Un lugar para nosotras🫀

Los primeros dias de algo nuevo

A medida que pasaban los meses, sus encuentros se volvieron algo más que casuales, aunque ninguna de las dos quería ponerle un nombre a lo que estaban viviendo. Sin embargo, en esos momentos juntas, había una confianza y una comodidad que no habían experimentado antes.

Una tarde, decidieron hacer un pequeño viaje de fin de semana a un pueblo cercano. Habían estado buscando un lugar donde pudieran desconectarse de todo y disfrutar de un poco de paz. Rentaron una pequeña cabaña rodeada de montañas, lejos de todo y de todos.

La primera noche, después de una caminata, prepararon una cena sencilla y la compartieron en silencio, rodeadas del crepitar de la chimenea. Cuando terminaron, se quedaron en el sofá, bajo una manta y mirando el fuego que iluminaba la sala.

Karime rompió el silencio.

—¿Te das cuenta de que esto es lo más auténtico que hemos vivido? Sin cámaras, sin fans, solo tú y yo.

Gala asintió, apoyando la cabeza en su hombro.

—Creo que esto es lo que siempre quise... Un lugar donde no tenga que fingir ser alguien más, donde puedo ser yo misma. Contigo.

Karime la miró, sus ojos reflejando la luz del fuego y algo más profundo, algo que no necesitaba palabras. Lentamente, se inclinó hacia ella y la besó, suave, como si no quisieran romper la paz de ese momento.

Aquella noche, Gala y Karime se quedaron abrazadas, hablando hasta que el sueño las venció. Sabían que lo que estaban construyendo requería paciencia, pero también sabían que valía la pena. Aunque el futuro era incierto, ambas se sentían en paz, como si finalmente hubieran encontrado un lugar seguro en el que podían ser ellas mismas.