Un príncipe de revista (Minsung)

Decepción

Perspectiva de Minho

Minho despertó lentamente, sintiendo los efectos de la noche anterior reflejados en su cabeza pesada y el cuerpo adormilado. Se estiró en la cama, recordando poco a poco los eventos de la noche: la risa, las bromas, el juego de "Verdad o Reto"… y luego Jisung. Los recuerdos de los besos compartidos, de la intimidad y la conexión que había sentido, hicieron que su pecho se llenara de una calidez extraña, una que no había experimentado en mucho tiempo. Había sido especial, y por primera vez en mucho tiempo, se había permitido bajar la guardia.

Pero al abrir los ojos y ver el otro lado de la cama vacío, esa calidez se desvaneció, dejándole una sensación fría y amarga en el estómago. Miró alrededor del cuarto, buscando alguna señal de Jisung, pero no había nada. El espacio estaba en silencio, demasiado vacío. ¿Dónde estaba?

Se levantó, sintiendo una punzada de decepción mezclada con un leve dolor de cabeza. Se vistió rápidamente, intentando no dar demasiado peso a los pensamientos que comenzaban a llenar su mente. ¿Se había ido sin despedirse? Se repitió la pregunta, sintiéndose cada vez más inquieto. Tal vez no debería haber bajado tanto sus defensas, tal vez todo había sido un error.

Salió de la habitación y encontró a los demás chicos en la sala, algunos todavía terminando de despertar. Jeongin y Félix se estaban desperezando, mientras Seungmin tomaba un café. Al verlo, todos le dirigieron una sonrisa, como si no notaran la confusión en su rostro.

—¿Han visto a Jisung? —preguntó Minho, intentando sonar casual, aunque sabía que su voz traicionaba cierta ansiedad.

Los chicos se miraron entre sí, y luego Félix negó con la cabeza.

—No lo hemos visto desde que nos levantamos. ¿No estaba contigo? —preguntó Félix, frunciendo el ceño.

Minho apretó los labios, tratando de controlar la frustración que sentía creciendo dentro de él. ¿Así que se había ido de verdad? Esa realidad comenzaba a hundirse en su mente. A pesar de lo que había sentido la noche anterior, parecía que para Jisung solo había sido algo momentáneo, algo que no valía ni siquiera una despedida.

Seungmin, Félix y Jeongin comenzaron a prepararse para irse, despidiéndose y prometiendo que pronto se reunirían otra vez. Minho los despidió educadamente, sin poder evitar la mezcla de decepción y dolor que le dejaba la ausencia de Jisung. Al cerrar la puerta, regresó a la sala, donde Chan, Hyunjin y Changbin seguían sentados, riendo y comentando la buena noche que habían pasado.

—¡Vaya noche, eh! —dijo Chan, lanzándole una sonrisa alegre a Minho—. ¿Qué tal, todo bien?

Minho intentó responder con una sonrisa, pero no pudo. La frustración y el resentimiento pesaban demasiado, y en ese momento se sentía agotado, con una resaca física y emocional que lo dejaba en silencio.

Hyunjin, notando la expresión sombría en el rostro de Minho, frunció el ceño.

—¿Qué pasa, Minho? —preguntó, intentando descifrar su humor.

Minho suspiró, pasando una mano por su cabello mientras buscaba las palabras adecuadas.

—Nada… —murmuró, aunque su tono denotaba un ligero enojo—. Solo que… creo que cometí un error anoche.

Los tres lo miraron con sorpresa y preocupación, y Changbin fue el primero en hablar.

—¿Con Jisung? ¿Por qué? —preguntó, su tono lleno de curiosidad y desconcierto.

Minho apretó los labios, sintiendo el dolor y la decepción en su pecho. Había sido un momento especial para él, algo que realmente pensó que podría llevar a algo más. Pero despertarse solo, sin siquiera una nota o una palabra de despedida, le había dejado una sensación de vacío. ¿Acaso Jisung lo había usado y luego desaparecido? Esa idea lo lastimaba más de lo que quería admitir.

—Porque se fue sin decir nada. —Minho intentó sonar indiferente, pero sus palabras llevaban un tinte de amargura—. Supongo que fui solo uno más para él.

Los chicos se quedaron en silencio, asimilando lo que Minho había dicho. Chan se acercó y le dio una palmada en el hombro.

—Oye, tal vez fue un malentendido. Jisung no parece del tipo que haría algo así —dijo con suavidad, tratando de animarlo—. Quizás solo estaba nervioso.

Minho asintió, aunque no se sentía del todo convencido. Había dejado que sus emociones tomaran el control, algo que rara vez permitía, y ahora sentía que lo habían traicionado. Se había entregado demasiado rápido, y ahora se sentía vulnerable y herido.

—No lo sé, Chan… tal vez fui demasiado rápido —murmuró, mirando hacia la ventana con una mezcla de tristeza y desilusión.

La noche anterior, Jisung había parecido alguien diferente, alguien que le hacía olvidar sus propias barreras. Pero ahora, solo sentía que había sido una fantasía pasajera, algo que probablemente nunca debió haber permitido. Mientras la mañana avanzaba, la sensación de vacío seguía latente, recordándole que, a pesar de todo, aún no podía confiar completamente en nadie.