Era un día soleado cuando Karime recibió un mensaje de texto de Gala que la hizo fruncir el ceño: "Norris está en mi casa y no quiere irse". Sabía que Norris era su gato, pero también sabía que Gala lo adoraba y lo trataba como si fuera su propio hijo. Con una mezcla de risa y frustración, decidió ir a ver qué estaba pasando.Al llegar al departamento de Gala, la encontró acurrucada en el sofá, con Norris dormido en su regazo, luciendo absolutamente adorable. Gala levantó la vista y sonrió como si hubiera ganado la lotería.
—¡Mira! ¡Norris está muy a gusto aquí! —dijo, acariciando al gato, que parecía disfrutar de la atención.
Karime se cruzó de brazos, conteniendo una sonrisa.
—Lo sé, pero eso no significa que se lo puedas quedar. ¡Es mi gato! —respondió, con un tono entre juguetón y serio.
—Karime, no es "tu gato", ¡es nuestro hijo! —Gala hizo un gesto dramático, como si estuviera presentando un caso en un juicio. —¡Lo cuido como si fuera mío!
Karime se echó a reír, pero rápidamente recuperó la compostura.
—Pero tú me lo regalaste , así que sigo siendo su mamá. —Dijo, intentando mantener una fachada de seriedad.
Gala frunció el ceño, pero la risa no se hacía esperar.
—¿Mamá? ¿Desde cuándo? ¡Norris se ha convertido en mi pequeño! Cada vez que viene a mi casa, me mira como si fuera la mejor mamá del mundo.
—¡Solo porque le das más golosinas que yo! —Karime replicó, intentando hacer valer su punto.
Gala se puso en pie, con un brillo desafiante en los ojos.
—¡Porque lo merezco! ¡Soy la mejor mamá para él! Si no estuvieras tan ocupada con tu trabajo, podrías verlo más.
Karime sintió que la discusión comenzaba a calentarse.
—No se trata de eso. Se trata de que él necesita un hogar estable, y su hogar soy yo. Solo lo cuidas de vez en cuando.
—Eso es porque a veces te olvidas de llamarlo o de jugar con él —replicó Gala, con una sonrisa burlona—. ¡Yo lo cuido a diario!
Norris, al notar la tensión en el aire, se desperezó y maulló, como si quisiera intervenir en la discusión.
—¿Ves? ¡Él también quiere estar conmigo! —dijo Gala, acariciando al gato, quien se acomodó cómodamente en su regazo.
Karime no pudo evitar sonreír ante la imagen de Gala con Norris.
—Mira, no estoy diciendo que no lo ames, pero necesitamos ser justas. ¡No quiero que se confunda! —exclamó Karime, sintiendo que la frustración iba en aumento.
La risa de Gala fue contagiosa, y antes de darse cuenta, ambas estaban riendo.
—Está bien, aquí está mi propuesta: un fin de semana sí y un fin de semana no. Así Norris puede pasar tiempo con ambos. Pero el fin de semana que me toca, ¡tú te encargas del baño!
Karime puso una mano en su pecho, haciéndose la ofendida.
—¡Eso no es justo! Yo no le he dado un baño en la vida, ¡es tu responsabilidad!
—¿Y qué hay de los fin de semana que yo lo cuido? —Gala replicó, levantando una ceja.
Karime suspiró, sabiendo que tenía que ceder en algún punto.
—De acuerdo. Pero tienes que prometerme que no lo sobrealimentarás con golosinas. ¡Norris necesita mantenerse en forma!
Ambas se miraron, y antes de que se dieran cuenta, estaban riendo nuevamente, con Norris entre ellas como el gran mediador de la disputa.
—Entonces es un trato. —Gala sonrió, mientras Norris se estiraba y se acomodaba entre ambas, como si supiera que todo estaba bien.
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Un lugar para nosotras🫀
FanficKarime y Gala exploran su relación después de "La Casa de los Famosos", enfrentando celos e inseguridades que ponen a prueba su amor. A través de momentos tensos y reconciliaciones, descubren la importancia de la comunicación y la confianza mutua en...