𝗣𝗨𝗡𝗧𝗢 𝗬 𝗔𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘-𝑨𝒍𝒂𝒏 𝒎𝒐𝒛𝒐-²

19.Soy su padre

Favor de leer la nota del final.

-¿Qué hace él aquí? - preguntó Jude otra vez.

Alan, sentado frente a mí, apretó los puños sobre la mesa, pero mantuvo la calma. Matías estaba en su sillita, observando con curiosidad el ambiente cargado de energía, como si, a pesar de su corta edad, pudiera sentir el peso de lo que estaba ocurriendo.

- Antes de empezar les pido que tú Jude hables español o que tú Alan hables inglés porque si no, no van entender nada.

- Que él hablé española ver si es cierto - Soltó Alan molesto y Jude asistió.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó nuevamente Jude pero en español, medio malo pero hizo la lucha.

- Vine a hablar con Dani - respondió Alan, su tono tranquilo, pero la mirada fija en Jude.

Sentí cómo el aire se volvía más denso, cada segundo que pasaba me asfixiaba. Estaba atrapada entre dos mundos: el pasado que Alan representaba y el presente en el que Jude estaba firmemente enraizado y Matías, quien parecía ajeno a la tormenta que se avecinaba.

-¿Hablar? ¿De qué exactamente? -Jude soltó una risa irónica- ¿Qué tienes tú que hablar con ella?

Matías hizo un pequeño sonido, y su mirada se clavó en Alan. Me acerqué para acariciar la mejilla de mi hijo, quien se removió en su sillita, inquieto. Estaba esperando que empezara a llorar, pero no lo hizo. En cambio, sus ojos seguían fijos en Alan, con una curiosidad casi instintiva.

- Quería explicarle lo que pasó... y lo que siento. Vine aquí porque no puedo seguir sin hablar con ella. - Alan bajó la mirada por un segundo antes de volver a fijarla en mí - No sabía cuánto más podría aguantar sin intentarlo.

Las palabras de Alan me golpearon como un mazo en el pecho. Sentí cómo el peso de lo que estaba a punto de decir se acumulaba en mi garganta, pero antes de poder decir algo, Jude dio un paso adelante.

- Tienes mucho valor viniendo hasta aquí, Alan - dijo Jude, su tono bajo, pero cargado de ira contenida- ¿Después de lo que hiciste, crees que simplemente puedes aparecer y todo estará bien? Y además después de dos años,que cínico.

Alan respiró profundo y desvió la mirada por un segundo, hacia Matías, que lo seguía mirando con curiosidad. No pude evitar notar cómo Alan lo observaba de vuelta, como si tratara de descifrar algo, pero sin comprender del todo lo que veía.

- No estoy aquí para que todo esté bien de inmediato. - respondió Alan, mirando nuevamente a Jude - Pero quiero que Dani sepa la verdad. Y aunque ella esté contigo, necesito saber que hice todo lo posible por aclarar lo que pasó.

- Ella ya sabe la verdad - replicó Jude con firmeza - La verdad es que la dejaste. Yo estuve aquí cuando lo necesitaba. Tú, no.

Matías balbuceó algo y, sin pensarlo, lo saqué de su sillita para tenerlo en mis brazos. Él se removió, inquieto, y sus manitas comenzaron a jugar con mi cabello. Mientras lo tenía cerca, me daba cuenta de lo evidente que era todo: Alan no sabía. No tenía idea de que el bebé en mis brazos era suyo.

-¿Es su hijo? - preguntó Alan de repente, con la voz más suave, mirando a Matías con una mezcla de curiosidad y algo más que no pude identificar.

Mi corazón se detuvo por un segundo. Matías se acurrucó contra mí, y sentí cómo su respiración tranquila se mezclaba con la mía, que estaba acelerada.

- Sí, es Matías. - dije, tratando de mantener la voz firme - ya te lo dije.

- No, pero... ¿Es el hijo de él? - Miró a Jude.