Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]

Capítulo 6

Advertencia: Conteniendo Smut

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Pov Regina

—Me gustaría que vinieras a dar una vuelta conmigo —dijo con una sonrisa, pero aun con esa voz bastante elevada.

—No necesitas gritar —dije seria—, puedo escuchar perfectamente.

Ella me miró confundida y luego se acerco y tomo mi rostro con tal fuerza qué sentí mucho dolor.

Me miró detenidamente y luego acaricio mi mejilla y sentía como mi piel era arañada.

—¿Qué te pasa? —pregunté molesta y la empuje para luego llevar mi mano a mi mejilla.

Pero mis ojos se llenaron de sorpresa al ver que en mi mano no había sangre.

—Tus sentidos se están incrementando —dijo gritando—, sientes el más mínimo rose con mucho dolor y a pesar de que estoy hablando en un susurro tu me escuchas como si estuviera gritando, tranquila pasara en un par de horas.

Podía escuchar mucho ruido, sentía que mi cabeza explotaría en cualquier momento y por instinto lleve mis manos a mis odios para tratar de silenciar el ruido, esto era horrible, dolía mucho, cada parte de mi dolía.

—Duele, duele mucho —dije llorando.

Emma me cargo y me llevo hasta la cama para recostarme.

—Debes calmarte —dijo con un tono tranquilo—, escucha tu cuerpo, contrólalo, has que sé doblegue ante ti.

—No puedo —dije llorando mientras presionaba con más fuerza mis oídos.

Emma aparto mis manos y me beso.

Mis labios, sentía mis labios como si quemaran con cada rose del tierno beso qué ella me daba, sujete con fuerza su cabello impidiendo qué sé apartará y ella deslizó su mano por mi costado hasta posicionarla sobre mi trasero.

El beso subía más y más de intensidad, ni siquiera note cuando todos mis sentidos habían cedido y se habían tranquilizado.

Reaccione cuando Emma levantaba mi camiseta y en ese momento la detuve.

—No me siento lista —dije en un susurro.

—Haré qué te sientas lista —respondió con una sonrisa—, solo si tú me lo permites.

Mi corazón se aceleró y podía escuchar qué el suyo también.

—¿Dolerá? —pregunté nerviosa.

—Mucho —respondió tranquila—. Pero no pienso tomarte aún, solo quiero estimularte un poco, necesitaras que tú transformación se haya completado para poder resistir.

—¿Piensas qué no puedo contigo? —pregunté ahora con un tono desafiante.

—Realmente no puedes —respondió tranquila—, solo si me contengo.

Una pregunta en mi mente me hizo sentir enojada, pero a la vez nerviosa.

—¿Con cuántas has estado? —pregunté tratando de sonar tranquila.

—Serás la primera —respondió tranquila—, pero se de lo que soy capaz y Dios —me miró con una sonrisa de niña boba y me confundí bastante—, me gusta ese gesto.

—¿Qué gesto? —pregunté confundida.

—Ese qué haces con la ceja —dijo con una sonrisa.

—¿Esté? —pregunté y levante mi ceja.