En El Departamento

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Perspectiva de Jisung

La noche había tomado un giro inesperado cuando Changbin sugirió que todos continuaran la fiesta en el departamento que compartía con Chan, Hyunjin y Minho. Jisung, todavía en una nube por el número de Minho guardado en su teléfono, aceptó la idea sin pensarlo demasiado. Todos parecían entusiasmados y, tras pasar a comprar comida, botanas y más bebidas, se dirigieron al lujoso departamento, riendo y bromeando en el camino.

El ambiente en el departamento era relajado y acogedor. Los muebles elegantes y las vistas de la ciudad desde el ventanal añadían un toque especial a la noche. Ya instalados, Chan propuso un juego de "Verdad o Reto", lo que, entre risas y miradas cómplices, todos aceptaron. El juego empezó de forma inocente: verdades sobre sus peores experiencias en clases, retos sencillos de bromas, hasta que el nivel de los desafíos comenzó a subir conforme la noche avanzaba y las risas llenaban la sala.

Jisung se sentía completamente cómodo, rodeado de sus amigos y de las nuevas conexiones que estaba haciendo. Sin embargo, algo dentro de él se tensaba cada vez que Minho lo miraba o cuando, de casualidad, sus manos se rozaban mientras buscaban algo en la mesa. Había una energía entre ellos que no podía ignorar, aunque intentara convencerse de que solo era el resultado de la emoción del juego y de la noche.

Entonces llegó su turno, y fue Changbin, con una sonrisa traviesa, quien lanzó el reto.

—Jisung, te reto a besar a Minho —dijo Changbin, riendo y mirando a ambos con evidente entusiasmo.

Jisung sintió que las mejillas le ardían y que su corazón comenzaba a latir con fuerza. Al principio, miró a Minho con algo de nerviosismo, esperando algún tipo de rechazo o incomodidad, pero para su sorpresa, Minho simplemente le devolvió la mirada, sin decir nada, como si esperara su siguiente movimiento. La expectativa en la sala crecía, y antes de pensarlo demasiado, Jisung se inclinó y, con una mezcla de nervios y emoción, le dio un beso suave a Minho.

El beso fue breve, pero había algo en él que hizo que Jisung sintiera un cosquilleo en la piel, una chispa que no esperaba y que, al parecer, Minho también había sentido, porque lo miraba con una intensidad que no había visto en él antes.

Jisung trató de apartarse, sonriendo nervioso, pero su corazón estaba latiendo tan fuerte que casi se le olvidó que el juego debía continuar.

Perspectiva de Minho

Minho no sabía en qué momento la noche había dado ese giro. Al principio, se había reído con los demás, disfrutando del juego, pero conforme el nivel de los retos aumentaba, comenzó a notar algo más. Cada vez que miraba a Jisung, sentía una atracción inesperada. No estaba seguro de qué lo había despertado: tal vez el nerviosismo de Jisung, que al mismo tiempo era encantador, o quizás era la forma en que, poco a poco, se sentía más atraído por su risa y sus gestos.

Y cuando Changbin lanzó ese reto, retando a Jisung a besarlo, Minho solo se limitó a esperar. No había señales de rechazo en su mente, ni de duda; en cambio, estaba lleno de una curiosidad que no podía evitar. Cuando Jisung se inclinó y le dio ese beso, tan suave pero cargado de una emoción innegable, Minho sintió una electricidad recorrerlo, algo que lo tomó por sorpresa.

El beso fue corto, pero al separarse, sintió que algo dentro de él había cambiado. No quería que terminara ahí. Así que, cuando el turno regresó a él, sin pensarlo mucho, miró a Jisung con una sonrisa y habló, esta vez seguro de lo que quería.

—Mi turno —dijo Minho, fijando sus ojos en Jisung mientras el grupo los miraba con atención—. Yo también elijo reto.

Chan, viendo la expresión de Minho, se rió, entendiendo lo que estaba por suceder.

—Pues te reto a devolverle el beso a Jisung, pero esta vez… hazlo durar más.

Minho no necesitaba más indicaciones. Esta vez, se inclinó hacia Jisung, sintiendo cómo la cercanía aumentaba la tensión entre ellos. Sus labios se encontraron, y el beso fue todo lo que había imaginado, cálido, pausado y lleno de una intensidad que lo hacía perder la noción de lo que sucedía alrededor. El grupo observaba, aplaudiendo y lanzando risas cómplices, pero para él, nada existía más allá de ese momento.

Al separarse, Minho y Jisung compartieron una sonrisa cómplice, como si de pronto entendieran algo que antes no habían notado. La atracción era real, y ninguno de los dos podía ignorarlo más. Conforme avanzaba la noche, no pudieron evitar quedarse cerca, riendo y buscándose de manera inconsciente. Había algo especial que surgía entre ellos, y aunque no sabían hacia dónde los llevaría, ambos estaban dispuestos a averiguarlo.

Un príncipe de revista (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora