De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline Wang

❅ :Capitulo Treinta y cuatro: ❅

—Line, son las diez de la noche. ¿En serio debemos buscar en estas tumbas?

—Pues es la única manera de encontrarlos, Luka.

—¿Y por qué no trajiste a Kagami? Ella no le teme a nada.

—¿Por qué ella debe asistir a la reunión con su madre sobre el futuro de una alianza comercial?

—Osea que me trajiste a mí porque soy de clase media baja.

—Luka, ambos somos de clase media baja, la única razón por la que tenemos todo esto...

Señaló tanto la vestimenta como el cabello y accesorios.

—Es porque tú trabajas a tiempo parcial y yo gano dinero en las competencias como si fuera un gladiador en la antigua Roma.

Ambos suspiramos por nuestra economía y nos adentramos más en el panteón.

Todo esto paso cuando el abuelo me encargo una misión en la recolección de un ingrediente especial, el cual se utiliza en los medicamentos de los kwamis cuando estos se enferman.

Al saber la ubicación, obviamente no iba a ir sola, así que invite a mi mejor y super amigo Luka a esta asombrosa misión.

—No mientas, solo me invitaste por qué tienes miedo y soy el único disponible.

—Bueno, también eso, y también por qué sabes bastantes cosas.

—Sí, como que el guardian de los Miraculous es tu abuelo.

"..."

—¿Cómo es que sabes eso?

Lo agarro de los cachetes mientras él se queja.

—¿Te olvidas que yo porte el Miraculous de la serpiente una vez?

—Oh, es verdad.

Lo suelto como si nada y seguimos nuestro camino, adentrándonos en el cementerio, pasando las tumbas con varias estatuas de pleureuses.

—A propósito, ¿qué es exactamente lo que estamos buscando?

Pasamos por las tumbas nada solitarias, ya que al parecer el lugar también es visitado por gatos y cuervos; a cada árbol que volteamos hay un cuervo en sus ramas y cada tanto un gato de distinto color pasa o se escabulle por los mausoleos, aunque me extraño el gatito negro con cara de amargado que no me aparto la mirada hasta que me aleje de una tumba.

—Una flor llamada Lunevoile

— ¿Lunevoile?

— "Lune" (Luna) y "Voile" (velo o manto).

Le describo la flor mientras alumbramos el lugar.

Sus pétalos son finos como el terciopelo, con tonos iridiscentes que oscilan entre un azul oscuro y un púrpura plateado bajo la luz lunar. En su centro, emite un leve brillo fantasmal que recuerda la neblina de madrugada.

Florece solo una noche al mes, específicamente en la luna nueva, cuando la oscuridad es total. Si alguien llega a verla, sus pétalos se abren silenciosamente a medianoche y se marchitan al amanecer.

Crece en las profundidades de una catacumba secreta del cementerio Père-Lachaise, alimentándose del silencio, la humedad y la energía espiritual latente de los que descansan allí. Se dice que solo las almas inquietas pueden guiar a alguien hacia su escondite.

La leyenda cuenta que la Lunevoile tiene la capacidad de conectar a los vivos con los muertos, permitiendo que quien inhale su fragancia reciba un mensaje del más allá. Sin embargo, el precio es alto: quien la use indebidamente podría quedar atrapado entre ambos mundos.