Capítulo 46

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Pov Emma

Podía escuchar a Regina gritándome, podía escuchar la desesperación de muchos por tratar de salvarme. Pero ya era inútil, podía ver aquella luz al final del túnel de la que todos hablan, no quería ir allá, quería volver con Regina, con mis hijas, pero yo sola me había encargado de arrebatarme esa posibilidad.

Caminé resignada hacia la luz, sabiendo que no habría vuelta atrás, mis lágrimas bajaban por mejillas al ser consciente de que solo podría ver a mis hijas crecer desde el más allá, no estaría presente cuando nacieran, cuando digan su primer palabra, ni cuando den sus primeros pasos, pero que sentido tenia llorar ahora.

Cuando cruce hacia el más allá todo se volvió brillante, no podía ver nada y cuando mi vista logro adaptarse, no había nada, solo una enorme habitación completamente blanca. Lo único que perturbaba aquel blanco perfecto era aquella celda justo en medio de la habitación, una celda con una prisionera.

Me acerque lentamente con curiosidad, solo para darme cuenta de que quien estaba dentro de aquella celda, era yo. Pero había algo mal esa versión de mi, su sonrisa me daba escalofríos.

—Así que al fin viniste pequeña Emma —susurró mientras me dedicaba aquella macabra sonrisa.

—Tú no eres yo —le respondí.

—Claro que no, yo soy más lista, más fuerte, soy todo lo que nunca serás —respondió.

Su sonrisa enserio era inquietante, ni siquiera Regina enojada me aterraba tanto como esa maldita sonrisa.

—La pequeña quiere volver con su amada —me dijo con burla—, y con sus cachorras.

—¿Cómo sabes de ellas? —pregunté algo molesta.

—Yo se todo de ti pequeña Emma —respondió—, pero no te contaré tu historia, quiero hacer un trato.

—¿Un trato? —pregunté confundida.

—Libérame —dijo sonriendo—, y a cambio volverás al mundo de los vivos, veras envejecer a tu bella esposa y veras crecer a tus cachorras.

—¿Y tu qué ganas con eso? —pregunté seria.

—Sin el perro de Hades suelto tras de mi seré invencible —respondió sonriendo y recordé todo lo que Lily me había dicho—, cuando la última de tus hijas pase al otro mundo, tu cuerpo será mio y pondré a cada especie existente de rodillas ante mi.

—Me ofreces devolverme a la vida, pero le temías a un perro guardián —le dije con burla—, no soy tan idiota para creerte.

—Ese perro no esta completo —dijo seria—, pero aún incompleto tenia el suficiente poder para sacarme de tu cuerpo y llevarme de vuelta, pero cuando tome tu cuerpo él no podrá tocarme con ese poder tan mediocre.

—¿A que te refieres con que no esta completo? —pregunté confundida.

—¿No leíste sobre él? —preguntó con burla—. Cerbero tiene tres cabezas, cada cabeza toma un cuerpo diferente para cazar a su presa, pero si los tres huéspedes se encuentran dos de ellos morirán y el tercero tendrá al perro completo dentro de él, volviéndose un ser que solo un dios podría detener.

—¿Entonces dices que hay otros dos como Lily por ahí? —pregunté seria.

—Exactamente, pero nunca se han encontrado desde el inicio —dijo con gracia— el primero a vagado en el mundo de los vivos desde hace poco más de sesenta mil años, cuidando el balance del mundo, no permite que los humanos sepan que existen seres como nosotros, el segundo protegió los bosques que tu habitas y mantuvo a raya a los lobos salvajes qué como tu podían cambiar de forma y el tercero vino cuando tu naciste, vagando de un lado a otro hasta que encontró a su huésped y finalmente vino aquí a buscarme.

Esto era información completamente nueva, nunca imagine un mundo más allá de humanos, vampiros casi extintos y hombres lobo y ahora esta cosa que se ve como yo viene y me habla de dioses.

—No es una decisión difícil pequeña —me dijo con una sonrisa—, solo pon tu mano en la cerradura, libérame y veras a tu familia, tendrás más poder del que hubieras imaginado.

¿Realmente seria así de sencillo? Realmente no tenia respuesta.

—Cuando la última de mis hijas muera —le dije—, después mi cuerpo será completamente tuyo.

—Tienes mi palabra niña —me dijo con una sonrisa.

Lentamente acerque mi mano a la cerradura, estaba a punto de tocarla, pero otra mano me detuvo.

Miré a la dueña de aquella mano y yo conocía a esa persona, solo en una foto pero era ella.

—Mamá —susurré.

—Ingrid —susurró aquel ser con total odio.

—Mi pequeña, cuanto daño te han hecho —me dijo y sonrió triste para después acariciar mi mejilla.

—Esta será la última vez que te metes en mi camino Ingrid Nolan —dijo aquel ser totalmente molesto.

—Probablemente, pero no tendrás a mi hija —respondió tranquila y con un chasquido de dedos la celda desapareció.

Quedé completamente confundida por todo esto, ¿qué hacía ella aquí?
Ella estaba muerta, murió cuando nací.

—Debes tener muchas preguntas mi vida, pero me temo que no hay mucho tiempo —dijo con tristeza.

—Ya estoy muerta, tengo todo el tiempo del mundo mamá —le dije con una sonrisa y comencé a llorar.

—Aún no estas muerta cariño, esto es el mundo entre el más allá y el mundo de los vivos, aquí puedes reflexionar sobre todo lo que hiciste en tu vida antes de pasar al otro mundo —dijo tranquila—, en otras palabras este es el limbo de los espíritus.

—¿Qué haces tu aquí? —pregunté confundida—. Tú moriste hace tanto.

—No me iba a ir sabiendo que esa cosa quería a mi hija —me respondió con una sonrisa—, yo lo encerré aquí para que no pudiera tomar tu cuerpo, pero ya no podré hacerlo más.

—¿Qué? ¿De qué hablas? —pregunté con lágrimas en los ojos.

—Sacrificare mi alma para devolverte al mundo de los vivos —me respondió tranquila—, una vez que eso pase yo dejare de existir, no estaré ni aquí ni allá, simplemente me borrare de la existencia.

—Pero, no puedes, tú no, acabo de encontrarte —dije llorando.

—Si no regresas pronto él podrá salir y tomará el cuerpo de alguna de tus hijas —dijo seria—, solo puede tomar cuerpos débiles ya que le será más fácil apoderarse de ellos, pero una vez que regreses no habrá prisión que lo contenga y tu deberás luchar con todo tu ser para no dejarlo salir.

—Debe haber otro modo, no quiero que te vayas, debes ver a tus nietas crecer —dije llorando.

—Quiero que tu las veas crecer por mi, críalas y quiérelas como yo no pude hacerlo contigo pequeña —me dijo con una sonrisa—, deja de ser tan bruta y tan terca, busca ayuda, libera al sabueso y deja que se lleve a ese maldito a donde pertenece.

—Mamá no puedes…

—Te amo tanto mi pequeña Emma —me dijo con una sonrisa y me dio un beso en la frente—, no olvides que eres lo que más ame en este mundo aún cuando solo te cargue por unos minutos.

Después de eso sentí como mi cuerpo era lanzado a un pozo y luego estaba retorciéndome en la camilla de una habitación del hospital.

Había vuelto.


Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora