Un príncipe de revista (Minsung)

En El Avión

Perspectiva de Minho

Minho estaba alistando su equipaje con la precisión que solo un profesional dedicado podría tener. Sabía que esa sesión de fotos y rodaje en la isla de Jeju era una oportunidad importante, y como siempre, estaba decidido a dar lo mejor de sí. Durante los últimos días había intentado, con todas sus fuerzas, concentrarse únicamente en su trabajo y en sus metas, evitando a toda costa cualquier pensamiento sobre Jisung.

Pero cada vez que se quedaba en silencio o tenía un momento libre, los recuerdos de aquella noche volvían a él como un eco persistente. Por mucho que intentara convencerse de que no había significado nada, que solo había sido una distracción, su mente no parecía estar dispuesta a dejarlo ir. Era frustrante. Se sentía atrapado en un remolino de emociones que solo le dejaban una mezcla de enfado y… algo que no quería admitir.

—No tiene sentido pensar en él, se repitió, cerrando su maleta con un suspiro. Si no quiso quedarse, es problema suyo, no mío.

Con esa determinación, tomó su maleta y se dirigió al aeropuerto, tratando de convencer a su mente de que este viaje a Jeju sería el perfecto borrón y cuenta nueva que tanto necesitaba. Unos días de trabajo intensivo en un lugar hermoso y lejos de todo sería justo lo que le hacía falta para desconectarse de Jisung y su huida inesperada. Estaba convencido de que este viaje era justo lo que necesitaba para poner todo en perspectiva.

Al abordar el avión, se acomodó en su asiento de primera clase, decidido a relajarse y dejar atrás cualquier pensamiento que lo distrajera de su objetivo. Miró a su alrededor, observando cómo los pasajeros se instalaban, y trató de enfocarse en revisar algunos documentos sobre la sesión en Jeju.

Pero entonces, su mirada se deslizó hacia la clase turista, y algo hizo que se quedara inmóvil.

Allí, a unos cuantos asientos de distancia, estaba Jisung, acomodándose en su lugar con una expresión concentrada, sin saber que alguien lo estaba observando. Minho sintió un golpe de sorpresa y confusión. No puede ser, pensó, sintiendo cómo el corazón comenzaba a acelerarse. ¿Qué está haciendo aquí? La coincidencia era tan inesperada que por un momento pensó que tal vez estaba imaginando cosas.

Sin embargo, la sorpresa se convirtió rápidamente en enojo. ¿Cómo era posible que, de todos los lugares y vuelos, Jisung estuviera justo en ese? Y peor aún, ¿cómo era posible que, después de tanto esfuerzo para sacarlo de su mente, ahora tuviera que enfrentarlo?

Minho apretó los labios, tratando de controlar la mezcla de emociones que lo invadía. Por mucho que intentara convencerse de que había superado lo que había pasado, la sola presencia de Jisung hacía que todas sus barreras se tambalearan. No voy a dejar que esto me afecte, se dijo, con la determinación que siempre había caracterizado su vida profesional.

Pero, mientras el avión despegaba y las luces se atenuaban para el vuelo, Minho no pudo evitar que sus ojos volvieran a buscar a Jisung. Ahí estaba, mirando por la ventana con esa expresión tranquila y curiosa que Minho había visto tantas veces, pero que ahora parecía cargar con un peso que antes no había notado. La curiosidad y la confusión comenzaron a invadir su mente. ¿Acaso Jisung también iba a Jeju por trabajo? ¿O era solo una coincidencia?

Minho cerró los ojos y apoyó la cabeza contra el respaldo, decidido a concentrarse en otra cosa. Pero el vuelo comenzó a sentirse interminable. Sus pensamientos regresaban una y otra vez a esa noche, al por qué Jisung se había marchado sin una palabra, a las preguntas sin responder que todavía lo atormentaban. ¿Y si él también había sentido algo? ¿Y si, en realidad, se había ido porque sentía lo mismo que él, pero no sabía cómo enfrentarlo?

Finalmente, el vuelo comenzó su descenso hacia la isla de Jeju, y Minho sentía la tensión acumulada en sus hombros. No podía dejar que Jisung lo afectara, no cuando estaba a punto de comenzar una de las sesiones de fotos más importantes de su carrera. Sin embargo, sabía que no se iría sin respuestas. Había algo en su pecho que lo empujaba a buscar claridad, y por primera vez, decidió no ignorar esa voz.

Cuando el avión aterrizó, esperó en primera clase mientras los pasajeros de las filas traseras comenzaban a desalojar. Vio cómo Jisung se levantaba, luchando con su mochila y el equipaje de mano mientras intentaba salir. Minho se quedó en su asiento, observando en silencio, evaluando la mejor manera de acercarse a él. Sabía que, tarde o temprano, tendría la oportunidad de hablar con él durante el viaje. Esta vez no iba a dejar que Jisung huyera tan fácilmente.

A medida que los pasajeros avanzaban en la fila para salir, Minho se levantó, se preparó para desembarcar y, con una determinación renovada, decidió que en Jeju obtendría las respuestas que había estado buscando, sin importar cuánto tuviera que insistir.