El barco que debía llegar al puerto de Guayaquil transportaba una carga sumamente valiosa, algo que, según creían, podría sacarlos a todos del desastre en el que estaban metidos. Esta carga debía llegar a tierra con el menor daño posible, y para lograrlo, debía atravesar el golfo, sortear escollos y bajos, y luego sobrevivir al asalto de los piratas, quienes se dedicaban a robar cargamentos valiosos para su propio beneficio.Illia había acudido al fuerte en busca de protección, pero lo recibieron como si estuviera loco, cerrándole las puertas en la cara. Se marchó frustrado, devanándose los sesos en busca de una solución. Finalmente, se le ocurrió una idea tan brillante como descabellada, similar a muchas otras que en el pasado le habían salvado la vida. Sonrió perversamente; estaba seguro de que su hermano Rumi amaría la idea de un poco de acción.
Desde que Rumi había encontrado el amor verdadero en esa mujer imponente, vivía con la sangre en el ojo, dispuesto a todo para proteger a los que amaba. A Illia le sorprendía la fuerza y violencia que Rumi podía desatar ahora, tras haber llevado una vida de aparente timidez y falta de decisión. Pero una vez que encontró su verdadero camino, todas esas capas falsas se desprendieron, dejando ver al hombre decidido y peligroso que era en realidad.El plan era simple: permitirían que el barco se acercara a la costa, guiado por un práctico tan hábil que podría cruzar los bajos con los ojos cerrados, incluso en la oscuridad. Cuando los piratas abordaran el barco para robar la carga, se encontrarían con Rumi y sus hombres, preparados para enfrentarlos. Después de ese encuentro, no quedarían muchos piratas a la redonda para asaltar, porque, conociendo a Rumi, Illia estaba seguro de que los seguiría hasta su guarida y teñiría de escarlata las paredes de madera con su daga.
Mientras tanto, la carga valiosa se trasladaría en un bote más pequeño, impulsado por un potente motor de vapor que la llevaría directamente a la orilla. Illia esperaba que lo que traían pudiera ser clave para romper la maldición: se decía que era una fuente de profundo conocimiento, capaz de dar respuestas precisas a quienes consultaran con las preguntas correctas. Sin embargo, también se rumoreaba que la respuesta podía variar según las intenciones y las circunstancias en las que se realizara la consulta. Esto le llamaba poderosamente la atención; si se trataba de un libro, ¿cómo podría ofrecer alternativas tan diversas sobre un mismo tema?
Antay, su hermano vidente, se encargaría de proteger este valioso objeto con su vida. Tenía una habilidad excepcional para guardar secretos, lo cual lo convertía en el guardián perfecto para algo tan importante. Illia recordó las veces que Antay lo había sacado del velo de la inconsciencia para ayudarlo a encontrar respuestas y avanzar en su misión. Al menos esta vez parecía que tenían todas las piezas; esta vida debía ser la definitiva. Illia apretó los puños mientras recordaba las trágicas vidas de sus hermanas y cómo todas terminaban, incluso la de la mujer completa en sí misma, que, a pesar de su sabiduría, aún tenía lecciones por aprender.El tercer hermano estaba tan cerca de poner fin a su sufrimiento que, si lo supiera, probablemente se pondría a bailar desnudo en pleno Malecón. Pero también tenía una lección pendiente, y para un hombre orgulloso como él, sería dura de aprender. Solo le quedaba esperar que la carga valiosa fuera lo que imaginaba y que el plan se ejecutara sin contratiempos. Había innumerables variables que podían salir mal, y muchas personas podrían resultar heridas en el proceso.
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Camino de agua y Fuego
Short StoryEn un futuro distopico e una ciudad costera, donde nunca llego la conquista, donde se desarrollaron a su ritmo, aqui se desarrolla esta busqueda de amor que es una busqueda de uno mismo.