𝗣𝗨𝗡𝗧𝗢 𝗬 𝗔𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘-𝑨𝒍𝒂𝒏 𝒎𝒐𝒛𝒐-²

21.Son mi vida

Dani's versión:

Entré a casa tratando de calmar el torbellino de emociones que había quedado después de hablar con Alan.

Me encontré a Jude sentado cargando a Matías quien estaba dormido en sus brazos.

- Hola mi vida, pasé por Mati a la casa de Liah para pasar tiempo con él, pero como que no le agradó y mejor se durmió. - Me dijo sin mirarme por prestarle atención a Matías.

Cuando escuché con eso quise morir, no quería elegir entre Jude y Alan.
Jude había sido mi refugio, la persona en la que confiaba plenamente. Aun así, sentía esa mezcla de culpa y confusión, sin saber bien cómo explicarle lo que había pasado.

-¿Todo bien? - preguntó Jude, notando mi expresión mientras me acercaba a ellos y acariciaba la cabecita de Matías.

-Sí... bueno, más o menos - murmuré, mordiéndome el labio antes de continuar - Me encontré con Alan.

Jude dejó de sonreír y me miró con una mezcla de sorpresa y algo de tensión en el rostro. Sus ojos me examinaban, tratando de leer más allá de mis palabras.

-¿Y? - dijo, su tono era calmado, pero noté una pizca de molestia asomarse.

Suspiré y me senté a su lado, buscando las palabras adecuadas.

- Me pidió otra oportunidad... - admití en voz baja, bajando la mirada. Lo sentí tensarse a mi lado y lo miré, esperando su reacción.

Él se quedó en silencio un momento, claramente procesando lo que le acababa de decir. La molestia en sus ojos era evidente ahora, y aunque trató de ocultarla, no lo logró del todo.

-¿Y qué le dijiste? - preguntó, con una calma que no parecía del todo natural.

- Le dije que... que lo pensaría - murmuré, sintiendo un peso en el pecho al ver cómo su expresión cambiaba.

Jude asintió, pero la tensión en su mandíbula era imposible de ignorar. Había una mezcla de dolor e incredulidad en su rostro que me partió el alma. Se pasó una mano por el cabello, claramente tratando de mantener la calma.

- Mira, Dani, entiendo que tengas dudas... pero él se fue. Tú y yo hemos construido esto juntos, y ahora me dices que estás pensando en darle otra oportunidad, como si no contara lo que hemos pasado. - me dijo en un tono firme, aunque trataba de sonar comprensivo.

- Jude... no es que quiera lastimarte. Sólo que... apareció y removió muchas cosas - intenté explicarle, aunque no sabía si sonaba convincente ni para mí misma.

Él asintió despacio, sin mirarme directamente.

- Haz lo que quieras, Dani. Pero espero que realmente pienses en lo que tienes ahora y en lo que arriesgas - dijo, sin ocultar del todo la molestia en su voz.

Me quedé en silencio, sintiéndome atrapada entre lo que había sido mi vida con Alan y lo que tenía ahora con Jude. Sabía que esto no iba a ser fácil, pero en el fondo entendía que, pasara lo que pasara, debía tomar una decisión que fuera justa para todos.

La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Jude se levantó del sillón, manteniendo a Matías en sus brazos, y comenzó a caminar hacia la habitación, sin decir nada más. Lo observé, sintiéndome cada vez más culpable, como si un peso enorme se estuviera acumulando en mi pecho.

Quería decirle algo, aclararle lo que estaba pasando por mi mente, pero las palabras simplemente no salían. Cuando volvió a mirarme, sus ojos reflejaban una mezcla de dolor y decepción, algo que me dolía más de lo que esperaba.