Un lugar para nosotras🫀

Un festival especial

Unos meses después, Karime invitó a Gala a un festival de música al aire libre. Era el tipo de evento lleno de gente, ruido y energía que normalmente no le interesaba a Gala, pero esta vez accedió encantada solo por estar con Karime.

Llegaron al festival y, entre la multitud, se sintieron como dos chicas comunes, sin la atención ni la presión de los medios. Bailaron, cantaron y se rieron sin preocuparse de nada. Karime la tomaba de la mano cada vez que el lugar se llenaba demasiado, como un recordatorio silencioso de que estaba allí para ella.

Al caer la noche, se acomodaron en el césped para ver el espectáculo de luces que iluminaba el escenario. En medio de la oscuridad y con la música envolviéndolas, Karime se inclinó hacia Gala y le susurró al oído:

—Eres todo lo que necesito para sentirme en paz, Gala. Gracias por estar aquí, conmigo.

Gala, conmovida, le sonrió y apoyó su cabeza en el hombro de Karime. Allí, en medio de la multitud, encontraron su propio espacio íntimo, y ambas supieron que esa noche sería inolvidable.