Perspectiva de Minho
Los días siguientes transcurrieron con una calma que Minho apreciaba profundamente. Desde su firme declaración de apoyo hacia Jisung en el set, todo el ambiente cambió. Sus compañeros de trabajo parecían haber captado el mensaje y comenzaron a tratar a Jisung con el respeto que se merecía, dejando de lado los murmullos y las miradas inquisitivas. Minho sentía una satisfacción silenciosa al ver cómo, poco a poco, Jisung iba ganando la confianza en el equipo. Sabía que él mismo también debía ayudar a que Jisung se sintiera seguro y respaldado, y eso era exactamente lo que pensaba hacer.
Las jornadas de trabajo transcurrían con fluidez, y cada pausa entre las sesiones de fotos era una oportunidad para que Minho y Jisung compartieran algo más que solo la labor profesional. Después de cada sesión, cenaban juntos en algún rincón de Jeju, explorando los pequeños restaurantes y cafeterías de la isla, compartiendo risas y conversaciones que solo los acercaban más.
Una noche, mientras cenaban en un restaurante familiar con una terraza que daba a la playa, Minho se dio cuenta de cuánto había cambiado en tan poco tiempo. Él, alguien que siempre había sido reservado y poco expresivo con sus sentimientos, ahora se encontraba hablando abiertamente con Jisung sobre cosas que jamás había compartido con nadie más. Se sentía cómodo y en paz, como si cada momento al lado de Jisung le permitiera descubrir una parte de sí mismo que había mantenido oculta por mucho tiempo.
—¿Te imaginas cómo reaccionarán todos cuando volvamos? —preguntó Jisung, sonriendo con una mezcla de curiosidad y nerviosismo—. Félix y los demás no pueden esperar para verte.
Minho rió suavemente, imaginando las reacciones de sus amigos y familiares. Félix, Jeongin y Seungmin seguramente estarían entusiasmados, y sabía que Chan, Hyunjin y Changbin también lo apoyarían. Pensar en cómo sus amigos y su familia recibían a Jisung le daba una tranquilidad que lo hacía ver el futuro con optimismo.
—Estoy seguro de que les gustará verte conmigo —dijo Minho, mirándolo con una sonrisa sincera—. Todos te aprecian, y la verdad… ellos ya sabían que eres alguien importante para mí, incluso antes de que yo lo admitiera.
Jisung se sonrojó levemente, pero sonrió con alegría al escuchar eso.
—Aún no puedo creer que todo esto esté pasando —respondió en voz baja—. A veces pienso que… no sé, que es como un sueño. Me siento tan feliz contigo, Minho. Nunca pensé que alguien como tú pudiera fijarse en mí.
Minho tomó su mano con suavidad, entrelazando sus dedos.
—Pues créelo, porque aquí estoy —murmuró, mirándolo a los ojos—. Lo que siento por ti es real, y quiero que sigamos explorando esto, sin prisa, pero con la seguridad de que es algo que nos importa a los dos.
Esas palabras fueron un consuelo para Jisung, y ambos continuaron su cena en paz, disfrutando de la compañía y de la noche tranquila.
Los días de rodaje continuaron y Minho se entregó completamente a su trabajo, consciente de que esta sesión era una oportunidad única. Cada vez que posaba frente a la cámara, lo hacía con una confianza renovada, sabiendo que contaba con el apoyo y la presencia de Jisung cerca de él. Había algo en esa conexión que lo hacía brillar de una manera especial, y eso no pasó desapercibido para los representantes de la marca de lujo.
En la última jornada de grabación, Minho terminó la sesión con una sensación de satisfacción completa. Sabía que había dado lo mejor de sí, y los comentarios de los directivos de la marca confirmaron que el trabajo había sido un éxito.
—Minho, queremos agradecerte por tu profesionalismo y dedicación. Este ha sido uno de nuestros rodajes más exitosos —dijo uno de los representantes, dándole una palmada en el hombro—. Y nos encantaría que participes en nuestro próximo proyecto en Seúl. Sería un rodaje de diez días; estamos seguros de que tu presencia sería invaluable.
Minho agradeció las palabras con una inclinación de cabeza y una sonrisa, pero antes de aceptar formalmente, una idea cruzó su mente. Volteó a ver a Jisung, quien estaba a unos metros organizando el equipo, y supo que no quería que esa experiencia fuera sin él.
—Agradezco la oferta —respondió, mirando de nuevo al representante—, pero tengo una condición.
El representante lo miró, intrigado.
—¿Qué necesitas, Minho? Si está en nuestras manos, haremos lo posible para cumplirlo.
Minho tomó aire y, con tono decidido, dijo:
—Me gustaría que Jisung forme parte del equipo de producción. Ha demostrado ser competente y ha sido una gran ayuda en este rodaje. Me siento cómodo trabajando con él, y creo que sería una excelente adición para el proyecto en Seúl.
El representante miró a Jisung y luego de nuevo a Minho, como si estuviera considerando la propuesta. Después de unos segundos, asintió con una sonrisa.
—Si eso es lo que necesitas para hacer este proyecto, entonces Jisung será parte del equipo. Le informaremos al equipo en Seúl para que hagan los arreglos necesarios.
Minho sonrió, agradecido de que todo hubiera salido según lo planeado. Al terminar la conversación, se acercó a Jisung, quien todavía no estaba al tanto de la noticia.
—Jisung, ven, tengo algo que decirte —dijo, con una expresión emocionada.
Jisung lo miró, extrañado, pero se acercó de inmediato.
—¿Qué pasa? —preguntó, mirando a Minho con curiosidad.
—He aceptado hacer otro proyecto con esta marca, pero esta vez en Seúl. Será un rodaje de diez días —comenzó Minho, observando cómo la curiosidad de Jisung se transformaba en sorpresa.
—¡Eso es increíble! —exclamó Jisung, visiblemente emocionado—. Es una oportunidad enorme.
Minho asintió, disfrutando de su entusiasmo.
—Sí, lo es. Pero también pedí una condición para aceptarlo —añadió, sin apartar la mirada de él—. Les dije que quería que formaras parte del equipo de producción.
Jisung parpadeó, atónito, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.
—¿Qué? ¿Me estás diciendo que… podré trabajar contigo en Seúl? —preguntó, aún incrédulo, mientras una sonrisa comenzaba a formarse en su rostro.
—Exacto. Quiero que estés a mi lado en este proyecto. He visto lo increíble que eres en lo que haces, y quiero que esta oportunidad también sea para ti —respondió Minho, con una sinceridad que hizo que los ojos de Jisung brillaran.
Sin poder contener su emoción, Jisung le lanzó un abrazo, riendo de pura alegría. Minho lo abrazó de vuelta, sintiendo una profunda satisfacción al ver lo feliz que estaba. Sabía que este proyecto en Seúl sería un desafío, pero tener a Jisung a su lado hacía que todo pareciera más emocionante y prometedor.
—Gracias, Minho. En serio, no sé cómo agradecerte por esto —murmuró Jisung, todavía sin poder creerlo.
—No tienes que agradecerme nada. Tú te has ganado esto, Jisung. Eres bueno en lo que haces, y mereces esta oportunidad tanto como cualquiera en el equipo —le dijo, mirándolo con orgullo.
Ambos se quedaron en silencio un momento, disfrutando de la emoción compartida. Sabían que el viaje a Seúl sería una nueva etapa en su relación, y Minho sentía una tranquilidad al saber que estarían juntos en cada paso.
Esa noche, mientras volvían al hotel después de la última cena en Jeju, Minho reflexionaba sobre todo lo que había cambiado en esos días. Lo que comenzó como un simple rodaje se había transformado en algo mucho más importante; no solo había sido una oportunidad profesional, sino también el inicio de algo real con Jisung.
En el fondo, Minho sabía que este era solo el comienzo de algo mucho más profundo y duradero. Y con esa certeza, decidió que haría todo lo posible para que su tiempo con Jisung en Seúl y en cada momento que compartieran estuviera lleno de apoyo, respeto y, sobre todo, amor.
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Un príncipe de revista (Minsung)
FanfictionHan Jisung es auxiliar de fotografía de lujo. Lee Minho es un modelo de alto nivel que en una sesión de fotos quiere que alguien le ayude al chico torpe que se incorporó al equipo.