Capítulo 49

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Pov Regina

Me molestaba que Emma aún pensará que yo era una idiota que creería sus mentiras, sabía perfectamente que ella iría a buscar a Edén después de hacerme el amor y dejarme agotada, pero está vez ella ya no haría sus imprudencias, no la dejaría.

—Emma por Dios siento que vas a matarme —susurré contra su oído mientras ella seguía con sus embestidas.

—Debería detenerme si ese es el caso —dijo con un ligero toque de burla sabiendo ya mi respuesta.

—Ni se te ocurra, si lo haces te mató mientras duermes —respondí con seriedad.

La empujé suavemente y ella entendió lo que quería. Rápidamente salió de mi para acostarse y dejar que yo estuviera arriba ahora. En esta nueva posición podía sentirla llegar más profundo y eso me estaba volviendo loca.

Podía sentir mi orgasmo aproximarse y sin duda ella también estaba cerca de terminar. Y tenía razón, unos cuántos movimientos de mi parte bastaron para que las dos llegáramos juntas al clímax y ella parecía estar muy feliz ya que sin duda yo estaba agotada.

Le sonreí y estire mis manos hacia un costado de la cama, Mulán ya sabía que Emma pese a todo seguía siendo una loca y por eso me entregó los sedantes en cuanto ella despertó.

Logré tomar uno con la mano y bese ligeramente a mi esposa para que no pudiera reaccionar a tiempo. Sentí su leve mordida sobre mis labios cuando la inyección atravesó su cuello.

—Regina —susurró ligeramente y sus ojos me miraban con tristeza.

—Esto no te dormirá por completo, eres un alfa muy grande amor, pero te mantendrá lo suficientemente débil para que no escapes y hagas una de tus estupideces.

Había pensado en encadenarla a la cama, pero sabía que por su infancia eso la haría recordar malos momentos con su padre, así que solo me acosté sobre su pecho y le suplique que durmiera conmigo.

Por la mañana Emma aún estaba débil por el sedante y estaba enojada conmigo, no quería que yo la ayudara en nada y ella iba y venia por toda la casa cayendo cada cinco pasos por lo débil que estaba pero se negaba a siquiera mirarme. Yo sabía que ella odiaba que la traicionaran, pero no dejaría que hiciera las cosas así, ya lo hizo y no resultaron de la mejor manera.

Ruby y Lily habían estado en su habitación desde ayer y solo Ruby salía para llevar comida, si bien Emma y ella ahora no podían ni verse su encuentro no fue tan caótico como todos pensábamos, fue solo un crucé de miradas y solo eso.

Para el medio día los efectos del sedante ya habían pasado y Emma ahora podía hacer las cosas por si misma, pero no sin mi supervisión y ella desde luego lo sabía solo que fingía que yo no la observaba.

Cuando me aburrí de ser ignorada simplemente volví a la habitación, pese a todo mi esposa seguía siendo una niña inmadura, no parecía ser mayor que yo y ni siquiera yo era tan infantil.

Después de haber estado encerrada por más de cuatro horas Emma al fin decidió que era momento de venir a buscarme.

—Es hora de comer —dijo en un susurró sabiendo que yo estaría molesta.

—Ya comí —respondí con frialdad, no era mentira había traído comida conmigo y Mulán también había traído comida para mi hace rato.

—Regi… —trató de insistir, pero la interrumpi.

—Ve a comer, no quiero que pases hambre, yo me quedaré aquí —respondí y ella no dijo nada, simplemente salió de la habitación con la cabeza agachada.

Mi Luna de Lunas (SwanQueen) [ABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora