Un lugar para nosotras🫀

De vuelta a la rutina

Después del emotivo reencuentro en el aeropuerto, Gala y Karime se instalaron en el departamento de Gala, buscando la normalidad en su relación. Los primeros días fueron como una luna de miel: paseos juntos, cenas especiales, y noches de risas hasta el amanecer. Ambas valoraban cada segundo como si aún fueran conscientes de la distancia que habían soportado.

Sin embargo, poco a poco, la rutina comenzó a instalarse. El trabajo de ambas era demandante, y aunque intentaban verse cada noche, hubo días en los que apenas podían compartir un par de horas. A veces, Karime llegaba tan tarde que Gala ya estaba dormida en el sofá, esperando por ella. Y otras veces, Gala tenía compromisos que la mantenían ocupada hasta entrada la noche.

Una noche, después de una semana particularmente complicada, Karime le propuso una idea mientras cenaban.

—¿Qué te parece si hacemos una noche especial cada semana, solo para nosotras?

Gala sonrió, encantada con la idea.

—Me encantaría. Así podemos asegurarnos de que siempre tendremos nuestro momento, pase lo que pase.