.
—Claro, seguro es solo eso —dijo Camila, ajustándose los guantes de patinaje—. Aunque no te culpo. ¿Quién no querría la atención de alguien como Max?
Lara sintió una punzada de celos, algo que no quería reconocer. Camila siempre había sido la que más llamaba la atención de los entrenadores por su carisma, y Lara odiaba sentirse opacada.
—No tengo tiempo para estas tonterías, Camila —replicó, ajustando los cordones de sus patines y volviendo a concentrarse en su rutina.
Pero las palabras de Camila se quedaron en su cabeza más tiempo del que le hubiera gustado. Sabía que la chica no decía esas cosas por casualidad. Max era atractivo, y aunque su actitud fuera fria, no se podía negar que había algo en él que atraía miradas. Lara se odiaba por pensar en eso, pero no podía evitarlo.
¿Por qué le importaba tanto lo que Max pensara de ella?
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En la galeria dejo un video de un triple axel <3

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Desliz
Fiksi RemajaEn el mundo del patinaje, donde cada movimiento cuenta y cada salto es un desafio, Lara se ha convertido en una estrella brillante, conocida por su elegancia y destreza sobre el hielo. Sin embargo, detras de su exito, se esconde un vacio que sólo el...