Perspectiva de Jisung
Esa noche, cuando Minho invitó a Jisung a cenar nuevamente, sintió una emoción diferente a la del día anterior. La tensión y los comentarios en el set habían sido difíciles de sobrellevar, pero la presencia de Minho, tan segura y protectora, había hecho que todo valiera la pena. Jisung aceptó la invitación sin dudarlo, deseando dejar atrás los murmullos y simplemente disfrutar de una noche junto a él.
Minho lo recogió en el lobby del hotel y, en lugar de dirigirse directamente a un restaurante, sugirió que dieran un paseo por la isla. La noche era fresca y agradable, y mientras caminaban por las calles de Jeju, Jisung se sentía en un sueño. Las luces suaves de la ciudad, el sonido distante de las olas, y la figura de Minho caminando a su lado lo llenaban de una tranquilidad que hacía mucho no sentía.
—Es hermoso aquí —comentó Jisung, rompiendo el silencio mientras caminaban cerca de la costa.
Minho asintió, dándole una mirada cálida.
—Lo es, y aún más cuando lo compartes con alguien especial —dijo, mirándolo de una forma que hizo que el corazón de Jisung se acelerara.
Jisung sonrió, bajando la mirada mientras sus mejillas se calentaban. No estaba acostumbrado a recibir cumplidos así de sinceros, y menos de alguien como Minho. Mientras continuaban paseando, Minho tomó su mano en un gesto casual pero firme, lo que provocó que Jisung sintiera una corriente de felicidad pura.
Finalmente, llegaron a un pequeño restaurante escondido entre los árboles, con una terraza que ofrecía una vista perfecta del océano bajo la luz de la luna. Era un lugar íntimo y romántico, el tipo de lugar que Jisung siempre había soñado visitar, pero que nunca había imaginado hacerlo en compañía de alguien tan especial.
—¿Te gusta aquí? —preguntó Minho, al ver la expresión encantada de Jisung.
—Me encanta. Es perfecto, Minho. No sé cómo logras hacer todo tan… especial —admitió Jisung, mirándolo con una sonrisa que reflejaba toda su admiración.
Minho sonrió, notoriamente complacido.
—Me alegra que pienses eso. Quería que esta noche fuera memorable para ambos —respondió, mientras tomaban asiento en una mesa junto a la ventana que daba al mar.
Una vez sentados, el ambiente se volvió más relajado, y entre risas y miradas cómplices, pidieron un par de botellas de soju para acompañar la comida. Jisung, que generalmente era tímido, se sintió animado a ser más abierto con cada sorbo que daba. Hablaron de sus familias, de sus metas y de todos los lugares que querían visitar algún día. Minho escuchaba cada palabra de Jisung con genuino interés, y esa atención hacía que él se sintiera valorado de una forma única.
Después de terminar la primera botella de soju, Jisung ya se sentía más atrevido y seguro. Mientras miraba a Minho bajo la tenue luz del restaurante, no pudo evitar inclinarse un poco hacia él, acortando la distancia entre ambos.
—Sabes… nunca pensé que estarías interesado en alguien como yo —admitió Jisung en voz baja, con una mezcla de timidez y sinceridad.
Minho lo miró, sorprendido, pero luego sonrió con ternura.
—¿Y por qué no lo estarías? —preguntó, su voz suave pero firme—. Jisung, tú eres… especial. Desde el primer momento, supe que había algo en ti que no quería dejar pasar. Y ahora estoy aquí, contigo, porque realmente quiero conocerte.
Las palabras de Minho llegaron a lo más profundo de Jisung, llenándolo de una calidez indescriptible. Sentía que cada duda y temor que había tenido hasta ese momento se desvanecían con la sinceridad en la mirada de Minho.
El resto de la noche transcurrió entre risas, miradas cómplices y caricias discretas. Con el paso de la segunda botella de soju, Jisung se sentía aún más libre, y su atracción por Minho se hacía más evidente en cada sonrisa y cada pequeño roce de manos. Cuando finalmente se levantaron para volver al hotel, Jisung sentía una mezcla de nervios y anticipación que lo hacía caminar más cerca de él.
De regreso al hotel, ambos permanecieron en silencio, pero había una tensión en el aire que lo hacía sentir emocionado. Cuando llegaron al lobby, Jisung miró a Minho, sus ojos reflejando un atrevimiento que rara vez mostraba.
—Minho… —comenzó, sintiendo que su voz temblaba un poco—. Me la pasé increíble contigo esta noche. Y… no sé, pero… ¿te gustaría subir a mi habitación?
Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerse. Sabía que tal vez era una proposición atrevida, especialmente después de las botellas de soju que habían compartido, pero la cercanía que sentía con Minho hacía que quisiera estar con él más allá de palabras y miradas. Sentía que, en ese momento, no había nada más real que el deseo de compartir algo más con él.
Minho lo miró, y Jisung pudo ver una leve sorpresa en su expresión. Sin embargo, después de un instante de silencio, Minho negó suavemente con la cabeza y tomó sus manos, entrelazando sus dedos con los de él.
—Jisung… no sabes cuánto me gustaría aceptar tu invitación. De verdad, lo haría —dijo, su voz llena de una ternura que hizo que el corazón de Jisung latiera con más fuerza—. Pero quiero que esto sea diferente, algo que realmente signifique para los dos.
Jisung sintió una mezcla de sorpresa y vergüenza. Bajó la mirada, temiendo haber sido demasiado impulsivo, pero Minho sostuvo su mano, haciendo que lo mirara de nuevo.
—No me malinterpretes. Me importas, y por eso quiero que, cuando ese momento llegue, sea porque estamos completamente seguros, sin alcohol de por medio y con la claridad de que esto es serio para los dos —continuó Minho, con una sonrisa dulce—. Porque para mí… esto es algo que quiero que dure, y no quiero apresurarlo.
Las palabras de Minho lo dejaron sin aliento. No esperaba que alguien como él, alguien con una reputación y fama tan grande, hablara de esa manera, con tanto cuidado y respeto hacia él. Era algo que Jisung jamás había experimentado y que hacía que sus sentimientos hacia Minho se profundizaran aún más.
—Gracias, Minho… —dijo Jisung en voz baja, sintiendo cómo su corazón se llenaba de gratitud y admiración—. No sabes lo que significa para mí escuchar eso. A veces pienso que esto es demasiado, que no estoy a tu nivel, pero tú… siempre logras hacerme sentir que estoy en el lugar correcto.
Minho le dedicó una mirada cálida y tierna, acercándose un poco más y colocando una mano en su mejilla.
—Siempre estarás en el lugar correcto, Jisung —murmuró suavemente—. Porque yo quiero que estés aquí conmigo.
Sin decir nada más, Minho se inclinó y le dio un beso suave, lleno de calidez y ternura. Fue un beso que no pedía nada, que solo le decía cuánto le importaba. Al separarse, Minho lo miró con una pequeña sonrisa.
—Buenas noches, Jisung. Nos vemos mañana.
Jisung apenas pudo responder, con una sonrisa y un leve movimiento de cabeza, observando cómo Minho se alejaba por el pasillo. Se quedó un momento en el lobby, sintiendo cómo su pecho se llenaba de emoción y calidez, sabiendo que, sin importar lo que el futuro les deparara, esa noche sería uno de los recuerdos más hermosos que guardaría.
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Un príncipe de revista (Minsung)
FanfictionHan Jisung es auxiliar de fotografía de lujo. Lee Minho es un modelo de alto nivel que en una sesión de fotos quiere que alguien le ayude al chico torpe que se incorporó al equipo.