Ups Se Cayó

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Perspectiva de Minho

Minho nunca había sido fanático de los centros nocturnos, pero esa noche, las circunstancias lo llevaron allí. Changbin había insistido en que lo acompañara junto a Hyunjin y Chan, con el pretexto de "conocer al famoso Han Jisung", el mismo que, en palabras de Changbin, era tan querido por todos en el circuito del rap underground. Minho no pudo evitar sentir curiosidad, aunque más por despecho que por genuino interés. ¿Qué tiene de especial ese chico que es tan querido por todos?, pensaba, aún molesto por lo que había escuchado días antes.

Cuando llegaron al centro nocturno, todo fue un caos inmediato. El lugar estaba repleto, y la entrada de Minho causó revuelo. No era raro que la gente lo reconociera, con su fama en el modelaje y su estatus social. En cuanto entró, los murmullos empezaron, y pronto las personas comenzaron a acercarse para pedirle fotos y autógrafos.

—¡Minho, por favor, una foto! —gritaba alguien desde el fondo.

—¡Eres increíble, Minho! ¡¿Puedo tomarme una selfie contigo?! —otra voz se unió.

Minho suspiró, acostumbrado a la atención, pero esa noche lo encontraba un poco irritante. Sin embargo, accedió con una sonrisa educada, posando para las fotos y firmando autógrafos. Mientras lo hacía, Hyunjin y Chan observaban con una mezcla de asombro y diversión.

—Vaya, esto parece una pasarela en vez de un centro nocturno —comentó Hyunjin, riendo mientras veía a Minho rodeado de fanáticos.

Chan asintió, pero su atención se desvió hacia el escenario, donde la música estaba subiendo de volumen. Había una energía vibrante en el lugar, y los murmullos entre la multitud indicaban que algo grande estaba por comenzar.

—Oye, parece que Jisung está por subir al escenario —dijo Chan, señalando con la cabeza hacia el lugar donde Changbin y Jisung se preparaban para su demostración de rap.

Minho, a pesar de su molesto humor, no pudo evitar mirar en esa dirección, su atención atraída involuntariamente hacia el chico que había estado en su mente desde la sesión de fotos. Jisung estaba allí, hablando animadamente con Changbin, su expresión mucho más relajada y confiada de lo que Minho recordaba. Llevaba una sonrisa en el rostro, y aunque Minho lo odiara admitir, esa sonrisa era contagiosa.

Pero lo que realmente le llamó la atención fue cómo Jisung parecía completamente en su elemento. Allí, en ese entorno ruidoso y lleno de gente, Jisung no era el torpe asistente que había conocido. Era otro Jisung, más relajado, más seguro, y por un segundo, Minho entendió por qué Changbin y los demás hablaban tan bien de él. Tal vez no es tan inútil después de todo, pensó con cierta ironía, aunque todavía sentía una punzada de desagrado al recordar su conversación por teléfono.

Justo cuando Jisung y Changbin estaban a punto de comenzar, Jisung vio a Minho entre la multitud, rodeado de fanáticos y cámaras. Sus ojos se abrieron con sorpresa, y por un momento, la confianza que había ganado en el escenario pareció tambalearse. ¿Qué hace él aquí?, se preguntó Jisung, nervioso de repente. No podía creer que Minho, el modelo que tanto lo había intimidado, estuviera allí, en su espacio, observándolo.

—¡Vamos, Jisung! —gritó Changbin, dándole una palmada en la espalda—. ¡Es nuestro momento! ¡No te distraigas!

Jisung asintió, intentando volver a concentrarse, pero las palabras de Changbin parecían resonar en el vacío. ¿Cómo se suponía que se concentrara cuando Lee Minho estaba en el público, mirándolo con esos ojos críticos que tanto miedo le daban? No va a echarme a perder la noche, se dijo a sí mismo, tratando de recuperar la confianza.

La música comenzó, y Jisung se preparó para entrar en su parte de la canción. Changbin ya estaba rapeando con energía, y la multitud estaba animada, pero cuando llegó el turno de Jisung, ocurrió lo peor. Al moverse hacia el centro del escenario, Jisung, en su típica torpeza, tropezó con uno de los cables del equipo de sonido. Antes de que pudiera detenerse, su pie resbaló y cayó al suelo, con el micrófono haciendo un fuerte eco al golpear el suelo.

El silencio en la sala fue inmediato, seguido por algunos murmullos de sorpresa y risas contenidas. Jisung, con las mejillas rojas de vergüenza, se levantó rápidamente, riéndose nerviosamente para tratar de aliviar la situación. Pero cuando miró hacia el público, vio algo que no pudo soportar: Minho estaba riéndose.

Minho, el modelo serio y siempre impasible, estaba riendo abiertamente desde el fondo del club. No era una risa cruel, pero sí una de esas carcajadas que salían sin control, como si lo que acababa de suceder fuera lo más gracioso que hubiera visto en días.

Jisung sintió una mezcla de humillación y frustración arder en su pecho. ¡¿Por qué?!, pensó. ¿Por qué, de todas las personas, Minho tenía que ser quien se riera de él? Intentó ignorarlo, pero era imposible. Sabía que, para Minho, él solo era el chico torpe que siempre hacía el ridículo.

—Lo siento, lo siento —dijo Jisung rápidamente al micrófono, tratando de recomponerse—. Vamos de nuevo.

La música volvió a sonar, y aunque Jisung logró terminar su parte, ya no sentía la misma confianza. No podía quitarse de la cabeza la imagen de Minho riéndose de él. La multitud parecía haberse recuperado, animándolo, pero Jisung solo podía pensar en el hecho de que, por segunda vez, había hecho el ridículo frente a Lee Minho. Esta noche no puede empeorar, pensó, sintiéndose derrotado por completo.

Un príncipe de revista (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora