Perspectiva de Jisung
La tarde fue perfecta, incluso mágica. El sol comenzaba a descender, tiñendo el cielo de tonos cálidos que iban desde el dorado hasta un suave anaranjado, y Minho estaba allí, capturando la esencia de la escena con una elegancia que dejaba sin aliento a cualquiera que lo mirara. Jisung intentaba concentrarse en su trabajo, ajustando la iluminación, asegurándose de que cada ángulo reflejara la belleza natural de la escena, pero cada vez que miraba hacia Minho, quedaba cautivado.
No era solo por su apariencia, aunque eso ciertamente ayudaba. Era la forma en que Minho lograba transmitir una emoción auténtica y poderosa en cada pose, en cada mirada, como si se hubiera conectado profundamente con el entorno. Jisung, sosteniendo sus herramientas y observándolo, pensaba en cuánta diferencia había entre ellos. Minho, el modelo perfecto, con un aura de realeza; él, en cambio, era solo un aprendiz, alguien torpe que todavía se estaba abriendo camino.
Cuando el sol se ocultó por completo y la sesión llegó a su fin, Jisung comenzó a recoger su equipo, intentando salir discretamente para regresar a su habitación y descansar. No estaba muy interesado en socializar, y ciertamente no en los eventos organizados por los patrocinadores, que sabía que serían exclusivamente para Minho y sus invitados de alto perfil.
Pero justo cuando estaba a punto de salir del set, sintió una mano en su hombro. Al girarse, se encontró con la mirada de Minho, quien lo observaba con una leve sonrisa.
—¿Te vas tan pronto? —preguntó Minho, en tono tranquilo, pero Jisung sintió un ligero nerviosismo por la invitación implícita.
—Ah… sí. Pensé que… bueno, esto es más tu evento, y yo soy solo parte del equipo. No quiero… molestar —respondió Jisung, esforzándose por sonar natural y tratando de ocultar su incomodidad.
Minho negó con la cabeza, sin apartar la mirada.
—No molestas. De hecho, me gustaría que vinieras conmigo —dijo Minho, en un tono más suave—. Te lo has ganado. Has hecho un gran trabajo hoy.
Jisung sintió cómo sus mejillas comenzaban a calentarse ante las palabras de Minho. No estaba seguro de si era la manera en que lo decía o simplemente el hecho de que era Minho, pero algo en él lo empujaba a aceptar la invitación. Sin embargo, sus inseguridades no tardaron en hacer acto de presencia.
—¿Estás seguro? —preguntó Jisung, mirándolo con cautela—. Quiero decir… yo no soy alguien que realmente… encaje en esos eventos.
Minho le dirigió una mirada comprensiva, como si pudiera ver las dudas que cruzaban su mente.
—Eso no importa. Además, quiero que vengas. ¿Confías en mí? —preguntó, con una sonrisa leve que lo tranquilizaba.
Jisung asintió, aunque aún se sentía inseguro. Aceptó la invitación y, después de ir a su habitación para cambiarse, se dirigió al salón donde la fiesta estaba a punto de comenzar. Cuando llegó, vio a Minho en la entrada, esperándolo, y sintió un nerviosismo que no había experimentado en mucho tiempo.
Al entrar al salón, Jisung se dio cuenta de lo diferente que era este mundo al que pertenecía Minho. La decoración era lujosa, con grandes candelabros, arreglos florales exquisitos, y una multitud de personas que irradiaban seguridad y poder. Todos estaban impecablemente vestidos, y aunque él también había hecho un esfuerzo, no pudo evitar sentir que no encajaba.
Mientras caminaban juntos por el salón, algunos asistentes comenzaron a fijarse en ellos. Los susurros y miradas curiosas no tardaron en aparecer. Jisung sentía cómo todos sus ojos se posaban en él y en Minho, pero no con la misma admiración que mostraban hacia Minho; en su lugar, eran miradas de confusión o incluso de sorpresa. Sabía que para muchos de ellos era un completo desconocido, alguien que no debería estar al lado de una figura como Minho.
—Estás bien —susurró Minho al notar la tensión en el rostro de Jisung—. Solo ignóralos.
Jisung asintió, pero no podía evitar la sensación de incomodidad. Estaba al lado de uno de los modelos más importantes de la industria, alguien que no solo era increíblemente atractivo, sino que además tenía un estatus que Jisung nunca podría alcanzar. Las miradas de los demás parecían recordarle esa diferencia una y otra vez.
Alguien del equipo de patrocinadores se acercó para hablar con Minho, y aunque Jisung se apartó para darle espacio, Minho lo mantuvo cerca, sujetándolo del brazo suavemente mientras charlaba con el hombre. Cada vez que el patrocinador lanzaba una mirada curiosa hacia Jisung, Minho simplemente le dedicaba una sonrisa y continuaba hablando, ignorando cualquier insinuación de duda en el ambiente.
Finalmente, cuando quedaron solos otra vez, Minho lo miró y notó la incomodidad que aún parecía pesar en él.
—¿Quieres ir a la terraza? —preguntó, señalando una salida a un costado del salón—. Puede que sea un poco más tranquilo allí.
Jisung asintió, aliviado por la idea. Una vez en la terraza, respiró hondo, dejando que el aire fresco lo tranquilizara un poco.
—Gracias… por invitarme —dijo finalmente, mirando hacia la vista del mar iluminado por la luna—. Pero… debo admitir que me siento fuera de lugar aquí.
Minho lo observó en silencio, como si estuviera esperando que continuara.
—Es solo que… mira a toda esa gente —dijo, señalando hacia el interior—. Todos ellos son… bueno, son como tú, y yo… soy solo un aprendiz. Es extraño estar aquí, y ver todas esas miradas que se preguntan qué estoy haciendo a tu lado.
Minho suspiró y se acercó un poco más, lo suficiente para que Jisung sintiera su presencia como un apoyo.
—Jisung, no quiero que te sientas menos que nadie aquí —respondió, con una seriedad que lo desarmaba—. Puede que yo sea el modelo en esta fiesta, pero eso no significa que todos los demás sean mejores que tú. De hecho… en muchos sentidos, tú eres alguien que me recuerda por qué hago lo que hago. Y si están susurrando o mirando, que lo hagan. No quiero que eso te haga sentir fuera de lugar.
Jisung lo miró con una mezcla de sorpresa y gratitud. Sabía que Minho estaba siendo sincero, y las palabras que le decía tenían un peso real, un apoyo que él no había esperado.
—Gracias, Minho… de verdad —murmuró, sintiendo cómo sus propias inseguridades comenzaban a desvanecerse un poco.
Minho le devolvió una sonrisa, y luego miró hacia el salón de nuevo.
—Además, tú estás aquí como mi invitado, ¿recuerdas? Si alguien tiene un problema con eso, es su problema, no el tuyo —agregó, en tono más ligero, pero con una firmeza que dejó claro que hablaba en serio.
Jisung soltó una pequeña risa, sintiéndose más cómodo y con una renovada confianza. De repente, estar al lado de Minho ya no parecía una situación intimidante, sino una oportunidad de ver el mundo desde su perspectiva.
—Está bien. Trataré de ignorarlos y… solo disfrutar el momento. Aunque no prometo no tropezar con alguien —bromeó, intentando aliviar la tensión.
Minho rió suavemente, dándole una palmada en el hombro.
—Eso ya lo esperaba, Jisung. Es parte de tu encanto —respondió, su tono suave y lleno de complicidad.
Mientras la fiesta continuaba, Jisung supo que, aunque todavía había diferencias entre ellos, tener a Minho a su lado lo hacía sentir capaz de enfrentarse a cualquier cosa.
![](https://img.wattpad.com/cover/380031972-288-k807813.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un príncipe de revista (Minsung)
FanfictionHan Jisung es auxiliar de fotografía de lujo. Lee Minho es un modelo de alto nivel que en una sesión de fotos quiere que alguien le ayude al chico torpe que se incorporó al equipo.