Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]

Capítulo 21

Pov Ruby

Aproveche el disturbio causado por Facilier para escapar de la fiesta e ir a ver a Lily y llevarle la comida que previamente había tomado de la fiesta para ella. Al llegar la encontré dormida pero parecía estar soñando.

O mejor dicho teniendo una pesadilla.

—No, suéltame —susurraba con desesperación y sabia que era lo que la atormentaba y me dolía ser la causante.

Me acerque lentamente a ella y quite el mechón de cabello que estaba sobre su rostro para proceder a acariciar su piel.

—Lamento mucho lo que te hice, no podre perdonarme nunca y no espero que tu lo hagas —susurré con tristeza—, voy a sacarte de aquí y me asegurare de que tengas una vida feliz en tu mundo.

Yendo en contra de mi razón, me incline para besar sus labios y luego me aparte para irme.

Abrí la puerta y al mirarla de nuevo note que estaba sentada en la cama mirándome atentamente.

—No te vayas —susurró con una voz diferente a la que llevo escuchando en todo este tiempo no quiero estar sola.

Cerré la puerta y me senté en la silla frente a la cama. Ella se levantó para comer y por primera vez comenzó a platicar conmigo.

—Tengo 23 años, soy estudiante de bioingeniería en la universidad de Harvard y estoy muy cerca de graduarme —comentó con una sonrisa.

—¿Bio qué? —pregunté confundida y ella ríe.

—No van a la universidad, claro, lo olvidé —dice riendo.

—Solo quienes nuestro alfa elige se les permite ir al mundo humano a aprender de ellos para nuestro beneficio —respondo tranquila—, médicos y personas que ayuden a conseguir ciertas cosas para nosotros.

—Entiendo —responde ahora tranquila—, bueno yo uso la ciencia para analizar y resolver problemas de los seres vivos, enfermedades y esas cosas.

—¿Y por que viniste aquí? —pregunté.

—Mis amigos querían ir de vacaciones y en el camino nos perdimos y terminamos aquí —responde tranquila—, nuestros teléfonos no tenían señal y el auto se descompuso, caminamos para tratar de encontrar la carretera y bueno…

—Fue cuando los mataron —completé lo que no termino.

Solo queríamos distraernos un poco de las clases y ahora no se si pueda volver para graduarme —sus ojos se llenan de lágrimas provocando un dolor en mi pecho.

—Volverás —respondo tranquila y con una sonrisa—, lo prometo.

Ella terminó de comer y se sentó en la cama.

—Cuéntame sobre ti —dice tranquila.

—Bueno, me llamo Ruby Swan, tengo 29 años, nací como lobo al igual que toda mi familia, también poseo el gen alfa, pero no significa que sea líder de algo aquí —dije esto último con una pequeña risa.

—Tu hermana es la jefa —menciona.

—Así es, Emma, tiene 25 años, pero es demasiado fuerte e inteligente —digo con una sonrisa—, también le gusta seguir las reglas al pie de la letra y si ella te encontrará aquí te mataría de inmediato sin dudarlo.

Pude notar una pequeña sonrisa en ella al escuchar eso pero… parecía triste.

—No dejare que nadie te lastime —digo tranquila —, pronto te sacare de aquí y volverás a tu mundo.

—¿Y qué haré cuando pregunten por mis amigos? —preguntó triste.

—No lo se —respondí en voz baja, nunca había pensado en eso, ahora el dejarla ir se vuelve difícil ya qué podría poner en peligro a todos.

El tiempo transcurrió lentamente en un silencio incomodo, al caer la noche era mi momento de irme.

Me puse de pie para salir sin decir nada y camine hacia la puerta.

—Ruby… —me llamo, pero rápidamente la interrumpí.

—Silencio —dije seria.

Afuera se escucharon grandes pisadas y sabia que Lily estaba en riesgo.

Le hice una señal para que no hablara y salí de la cabaña cerrando la puerta a mis espaldas.

Frente a mi, 6 lobos negros qué solo me observaban hasta que uno regreso a su forma humana.

—El alfa nos mando a buscarte —dijo tranquilo—, quiere verte con urgencia.

—Iré en seguida —respondí seria.

—A ella no le gustará el aroma qué percibo en ti —dijo—, no es de alguien del clan.

—Mi hermana no tiene por qué saber que veo a alguien aquí —dije seria.

Solo asintió y se dio media vuelta, volvió a transformarse y todos los lobos se fueron con él.

Volví rápido a la cabaña y Lily estaba envuelta en una de mis camisas, su ropa estaba en el suelo, toda su ropa.

—¿Qué haces? —pregunté confundida.

—Amm yo, lo siento, recordé algo sobre olfato y me deshice de mi ropa para tratar de oler a ti —respondió nerviosa.

—Así no funciona, podemos oler aromas aún que estos estén lejos —respondí casi riendo—, pero fue un buen intento.

Caminé hacia la cama para sentarme en que debía hacer, tenia que actuar rápido.

—Debo sacarte ya mismo de aquí —dije seria—, si Emma se entera del aroma que dejas en mi vendrá y te descubrirá.

—Tu hermana se acaba de casar, ella no tendrá tiempo de venir esta noche aquí —dijo tranquila.

—¿Estas cansada? —pregunté confundida—. ¿O por qué ahora no quieres irte?

—Yo no, no se —respondió nerviosa—, pero tú, hay algo…

No terminó de hablar, se lanzó sobre mi impactando sus labios contra los míos en un tiento y profundo beso.

Cuando mi lengua pidió permiso para entrar en su boca ella se sentó sobre mi con una pierna a cada costado y mis manos la sujetaron firmemente de su trasero.

—Lily —susurré cuando nos separamos para tomar aire.

—Por favor, no me dejes sola —susurró con tristeza y volvió a besarme.

Mis manos subieron a sus hombros para quitar mi camisa qué ella llevaba puesta y esta se deslizó lentamente por sus brazos hasta llegar al suelo dejándola a ella completamente desnuda.

Ella hizo lo mismo conmigo quitando rápidamente toda prenda que cubriera mi cuerpo de la cintura hacia arriba.

Mis labios bajaron lentamente hasta su cuello dejando besos húmedos en el para después continuar descendiendo hasta sus senos.

Lamí, acaricie y mordí lentamente ambos pechos hasta que no pude resistir más.

La deje sobre la cama de un movimiento y me puse de pie para terminar de quitar el resto de mi ropa.

Fui a su encuentro y sus labios me recibieron con gusto para ahora quedar en la misma posición qué antes pero ahora en el centro de la cama.

—Cógeme —susurró en mi oído.

Al ver mi falta de reacción ella tomo la iniciativa y levantándose un poco tomo mi pene y lo coloco en su entrada para después deslizarse lentamente sobre el.

Sus palabras me habían dejado en shock y sus acciones lo hacían aún más.

Verla moviéndose sobre mi, disfrutando de tal manera me estaba volviendo loca. Solo pude rodear su cintura con mis brazos y atraerlos hacia para volver a besarla y seguir disfrutando y hacerla disfrutar.