Pov Emma
Corría por mi refugio ocultándome entre las rocas y los arbustos, sabía que estaba en peligro, si lograban atraparte no podría salvar a Regina.
Salte de mi escondite dispuesta a ir hasta la casa para salvar a mi esposa pero fui muy lenta.
Una pequeña rama me golpeó en el pecho y yo caí al suelo, segundos después mis manos estaban siendo atadas.
—Por favor, piedad —dije preocupada.
Pero mis captoras no serían piadosas conmigo.
—Reagan, Emily, vengan ya, la comida está lista —gritó mi esposa desde la puerta de la casa.
—¡Pero mami! —dijeron ambas al mismo tiempo.
—Sin discusiones —dijo mi esposa—, y traigan a su madre con ustedes.
—Mami siempre arruina nuestros juegos —dijo con tristeza Rea mientras hacía un puchero.
—Vamos pequeñas, continuaremos después —les dije con una sonrisa y las cargué.
—Oye no, tu eres la prisionera mamá —dijo Emily mientras trataba de escaparse.
Al final se rindió y entramos a la casa para comer, era invierno y habíamos decidido pasarlo aquí, August estaba a cargo de la villa ya que Mulán estaba muy ocupada cuidando de su esposa y su cachorra recién nacida y yo quería disfrutar de un tiempo con mis hijas y mi esposa.
La casa obvio había tenido modificaciones, habitaciones extras, más baños, una sala más grande y una cocina enorme por petición de Regina.
Mis pequeñas de ahora cinco años jugaban con unas muñecas que su tía Ruby les dio el año pasado cuando fuimos a verlas.
Ruby y Lily ahora también tenían una vida, tenían un restaurante que dirigían entre las dos al mismo tiempo que cuidaban de la pequeña Starla y la pequeña Grace, dos niñas de tres y dos años actualmente a las que Lily dio a luz en su mundo.
Nosotras habíamos decidido que estábamos bien con dos hijas, aunque Regina volvió a quedar embarazada hace poco, pero piensa que aún no lo se y quiere darme una sorpresa.
Las cosas por aquí se han vuelto aburridas, no hemos tenido ningún problema con nadie en éstos últimos años y eso aún que me aburre me tranquiliza porque al menos mis hijas están a salvó.
—Niñas dejen de jugar y vengan a comer —dijo Regina con esa voz tranquila y paciente que tiene desde que ellas nacieron.
Su lado dominante y agresivo se habían ido o al menos cuando nuestras hijas están presentes, porque cuando estamos a solas ellas sigue siendo quien manda.
—¿Qué tanto me miras? —pregunta con una sonrisa.
—Estás hermosa el día de hoy —le dije con una sonrisa.
—Mamá está enamorada, mamá está enamorada —comenzaron a cantar mis pequeñas y no pude evitar reírme.
Era cierto, no había día en el que no me enamorara más de ella. Simplemente era el centro de mi mundo.
Cuando la noche llegó salí de la cueva para traer un poco más de leña, al volver las niñas ya estaban dormidas en su cama, ambas amaban dormir juntas y solo dormían separadas cuando peleaban, pero al día siguiente volvían a ser las mejores amigas.
—Esté invierno a sido más frío que de costumbre —dije con una sonrisa—, que suerte que ahora la villa cuenta con una mejor administración y tenemos mejores recursos.
—Lo sé, lo sé, soy brillante —respondió Regina con humildad y me abrazó para después darme un beso—. ¿Has pensando en tener otro hijo?
—Yo estaré siempre feliz de tener los hijos que quieras —respondí con una sonrisa.
—Bien, entonces creó que debemos construir más habitaciones en casa —dijo con una sonrisa.
—Lo que mi Luna ordene —respondí y la besé.
Traté de levantarla para llevarla a nuestra habitación, pero ella me detuvo.
—Las niñas están aquí y nuestra habitación aquí no es aprueba de ruido —dijo con algo de tristeza.
—Acaso estás diciendo que no eres capaz de guardar silencio —me burlé.
—Sabes que no —admitió con vergüenza—, es simplemente imposible no gritar que me estás haciendo tuya.
—Vamos, confía en mi —le dije con una sonrisa.
Fuimos a la habitación y al cerrar la puerta todo quedó en silencio.
—Sabía que esto sería necesario cuando viniéramos aquí con las niñas —dije con una sonrisa—, además aquí no hay riesgos así que no debemos preocuparnos porque las niñas estén en peligro.
—Te amó —me dijo con una sonrisa.
—Te amo más mi luna —le dije con una sonrisa—, a ti y al nuevo miembro de la familia Swan–Mills.
—¿Cómo lo …
—Te conozco mejor que nadie mi amor, además Mulán con el estrés por su cachorra no es muy buena guardando secretos —le dije con una ligera risa.
—No es justo —dijo haciendo un puchero que no dude en besar.
—Te amó Regina —le dije tranquila mientras la miraba a los ojos—, gracias por hacerme feliz y darme una familia.
Ella dejo salir unas cuantas lágrimas y me besó.
No sé cuánto tiempo podré estar a su lado, pero si se que la haré feliz hasta el último momento de mi vida.
Esa noche volvió a ser mía y volví a ser suya como siempre lo hemos sido, no importa que tormenta llegué a nuestras vidas, se que juntas lo superaremos como lo hemos hecho hasta ahora.
Y si existe la vida después de la muerte, quiero tener el privilegio de amarla de nuevo en esa y mil vidas más.
•FIN•
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Bien hemos llegado al final de esta historia, espero les haya gustado.
Gracias a todos por leerla.
Nos veremos pronto con más historias. 😊
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Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]
FanfictionDestinada a amarla con cada parte de ella a pesar de las circunstancias. Protegerla de todo, incluso de ella misma al tiempo que se propone a amarla. Regina se ve obligada a casarse para evitar una guerra qué probablemente acabaría con toda su famil...