Un lugar para nosotras🫀

Personas incomodas

Gala y Karime estaban en el departamento de gala, disfrutando de un momento juntas después de una semana agitada llena de trabajo y entrevistas. Sin embargo, el timbre del teléfono interrumpió su tranquilidad. Era su mamá, y a Gala se le encogió el estómago.

—¿Mamá? —respondió Gala, sintiendo que el ambiente se volvía tenso.

—Hola, hija. Necesito que hablemos. Hay algo que me preocupa. —La voz de su madre sonaba firme, casi autoritaria.

Karime, al escuchar la conversación, le lanzó una mirada de preocupación.

—¿De qué se trata? —preguntó Gala, forzando una sonrisa.

—Quiero que te reunas con Agustín. Creo que él puede ayudarte a ver las cosas desde otra perspectiva. —dijo su madre, sin rodeos.

Gala sintió que la sangre le subía a la cabeza. Sabía que su madre desaprobaba su relación con Karime y ahora había llamado a Agustín, quien había sido un ex compañero en "La Casa de los Famosos" y siempre había tenido una especie de fijación por ella.

—Mamá, no necesito la opinión de Agustín. Estoy bien con Karime. —Gala respondió, sintiendo que la frustración crecía en su interior.

—Pero Gala, debes entender que... —su madre comenzó, pero Gala la interrumpió.

—No, mamá. ¡No lo entiendes! Karime es importante para mí, y estoy feliz con ella. No voy a dejar que nadie, ni siquiera tú, interfiera en mi vida.

En ese momento, Karime tomó la mano de Gala, dándole un apretón reconfortante.

La madre de Gala, sorprendida por la reacción de su hija, trató de mantenerse firme.

—Solo quiero lo mejor para ti, y creo que Agustín tiene una buena influencia. Quizás deberías reconsiderar tu relación...

Gala, sintiendo la necesidad de poner un alto, decidió actuar.

—Mamá, Agustín no sabe nada de mí ni de lo que realmente quiero. —su voz se alzó, y Karime la miró con admiración. —No puedo seguir permitiendo que tú o él intenten decidir sobre mi vida.

—Gala... —la madre comenzó, pero la mirada decidida de su hija la hizo dudar.

—No más. No quiero discutir sobre esto. Mi relación con Karime es real y no necesito que nadie me diga cómo debo sentirme.

Justo en ese instante, el teléfono sonó de nuevo, y Gala vio el nombre de Agustín en la pantalla. Sin pensarlo, lo rechazó y se volvió hacia Karime, cuya expresión reflejaba orgullo y apoyo.

—¿Ves? —dijo Gala, su voz ahora más tranquila. —No importa lo que digan. Lo que importa es lo que siento por ti.

Karime sonrió, y ambas se acercaron en un abrazo que disipó las dudas que habían surgido.

—No dejes que ellos te hagan sentir insegura. Lo que tenemos es especial, y estoy contigo en esto. —Karime susurró.

Gala asintió, sintiéndose más fuerte con Karime a su lado.

—Vamos a hacer lo que queramos, sin importar lo que digan.

Al colgar, Gala sintió que había ganado una batalla, no solo contra la intervención de su madre y Agustín, sino también una batalla interna. Sabía que su amor por Karime era más fuerte que cualquier intento de separación.

Ambas se miraron con complicidad, listas para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

—Así es, somos un equipo. —dijo Karime, tomando la mano de Gala mientras se acomodaban en el sofá.