Capítulo 36

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Pov Ruby

—Sea lo que seas, esta en este libro niña —dice Neal serenamente—, ahora solo debemos descubrirlo.

Lily solo asiente y aprieto su mano para dejarle claro que no la dejaré sola en ningún momento.

Pasamos a la que era la sala de la casa y nos sentamos mientras Neal comenzaba a ojear el libro.

—¿Qué es ese libro exactamente? —pregunté con curiosidad pues los libros que los Mills poseen son un completo secreto.

—Nada importante Ruby —dice tranquilo mientras sigue mirando una a una las páginas—, solo es un registro de miles de años, cada criatura qué a pisado este mundo está registrada aquí, desde sus habilidades hasta sus debilidades.

—¿Cómo un libro de biología? —pregunta Lily confundida.

—Similar, la diferencia es que en este libro solo están criaturas sobrenaturales —responde tranquilo.

—¿Tienes alguna idea de lo que esta chica pueda ser? —pregunta David tranquilo.

—Bueno veamos, un hombre lobo demonio en definitiva no es —dice tranquilo—, así que lo único tan fuerte como uno seria…

Su silencio me pone nerviosa y el que vea a Lily fijamente lo vuelve peor.

—Un vampiro muy antiguo —responde tranquilo y todos callamos—, pero eso también es imposible pues de serlo ya estaría hecha polvo con el sol, sin mencionar que los vampiros están casi extintos y resguardados al otro lado del mundo.

—¿Dices que no hay nada más fuerte que Emma en ese libro? —pregunté con cierto temor.

—Un dragón, pero se extinguieron hace mucho y esta chica no tiene el tamaño de uno —dice tranquilo—, además tu hermana ni siquiera esta en este libro.

—¿Qué? —pregunté confundida.

—Las criaturas de este libro, sin excepción, tienen una debilidad, tu hermana hasta donde sabemos no la tiene, no hemos descubierto como matarla —responde serio.

—¿Entonces no hay registro de Emma en ningún libro? —pregunta David confundido.

—Lo hay, pero no en este —dice tranquilo—. Emma no fue el primer lobo demonio, pero el primero murió sin dar tiempo de ser estudiado.

—¿Y que lo mato? —pregunta Lily.

—No lo se, cuando el cadáver de quien fuera la bestia en aquel tiempo fue encontrado, ya no había rastro de nadie y el único testigo estaba vuelto cenizas por lo que se creyó que quizá fue un vampiro, pero nunca se comprobó —responde tranquilo.

—Perfecto entonces tu libro secreto nos ayudo en nada —dije frustrada.

—¿Qué es lo último que recuerdas niña? —pregunta Neal tranquilamente.

—Yo… yo solo esperaba a que Ruby volviera y esos lobos aparecieron y solo corrí y luego…

Lily se quedo callada como si hubiera recordado algo y eso me intrigó.

—¿Y luego? —preguntó David.

—Me detuve y di la vuelta sujetando a uno de los lobos por el cuello y luego nada, todo se borro —termina de decir y eso no parece aligerar el ambiente.

—En definitiva esto es algo peligroso —dice Neal—, y más si es algo que no controlas.

Neal se fue y David lo acompaño yo me dispuse a llevar a Lily de vuelta a la habitación, pero cuando menos lo pensé ella corrió hacia la puerta trasera y yo corrí detrás de ella.

—Lily detente —le pedí, pero ella solo seguía corriendo y era extraño pues hasta hace unos días yo era mucho más rápido que ella y ahora no soy capaz de alcanzarla.

De un momento a otro la perdí de vista y me detuve para tratar de encontrar su aroma pero no fue necesario, el sonido de algo enorme cayendo al suelo me hizo saber donde estaba.

Corrí y cuando llegue al lugar Lily estaba ahí, de pie y llorando, a su lado un gran árbol estaba en el suelo.

—¿Qué rayos me paso Ruby? —preguntó llorando y me miró.

—No lo se pequeña, no lo se —respondo triste y la abrazo.

Ella me abraza y es entonces que me doy cuenta de que ahora también es más fuerte ni siquiera yo podría derribar un árbol como ese de un golpe, pero ella lo hizo y ahora me abraza con más fuerza de lo normal.

—Quiero irme a casa —dice llorando.

—Yo igual, pero no podemos arriesgarnos a que lastimes a alguien allá, no podrías con la culpa —ella entiende mis razones y solo le doy un beso en la frente y volvemos a la casa de David.

Pov Emma

Despierto con mi sexy y bella esposa sobre mi y eso me hace sonreír, ella parce una máquina insaciable de sexo ahora, se que es por el embarazo pero eso no hace que me preocupe menos, quizá soy muy exagerada, pero no puedo evitarlo, si algo le llegará a pasar a ella o a nuestra bebé me moriría.

Sonrió al verla dormir tan tranquila, no quiero moverme de su lado, pero debo hacerlo, necesito alimentarla y que mejor que ella despierte y que el desayuno le llegue directo a la cama.

Me muevo con cuidado y logro salir de su lado sin qué ella despierte, busco algo de ropa y voy directo a la cocina, para mi suerte no hay nadie así que eso me facilita el realizar el desayuno con mayor rapidez.

Unos panqueques con miel y una taza fruta me parecen una excelente opción para alimentar a Regina por esta mañana, sirvo igual un poco de chocolate caliente y un poco de jugo de naranja. Una vez que todo esta colocado en la bandeja la tomo y subo a la habitación, abro la puerta y Regina recién esta estirándose.

—Deberías estar a nuestro lado cuando despertemos —dice tranquila mientras aún se estira y acto seguido se sienta en la cama y me mira.

—Me disculpo por mi error —digo con una sonrisa y me acerco lentamente—, solo creí prudente traerles el desayuno a la cama, espero puedas perdonarme.

—Eso huele muy rico —dice con una sonrisa y toma la bandeja para comenzar a comer lo que he preparado para ella—. Mmm, esto sabe muy bien, definitivamente estas perdonada.

—Te lo agradezco amor mío —digo con una sonrisa.

Ella termina de devorar lo que he preparado y eso me hace saber que sin duda debo ponerle un límite en el sexo, se comió todo muy rápido pues debía reponer toda la energía qué gasto durante la noche.

Ahora ella está esta en la ducha y no tardo en unirme a ella quien sonríe al sentir mi compañía.

—¿Tan rápido tendremos nuestra dosis de hoy? —pregunta con una sonrisa mientras se enjabona un brazo.

—No lo se, si te portas bien quizá suceda —le respondo tranquila y le quito el jabón de las manos para comenzar a enjabonar su espalda y ella suelta un pequeño suspiro.

—¿Sabes que no saldrás de este baño sin hacerme el amor verdad? —pregunta ya completamente excitada.

—¿Quién lo ha decidido? —pregunté con algo de burla—. Sigo siendo tu alfa, y tú harás lo que me plazca.

—Ambas sabemos que te encanta ser gobernada —me responde tranquila—, lo se porque soy yo quien te gobierna querida alfa Swan.

Me sonríe con el ego totalmente por las nubes y ahora me veo obligada a enseñarle modales a mi mujer, necesita recordar quien gobierna a quien.


Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora