Capítulo 13

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Pov Emma

No quería, pero tenia que hacerlo. Durante el celo las hembras suelen ponerse algo violentas, pero no puedo permitir eso con Regina, la idea de tenerla doblegada ante mi mientras ella trata de imponerse me excita mucho.

—¿Quieres esto cachorra? —pregunté con burla y frotó mi pene entre sus labios vaginales.

—No juegues conmigo y dámelo de una vez —responde con evidente molestia y eso me motiva a seguir jugando con ella.

Me veo obligada a ejercer más presión sobre su cuello cuando intenta librarse de mi.

Aún siendo un alfa no tengo el control de ella en este momento, su razonamiento se nubla con el deseó por lo que usar mi voz no serviría de nada.

—¿Crees que te lo has ganado? —vuelvo a frotarme en ella y sus ojos brillan en ese color ámbar.

Logro detener su brazo derecho, sus garras ya estaban a la vista listas para arañarme y lo consigue hacer con el brazo izquierdo que aún tenia libre.

Siento mi rostro arder por los rasguños que ha dejado y la penetro de golpe al tiempo que la presión que mi mano ejerce sobre su cuello es tal que comienza a asfixiarse.

—Te has atrevido a herirme —por más que mi voz trataba de mostrar enojo, ella solo pedía más con el poco aire que tenia.

Libero su cuello permitiéndole respirar y tomo sus manos llevándolas sobre su cabeza, dejándola incapaz de pelear.

Otra fuerte estocada de mi parte la hace arquear la espalda de placer. Y así continuo, estocadas lentas, profundas y fuertes.

Ella busca mis labios en medio del acto pero se los niego, por consecuencia ella pelea inútilmente buscando su libertad y desiste cuando aumento la velocidad con la que la penetro.

Ella disfruta, pide a gritos que no me detenga. Mi lobo pide hacerla sufrir por su atrevimiento al haberme herido, yo quiero hacerla sufrir.

Cuando siento sus paredes apretarse salgo de su interior frustrando su orgasmo y su placer.

La suelto y ella se levanta dispuesta a atacarme de nuevo, pero ahora le doy la vuelta dejándola boca abajo sobre la cama, con un brazo doblado sobre su espalda y con su culo levantado.

Vuelvo a entrar en ella de golpe y comienzo con mis rápidos y bruscos movimientos. Mi mano izquierda mantiene su brazo derecho sobre su espalda y mi mano derecha se encarga de azotar su trasero con fuerza dejando mi mano marcada en el.

—¿Quieres más? —más que una pregunta parece más una afirmación.

—Si —su débil respuesta me da a entender que su mente comienza a ceder a mi voluntad, pero su cuerpo aún lucha por tener el control.

Tiro de su cabello atrayéndola hacia mi quedando su espalda pegada a mi pecho pero aún con un brazo en la espalda, ladea su cabeza en busca de mis labios y esta vez lo permito.

Una posición donde la tengo a mi merced, aún la embisto con fuerza y rapidez, su cuerpo anuncia su orgasmo y el momento de unirnos para siempre ha llegado.

Cuando su cuerpo tiembla a causa de su liberación, mis colmillos se clavan en su cuello para márcala como mía. Su lobo aúlla reconociendo a su alfa y que nos hemos unido para siempre.

Mi orgasmo también había llegado, una vez que la marca estuvo hecha la solté dejando que su cuerpo descansara sobre el colchón, pero aún sin salir de ella, al menos no hasta que me lo permitiera.

La tome con cuidado de la cintura y nos acomode en la cama quedando en posición de cucharita, sus paredes me mantenían prisionera en su interior por lo que no podía moverme libremente por ahora.

Solo escuchaba su respiración y observaba la marca en su cuello, pronto tomaría un color azul violáceo quedando como un hematoma que desaparecerá en un par de días, pero la marca siempre estará ahí, dejando claro que ella me pertenece.

—Aún te siento —susurró mi pelinegra provocando una sonrisa en mi.

—No hables amor mío, debes recuperarte, la marca de unión es dolorosa y deja el cuerpo agotado —susurré contra su oído.

—Vi tu pasado, tu luz, tu obscuridad, todo de ti —siento la nostalgia en su voz, ver mi pasado no debe ser bueno.

—La marca nos ha unido por completo, eres mía y yo soy tuya, no hay secretos ahora, sabes todo de mi y yo se todo de ti —era verdad, ahora somos compañeras hasta la muerte, nunca más podre ocultarle nada ni ella a mi.

Su cuerpo al fin cede al cansancio y cae dormida a los brazos de Morfeo, sus paredes comienzan a abrirse y en un momento podre salir de ella para cubrirnos del frio con una cobija no sin antes poner más leña en la chimenea.

Pov Regina

Despierto al escuchar el ruido proveniente de la cascada, mi cuerpo esta cubierto por una suave cobija y siento el brazo de Emma rodear mi cintura.

Sonrió y trato de dar la vuelta para mirarla pero los recuerdos de la noche anterior llegan de golpe a mi mente y con ello las consecuencias. Mi cuerpo entero dolía, más aún en mi entre pierna y mi cuello, Emma fue diferente anoche, no fue tierna y cariñosa como siempre lo había sido, pero me gustaba de igual forma.

Lentamente me di la vuelta, pero me fue imposible no quejarme, eso termino despertando a Emma quien rápidamente me tomo con cuidado y me acerco más ella recostándome sobre su pecho.

—Me duele todo —comenté en un susurro aún que es obvio que lo sabe.

—Eso no decías anoche así que no me culpes —responde con tranquilidad.

Se mueve un poco y siento una lamida donde me había mordido y el dolor disminuye considerablemente.

—¿Cuándo podre morderte? —pregunté en un tono tranquilo, pero feliz y ella ríe.

—Tu no muerdes —responde con burla y eso me hace enfurecer.

Todo el dolor que sentía se esfumó de repente y se convirtió en enojo. Me muevo hasta quedar sobre ella y mis manos rodean su cuello, pero rápidamente se libra y ahora soy yo quien esta debajo totalmente indefensa.

—Tú no muerdes cachorra —menciona seriamente y sus ojos ahora son rojos.

Gruño en respuesta, pero eso no la intimida ni un poco, al contrario, sonríe y acerca su rostro al mío para besarme.

—Eres una fiera libre, fuerte y que quiere imponer control —susurra contra mis labios al tiempo que da pequeños besos—, pero yo me encargaré de domarte, estarás a mi merced y cumplirás mi voluntad.

Después de eso se aleja y se levanta para salir de la cabaña.

Los cables en mi cabeza hacen corto circuito y comienzo a llenarme aún más de enojo por sus palabras. Siento un ligero dolor que poco a poco va en aumento y termino dándome cuenta que mis huesos comienzan a romperse, estoy cambiando aún sin la luna llena.

Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora