27.Matías es mi hijo

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Dani's versión:

Ya estábamos en la casa del pocho y ya había saludado a Mariela, Dayana, Emily, Ivanna y a mini pochito. Me recibieron con mucha felicidad al igual que Armando y Cowell, ellos hace rato no habían estado en verde valle y no sabían que pedo, pero igual me recibieron bien.

-¡Haremos un brindis por Dani que regresó, y Matías, el nuevo chivahermano de la casa! - Dijo pocho.

- ¡Si! - Dijeron los demás.

-  No es por ser sentimental, pero es bueno tenerte en casa. - Me dijo el pocho. - te extrañamos.

- Si... yo igual los extrañé. -Reí sentada al lado de Alan.

- Y por favor, ya no te vayas.

- No, ya  no. - Reí nuevamente.

Después de un rato, las conversaciones se hicieron más relajadas y la noche pasó rápido. De alguna manera, no me sentía tan perdida como antes, aunque sabía que aún quedaba mucho por resolver. Sin embargo, por fin tenía claro que, al menos por ahora, había tomado la decisión correcta.

Alan, que estaba a mi lado todo el tiempo, me miró una vez más con una sonrisa que, aunque contenía una mezcla de esperanza y incertidumbre, también me mostraba que estábamos intentando construir algo juntos.

-¿Te sientes bien aquí? – me preguntó.

-Sí – respondí sin dudarlo, con una sonrisa. – Me siento en casa.

Seguimos hablando de como les había ido en los partidos, me contaron que les habia algo mal y yo ni enterada, nadie mencionó a Fernanda y eso me hizo bien.

De rato, Matías ya se estaba quedando dormido.

-Ahorita vengo. - Les dije cargando a Matías entrando a la casa para llamar a Jude como el me lo había pedido

Me senté en la sala con Matías en brazos, intentando calmarlo mientras su pequeño cuerpo daba muestras de cansancio. Aunque ya estaba medio dormido, seguía con los ojos entreabiertos, como si quisiera resistirse a quedarse dormido por completo. Recordé lo que Jude me había pedido más temprano: que le llamara antes de que Matías se durmiera. Dudé un momento, pero finalmente busqué su contacto en el celular y le di a la opción de videollamada.

El tono sonó un par de veces antes de que Jude contestara. Su rostro apareció en la pantalla, y aunque había algo cansado en su mirada, una sonrisa genuina se formó en su rostro al vernos.

-Dani... -dijo suavemente, como si no supiera bien qué decir-. Hola.

-Hola, Jude. Lo prometido es deuda.

Jude pareció tomar aire y luego sonrió de nuevo, esta vez con más fuerza.
-Ya veo..¿Y cómo está mi pequeño campeón?

Volteé el celular hacia Matías, quien al principio parpadeó confundido, pero en cuanto reconoció la voz de Jude, una sonrisa pequeña y tímida apareció en su carita. Balbuceó algo incomprensible mientras estiraba su manita hacia la pantalla, como si quisiera tocarlo.

Jude se rió suavemente al verlo.
-Míralo nada más. Aún se acuerda de mí, ¿eh?

Reí.

- Pues sí, apenas te dejó de ver hace casi dos días.

El silencio que siguió fue pesado, pero Jude rompió la tensión, enfocándose de nuevo en Matías.- Buenas noches, campeón. Espero que te hayas portado bien con mamá hoy. Ya sabes que tienes que cuidarla mucho.

Matias solo lo miraba, pero con ojos pesados.

Volví la cámara hacia mí, acunando a Matías, quien ya estaba medio dormido.
-Ya no tarda en quedarse dormido.

𝗣𝗨𝗡𝗧𝗢 𝗬 𝗔𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘-𝑨𝒍𝒂𝒏 𝒎𝒐𝒛𝒐-²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora