12.Sorpresa

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Maratón 07/07

Dani's versión:

Estoy en Alemania por si se lo preguntan, estoy aquí para la semifinal de la Eurocopa, lo decidí de la noche a la mañana. Estaba en casa, viendo un partido del Real Madrid que iban perdiendo, y dije: "Ay no, estos no pueden, mejor iré a ver a Jude".

Pero me lo tomé literalmente.

-¿Por qué no? -me dije a mí misma, y así, de la nada, comencé a buscar vuelos.
Así que, con un billete reservado en mano y una maleta, subí al avión rumbo a Alemania. Miraba por la ventana, viendo cómo Madrid se alejaba, y no podía evitar sonreír al imaginar a Jude en el campo, vestido de azul y blanco. Tremendo taco de ojo que me echaría.

El viaje fue rápido, y aunque el vuelo fue tranquilo, mi mente estaba a mil por hora. No tenía un plan concreto, solo quería llegar y ver a Jude. Había pensado en llamarlo antes de llegar, pero decidí que sería una sorpresa mucho mejor si lo hacía de esa manera. Solo quería verlo cuando saliera al campo.

Cuando finalmente aterrizamos en Alemania, el aire fresco y el bullicio de la ciudad me dieron la bienvenida. En lugar de ir directamente al hotel, tomé un taxi y le pedí que me llevara al estadio. La emoción crecía en mi interior. El ambiente era muy distinto: banderas ondeando, gritos de aficionados, el olor a comida rápida en el aire.

Al llegar al estadio, la multitud vibraba con una energía que jamás había sentido. Los cánticos resonaban por todas partes.

Me acerqué a la entrada, sintiendo que el corazón me latía con fuerza. El cómo conseguí el boleto fue literalmente que le marqué al director técnico de Inglaterra para que me hiciera el tremendo favor de darme un boleto, y él gustoso aceptó... y eso que nunca lo había visto. En un abrir y cerrar de ojos, estaba dentro del estadio, rodeada de miles de aficionados. Todo estaba por comenzar.

Tomé mi asiento, y cuando el equipo salió al campo, el griterío fue ensordecedor. Y ahí estaba Jude, calentando y corriendo de un lado a otro, con esa intensidad que lo caracteriza. No pude evitar gritar su nombre al verlo, aunque sabía que no podía oírme entre la multitud. Estaba en primera fila, justo detrás de la banca de Inglaterra.

Jude lucía increíble, manejando el balón con una facilidad que solo él podía tener. El sudor caía por su frente... re bueno que se veía.

Cuando finalmente llegó el momento, Kane se preparó, tomó impulso y... ¡gol! El estadio estalló en júbilo. La emoción me invadió, y no pude evitar levantar los brazos y gritar de alegría, mientras aplaudía con todas mis fuerzas.

Y así fue el primer tiempo.

La segunda mitad del partido fue igual de intensa. Mientras los minutos pasaban, la tensión se hacía palpable. Miré a Jude concentrado, y en ese momento comprendí que había tomado la mejor decisión al venir aquí. No solo estaba apoyando a Jude.

Pero para este punto ya iban empatados 1-1.

De milagro anotaron otro gol de último minuto.

Al final del partido, cuando el silbato sonó y supe que su equipo había ganado, miré a Jude, que se abrazó con sus compañeros, y yo sentí que el orgullo me llenaba. Era un momento que quedaría grabado en mi corazón para siempre.

Después de que el equipo salió del campo, yo me levanté, saliendo de ahí para caminar hacia los vestidores.

Me sentía famosa; varias chicas me reconocieron y me pidieron fotos. Rezaba para que no vieran mi panza.

Pero no fue así. Pasé desapercibida. Luego, los de seguridad me reconocieron y me dejaron pasar a los vestidores, y de los vestidores salí al campo porque seguían festejando. Busqué a Jude entre todos, mi corazón latiendo con fuerza. Y justo cuando creía que no podría encontrarlo, nuestros ojos se encontraron. Su rostro se iluminó al verme, y me hice camino entre todos. Él se acercó a mí, y cuando finalmente llegué a su lado, no pude evitar lanzarme a sus brazos.

-¡No puedo creer que estés aquí! -me dijo, su aliento entrecortado por la emoción.

-Tenía que venir a verte jugar -respondí, sonriendo.

-Me alegra que estés aquí -me besó- Y me alegra que este campeón también esté aquí -bajó a besar mi panza.

-¡Jude! No... -le susurré, y se levantó rápido.

-Se me olvida -bajó la cabeza.

-No te preocupes -reí- No creo que lo hayan visto.

Error.

-Sí...

-¡Hey! Pasaste a la final.

-¡Pasé a la final! -gritó.

-¡Sí! -comenzamos a festejar.

...

-¿Cómo es que llegaste aquí? -preguntó al rato.

-Pues tuve un pequeño susto y fui al doctor, y me dieron incapacidad... la aproveché para venir.

-¿Entonces debes descansar?

-Sí... pero tenía que estar aquí contigo.

-Ay, Dani -sonrió- Es la mejor sorpresa que alguien me pueda dar, supera a la vez que me regalaron un suéter cuando era niño -sonreí por lo feliz que se veía-. Pero... aun así debes descansar.

-Tú también.

-Sí, vayamos al hotel.

...

-¿Te quedarás para la final? -me miró ya cuando estábamos en el hotel.

-Claro, es obvio. ¿Contra España? -asintió.

-Antes me hablas, sin duda iré... imagínate verte jugar contra Pedri, ¡nombre! Eso no me lo pierdo.

Me miró serio.

-Es broma, iré a verte a ti... pero si me veo mi ojito, no digas nada -reí.

-Qué graciosa.

Después de nuestra charla en el hotel, el cansancio de la emoción y el viaje comenzó a hacer efecto. Me acomodé en la cama, sintiendo el suave colchón bajo mi cuerpo. Jude salió de la ducha, con el cabello mojado y una toalla alrededor de la cintura. Lo vi desde el espejo y no pude evitar sonreír.

-Se ve que me extrañaste mucho -dije en tono juguetón.

-Más de lo que te imaginas -respondió con una sonrisa.

Se acostó a mi lado, acercándose lentamente hasta colocar su mano suavemente sobre mi panza. Matías parecía reconocer su toque, porque en ese momento dio una pequeña patada.

-¡Vaya! Ya está listo para jugar -dijo sorprendido, su expresión iluminada.

Sonreí mientras sentía esa conexión entre los dos. Había algo muy especial en ese momento, algo que me hacía sentir completamente segura y feliz. Jude se quedó observando mi panza por un momento más, como si intentara memorizar cada pequeño movimiento de nuestro hijo.

-Estás haciendo un buen trabajo -me susurró, su mirada llena de ternura.

-Tú también -respondí, acariciando su rostro.

....

Ya hasta aquí el maratón porque me emocione de más y aun así tengo muchos capítulos en borradores pero ya,hasta aquí mi reporte Joaquín

#Quenomefunen🗣️🔥

Con esto me despido

¡YA SABENNNN!

21:12 p.m.
18-10-24

𝗣𝗨𝗡𝗧𝗢 𝗬 𝗔𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘-𝑨𝒍𝒂𝒏 𝒎𝒐𝒛𝒐-²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora