No Sé Metan Con Jisung

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Perspectiva de Jisung

A la mañana siguiente, Jisung despertó con una mezcla de emoción y nerviosismo. La noche anterior había sido especial; los momentos que compartió con Minho en la fiesta, la risa, el baile y, finalmente, ese beso en la puerta de su habitación seguían ocupando sus pensamientos. Se sentía como si algo hubiera cambiado, como si, por fin, todo tuviera sentido.

Sin embargo, esa tranquilidad se desvaneció rápidamente en cuanto tomó su teléfono. Tenía decenas de notificaciones en sus redes sociales y varios mensajes de sus amigos. Abrió la primera notificación y, al instante, se encontró con fotos de él y Minho de la noche anterior. En una de ellas, ambos estaban riendo en la pista de baile; en otra, se miraban mientras compartían la cena. Los titulares de las páginas de noticias eran claros y directos: ¿Quién es el misterioso acompañante de Lee Minho en Jeju?, El modelo y su cita enigmática en la fiesta de lujo.

Su corazón comenzó a latir con fuerza. Había pensado en la posibilidad de que alguien pudiera notar su cercanía con Minho, pero nunca imaginó que las fotos se filtrarían tan rápido ni que la reacción de las redes sería tan intensa. Cada comentario, cada opinión sobre él y sobre su relación con Minho, le generaban una mezcla de emoción y miedo. Al pasar a su aplicación de mensajes, vio que su grupo de amigos ya estaba esperándolo.

El primero en escribirle había sido Félix, quien no perdió tiempo en expresar su sorpresa.

—¡Jisung! ¿Nos vas a contar cómo es que terminaste en las noticias con Lee Minho? —escribió Félix, junto con varios emojis de sorpresa y risas.

Jeongin, siempre curioso y un poco bromista, agregó un mensaje de inmediato.

—¿Así que te has estado guardando esto, eh? ¡No puedo creer que hayas salido con él a una fiesta de lujo!

Jisung suspiró, sin saber exactamente qué decirles. Sus amigos estaban emocionados, y aunque sabía que lo apoyaban, una parte de él se sentía abrumada por la atención.

—Chicos, no es lo que parece, —escribió, tratando de sonar calmado—. Fue una coincidencia. La verdad es que Minho solo fue amable al invitarme. Ni siquiera estaba seguro de si debía quedarme.

Pero sus amigos no parecían convencidos. Félix envió otro mensaje, lleno de emojis de ojos brillantes.

—Vamos, Jisung, hemos visto las fotos. No hay manera de que esos gestos sean solo amabilidad. ¡El tipo te estaba mirando como si fueras la única persona en la sala!

Jeongin, animado por la conversación, agregó otro comentario.

—Además, ¡no sabes cuántas personas te están defendiendo en redes! Parece que hay varios fans de Minho que ya te apoyan. No te escondas.

Jisung soltó una pequeña risa, sintiendo un poco de alivio al leer sus mensajes. A pesar de la presión de las redes y los titulares, tener a sus amigos ahí, aunque fuera por mensajes, le daba un poco de tranquilidad.

—Gracias, chicos. En serio. Pero… —escribió, dudando un momento antes de continuar— es abrumador. No esperaba que todo esto fuera tan público. Me da miedo meterme en problemas, ¿saben?

Sus amigos le enviaron mensajes de ánimo, asegurándole que estaban con él y que no debía preocuparse tanto. Sin embargo, cuando guardó el teléfono, esa sensación de inseguridad no desapareció. Sabía que, a pesar del apoyo de sus amigos, él tendría que enfrentar esta situación solo, al menos mientras estuviera en Jeju.

A medida que avanzaba la mañana y se dirigía al set, notó que algunos de sus compañeros del equipo de fotografía le lanzaban miradas curiosas. Aunque intentaba mantener la cabeza en alto y mostrarse profesional, no pudo evitar escuchar algunos murmullos.

—¿Ese es el chico que estuvo con Minho anoche? —susurró uno de ellos.

—Sí, parece que ahora está en boca de todos. ¿Cómo alguien así logra estar tan cerca de Minho? —comentó otro.

Cada palabra le recordaba lo fuera de lugar que se sentía. Sabía que no encajaba del todo en el mundo de Minho, y esos comentarios parecían reafirmarlo. Mientras intentaba ignorarlos y enfocarse en su trabajo, el ambiente se volvió cada vez más incómodo.

Mientras trabajaban en la sesión de fotos, Jisung trataba de concentrarse en sus tareas, pero cada vez que pasaba cerca de sus compañeros, notaba cómo algunos lo miraban de reojo y susurraban. Sus manos temblaban ligeramente mientras ajustaba el equipo, tratando de enfocarse en los detalles técnicos y no en las miradas curiosas.

Justo cuando estaba a punto de moverse hacia otro lado del set, sintió que alguien lo observaba de cerca. Volteó y vio a un par de sus compañeros mirándolo con sonrisas burlonas. Intentó ignorarlos y siguió adelante, pero en ese instante, uno de ellos alargó el pie de manera disimulada y lo hizo tropezar.

Jisung perdió el equilibrio y cayó al suelo, soltando un pequeño grito de sorpresa. El ruido hizo que todos se giraran hacia él, y, para su vergüenza, algunos de sus compañeros comenzaron a reírse. Sintió el calor en sus mejillas y bajó la mirada, deseando desaparecer. Era suficiente ser el centro de atención en las redes; no quería serlo también en el trabajo.

Pero, antes de que pudiera levantarse, escuchó unos pasos firmes acercándose. Levantó la vista y vio a Minho, quien había dejado todo y se había dirigido directamente hacia él. Su expresión era seria, y sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación y determinación.

—¿Estás bien? —preguntó Minho en un tono suave, inclinándose para ayudarlo a levantarse.

Jisung asintió, sintiendo sus mejillas arder de vergüenza.

—Sí… estoy bien. Fue un… accidente —murmuró, sin querer llamar más la atención.

Sin embargo, Minho no estaba dispuesto a dejarlo pasar. Una vez que Jisung estuvo de pie, se giró hacia el grupo de compañeros que lo observaba y les dirigió una mirada helada.

—Escuchen todos —dijo Minho en un tono firme y autoritario—. Jisung es mi invitado aquí, y espero que lo respeten tanto como a cualquier otro miembro del equipo. No voy a tolerar actitudes inmaduras ni faltas de respeto hacia él. ¿Entendido?

El set quedó en silencio absoluto. Nadie se atrevía a hablar, y los que habían estado riéndose ahora miraban al suelo, claramente avergonzados. Minho mantuvo su mirada en ellos un segundo más antes de volver a dirigirse a Jisung, su expresión suavizándose.

—Vamos, terminemos este día —le dijo en voz baja, tocándole el brazo de forma tranquilizadora.

Jisung asintió, sintiendo una mezcla de alivio y gratitud hacia Minho. Mientras caminaban juntos hacia otra parte del set, no podía evitar sentirse agradecido. Sabía que exponerse junto a Minho había traído una cantidad de atención abrumadora, pero tenerlo a su lado, dispuesto a defenderlo, le daba la fuerza que necesitaba.

A pesar de los comentarios y las miradas, sabía que ese apoyo era algo valioso, algo por lo que estaba dispuesto a luchar si significaba que podría mantener esa conexión especial con Minho.

Un príncipe de revista (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora