Capítulo 1

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Pov Regina

Jugar, dormir, comer, bailar, esas son las cosas que me gusta hacer, cosas comunes como cualquier persona, a pesar de que no soy cualquier persona.

Soy una Mills, hija de Robert y Coraline Mills, mi padre un viejo sabio líder de nuestro clan y mi madre líder de la familia aunque papá no quiera admitirlo.

Vivimos felices en nuestra villa, alejados de los problemas humanos, suficiente tenemos con tener que lidiar con las constantes provocaciones de los otros clanes, no entiendo el por qué pelear entre nosotros, todos somos de la misma especie a pesar de pertenecer a clanes diferentes.

Pero bueno no todo es tan malo, Facilier y su familia viven en paz con nosotros gracias a los acuerdos que sé hicieron, mientras un lobo no cruce sin permiso al territorio del clan vecino no habrá ningún inconveniente.

Aunque espero que eso cambie una vez que Facilier y yo nos casemos, aún no somos nada, pero cuando nos vemos a escondidas aprovechamos para besarnos y ser nosotros mismos, aunque siempre cuidándonos, si Neal se entera seguro que mata a Facilier y me acusa con papá.

Odio que todos los alfas sean así, Neal siendo el sucesor de papá siempre dice que debe cuidarme y todas esas cosas por ser mi hermano mayor y Facilier también odia qué su hermano sea igual, por eso agradezco que el sea solo un beta, como omega me es más fácil tratar con él que con cualquier alfa.

Y además...

—Escribiendo de nuevo hermanita —dijo Neal serenamente mientras entraba con dos tazas de café.

—¿Por qué te gusta interrumpir siempre? —pregunté seria y tomo la taza que me ofrecía.

—Soy tu hermano mayor, ese es mi propósito en la vida —dijo tranquilo.

—Te odio —dije seria.

—Pues entonces evita odiarme más y dile a Sandi qué deje de querer meterse contigo o le arrancaré la cabeza —dijo serio.

—Neal, ya no tengo 12 años —dije seria.

—No, tienes 17, casi 18 años —dijo serio—, pero nunca dejaras de ser mi hermana menor y se que tu mereces algo mejor que ese idiota.

—Facilier es lindo —dije con una sonrisa.

—¿Lindo? —preguntó con burla—. Por Dios apenas y tiene 18 y ya esta calvo.

Lo miré haciéndole notar lo obvio, ya que él también está calvo e inmediatamente me miró mal.

—Yo tengo 24 así que es más justificable en mi caso —dijo serio.

—Vamos Neal, solo dale una oportunidad —le dije haciendo mi mejor cara de chantaje—. Por mi.

—Regina, por ti sabes que soy capaz de hacer cualquier cosa —me dijo con una sonrisa y acaricio mi mejilla—, pero no me pidas que le confíe los mejores genes de la familia a ese idiota.

Sin decir más se levantó y dejo un beso en mi frente para retirarse de mi habitación.

—Que bueno que no pedí tu permiso —dije en un susurro.

Bebí mi café y decidí esperar a que todos durmieran para poder salir de casa y como siempre lo hice sin problema.

Fui hasta los límites de nuestro territorio donde Facilier esperaba por mi y al llegar lo vi donde siempre, al verme sonrió y corrí a sus brazos como tantas veces lo había hecho.

—Te extrañe —dije con una sonrisa.

—Estoy seguro que no más que yo —susurró tranquilo y me beso.

La calma que sentía se vio interrumpida cuando escuche la voz de Neal a lo lejos.

—Encuéntrenla y traigan a Sandi con vida —dijo molesto.

—Debemos irnos de aquí, Neal esta furioso —dije asustada.

—Ven conmigo —dijo tranquilo.

Corrimos tomados de las manos hasta el río donde se dividían los cuatro territorios. El río formaba una X separando todos los territorios, de un lado el mío, al otro lado el de Facilier, al otro el territorio de los Nolan y por último el territorio al que nadie entra, el de los Swan.

Este último tenia árboles enormes que impedía que la luz entrará por completo causando que fuera obscuro y aún más por la noche y me aterro que Facilier fuera precisamente hacia allá.

—No, espera, no podemos ir allá —dije asustada.

—Nadie entra ahí Regina, solo nos escondemos detrás de un árbol y en cuanto Neal pase volvemos de este lado y vuelves a casa —dijo tranquilo.

Acepte aún con miedo y el me cargo para brincar el río.

Solo el podía hacerlo ya que yo aún no activo mi transformación, se activa para todos una vez cumplidos los 18 años y aún me faltan 2 semanas para eso.

Aterrizamos a salvo del otro lado y nos escondimos detrás de un gran árbol justo a tiempo para ver a Neal pasar corriendo junto a otros 3 hombres.

—Ves, fue fácil y...

Se quedo callado al escuchar un gruñido a pocos metros de nosotros, pero no se veía nada, todo estaba obscuro.

—Un furia nocturna —dije asustada.

—Hay más de uno —dijo nervioso—, y creo que no les gustó qué entráramos a su territorio así.

Nos dimos la vuelta para correr y saltar de nuevo a nuestro lado, pero al hacerlo vi como Neal saltaba hacia nosotros y se transformaba en su lobo, café y de gran tamaño, digno de un alfa.

Se puso delante de nosotros y entonces note que 4 lobos negros de menor tamaño que él nos rodeaban.

Atacaron sin miedo y Neal respondió a la agresión, pero ellos tenían la ventaja en número y en conocimiento del territorio.

Facilier estaba por unirse a la pelea cuando vi como mi padre ya transformado aparecía para ayudar a Neal y en un rápido movimiento mordió a uno de los lobos por el cuello y lo arrojó contra un árbol.

—¡Es suficiente! —gritó una voz femenina y los lobos se detuvieron y volvieron a su forma humana—. Lleven a Abel a la villa y que lo curen de inmediato.

Los lobos obedecieron y fueron por el lobo qué mi padre había atacado y se lo llevaron.

—Robert, espero que esto no se repita o se atendrán a las consecuencias —dijo en un tono serio.

Sin decir más se fue y mi padre aún en su forma de lobo me miró molesto.

Volvimos a casa y Facilier se fue, era obvio que pasaría un buen tiempo sin verlo.

Al entrar mi madre ya nos esperaba con ropa para papá y Neal que apenas volvieron a su forma humana se arroparon con ella.

—Papá yo lo sien...

Mis disculpas se vieron silenciadas por la cachetada que mi padre me dio, esta vez mamá no dijo nada, era más que obvio que papá estaba furioso.

—¿Tienes idea de lo que podría pasar niña estúpida? —preguntó molesto—. Pudiste iniciar una guerra.

—No fue mi intensión, solo quería estar con él —dije llorando mientras mi mano izquierda cubría el golpe que había recibido.

—Si él quisiera estar contigo vendría hasta aquí para pedir mi permiso —dijo molesto—. Ve a tu habitación, no saldrás de esta casa por el siguiente mes y si lo intentas te encierro en el calabozo.

Me fui llorando y me acosté en mi cama una vez que estuve en mi habitación, el sueño me venció al poco tiempo y no supe cuanto tiempo dormí.

Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora