Buenas Noches

13 2 0
                                    

Perspectiva de Jisung

La noche había sido un torbellino de emociones que Jisung nunca habría imaginado vivir. Después de superar sus inseguridades iniciales, comenzó a relajarse y a disfrutar de la fiesta junto a Minho. Conversaron sobre temas que iban desde sus experiencias en el trabajo hasta sus sueños y pasiones, y en cada palabra, Jisung sentía cómo la conexión entre ellos se volvía más intensa. Se dio cuenta de que, al lado de Minho, el mundo parecía calmarse; los susurros y las miradas de la gente se desvanecían, dejando solo la calidez de su compañía.

Durante la cena, Minho mantuvo la conversación ligera y divertida, contándole historias de sus primeros días en el modelaje, y Jisung, con una mezcla de asombro y risa, se dio cuenta de lo diferentes que eran sus mundos, pero también de cómo sus caminos se cruzaban de una forma inesperada y hermosa. En más de una ocasión, los dos intercambiaron miradas que decían mucho más de lo que cualquiera de los dos se atrevía a admitir.

—¿Te gustaría bailar? —preguntó Minho de repente, extendiendo su mano hacia Jisung.

Jisung se sonrojó, sorprendido, pero asintió sin dudarlo. Minho lo llevó al centro de la pista, y juntos se sumergieron en la música, sintiendo la cercanía y el calor que emanaban uno del otro. La timidez inicial de Jisung se fue disolviendo poco a poco, y pronto ambos se movían al ritmo de la música, compartiendo risas y miradas que hacían que el tiempo pareciera detenerse.

Mientras bailaban, algunos flashes iluminaron el lugar, y Jisung se dio cuenta de que varias personas les estaban tomando fotos. Sintió una punzada de nervios al saber que esas imágenes probablemente aparecerían en redes sociales, generando rumores y especulaciones. Pero al mirar a Minho, que sonreía con tranquilidad y lo miraba como si fueran los únicos en la sala, todos esos miedos se desvanecieron. Por primera vez en la noche, Jisung se permitió dejar sus dudas de lado y disfrutar plenamente del momento.

Cuando la fiesta finalmente llegó a su fin, Minho lo acompañó de regreso a su habitación. El pasillo estaba en silencio, y el ambiente era distinto, íntimo. Ambos caminaban despacio, como si no quisieran que la noche terminara.

Al llegar a la puerta, Jisung se dio la vuelta para despedirse, sintiéndose un poco nervioso pero feliz. Minho lo miró durante un segundo que pareció eterno, y antes de que Jisung pudiera decir algo, Minho se inclinó y le dio un beso suave en los labios. Fue un beso tierno, lleno de calidez y gentileza, un gesto que le hizo sentir como si el mundo entero se desvaneciera alrededor.

Cuando Minho se apartó, le dedicó una pequeña sonrisa, como si hubiera dicho todo lo que necesitaba en ese único instante.

—Buenas noches, Jisung —susurró suavemente, antes de girarse y caminar de vuelta al pasillo.

Jisung se quedó en la puerta, aún sorprendido y con el corazón latiendo con fuerza. Apenas podía procesar lo que había pasado. Todo en esa noche, desde la cena hasta el baile y ese último beso, lo dejaba sintiendo algo profundo, algo que no había experimentado nunca. Mientras cerraba la puerta de su habitación, supo que su vida había cambiado de una manera irreversible.

---

Perspectiva de Minho

Minho había asistido a muchas fiestas en su vida, había compartido cenas de lujo y había visto su imagen capturada por cámaras innumerables veces. Pero esa noche en particular, con Jisung a su lado, tenía una esencia diferente. Minho sabía que su compañía llamaba la atención, que las miradas curiosas y los murmullos estaban presentes, pero nada de eso importaba. Solo le importaba que Jisung estuviera ahí, disfrutando, sonriendo, y que poco a poco fuera relajándose a su lado.

Durante la cena, Minho disfrutó viendo cómo Jisung se sorprendía y reía con cada historia que le contaba. Era refrescante estar con alguien que lo miraba más allá de su imagen pública, alguien que escuchaba sus palabras con auténtica atención y le devolvía una sonrisa cálida en cada momento.

Pero cuando le pidió que bailaran, notó la sorpresa en los ojos de Jisung y no pudo evitar sonreír. Sentir la cercanía de Jisung mientras se movían al ritmo de la música era algo que le hacía olvidar cualquier otra cosa. Los flashes de las cámaras no lo distrajeron; al contrario, era como si quisiera que el mundo los viera juntos, como si en ese baile, en esas miradas compartidas, pudiera mostrar algo que sus palabras no lograban expresar.

Al final de la noche, decidió acompañar a Jisung a su habitación. Caminaban en silencio, pero el ambiente entre ellos estaba lleno de una electricidad sutil, algo que lo hacía sentir emocionado y vulnerable al mismo tiempo. Al llegar a la puerta, Minho no pudo resistir el impulso de detenerse y mirarlo a los ojos. Jisung se veía encantador, y Minho sabía que probablemente estaba tan nervioso como él, pero también notaba en sus ojos una confianza recién descubierta.

Sin decir nada, Minho se inclinó hacia él y lo besó, un beso suave y lleno de ternura. Quería que Jisung entendiera que, para él, esto no era algo superficial. Había algo especial en su conexión, y en ese beso intentó transmitir lo que no podía expresar con palabras.

—Buenas noches, Jisung —murmuró después de separarse, esbozando una sonrisa antes de girarse y comenzar a alejarse por el pasillo.

Mientras caminaba de regreso a su habitación, Minho sintió una sensación de plenitud y calma que no había experimentado en mucho tiempo. Sabía que los rumores comenzarían, que las fotos que habían tomado de ellos en la fiesta pronto estarían en todas partes, y que eso podría complicar las cosas. Pero nada de eso importaba. En ese momento, lo único que quería era proteger ese vínculo que habían comenzado a construir.

Un príncipe de revista (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora