Capítulo 22: El Fuego de la Pasión

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La noche se había convertido en un refugio para Penelope y Anthony. Las estrellas brillaban en lo alto, y la suave brisa traía consigo un murmullo de promesas. Penelope se sentía como si estuviera en una encrucijada, atrapada entre el amor que había conocido y el que apenas comenzaba a explorar.

—No puedo evitar sentir que hay algo entre nosotros —dijo Penelope, mirando a Anthony a los ojos. Su voz temblaba, pero había una firmeza en su corazón.

Anthony se acercó un poco más, su mirada intensa y decidida.

—Hay algo, Penelope. Siento una conexión contigo que no puedo ignorar. Desde el primer baile, supe que había algo más.

Penelope sintió el calor de su cercanía y el roce de su mano, un instante que parecía durar una eternidad. El aire a su alrededor se cargó de electricidad, cada palabra resonando con un deseo que apenas comenzaba a despertar.

—Es solo que… estoy lidiando con lo que siento por Colin —confesó Penelope, su voz casi un susurro. El miedo a perder a Colin seguía presente, pero el deseo por Anthony crecía como una llama incontrolable.

Anthony frunció el ceño, la tensión en el aire se volvió palpable.

—Colin no puede ser la razón por la que no persigues lo que realmente sientes. ¿Qué es lo que quieres?

—Quiero… —Penelope dudó, buscando las palabras—. Quiero explorar esto entre nosotros, pero no quiero traicionar a Colin.

Anthony se inclinó hacia ella, sus ojos fijos en los de Penelope.

—A veces, traicionar las expectativas de los demás es lo que necesitamos para ser felices. Si no actúas ahora, podrías perder esta oportunidad.

Penelope sintió que su corazón latía con fuerza, y cuando Anthony pasó un dedo suavemente por su mejilla, una chispa encendió en su interior.

—Tal vez debamos dejarlo fluir —dijo, sintiendo el ardor de su deseo.

—Fluir —repitió Anthony, acercándose aún más, su rostro casi tocando el de ella—. Me gusta cómo suena eso.

El roce de sus labios parecía inevitable, y Penelope sintió que el mundo a su alrededor se desvanecía. Pero un eco del pasado aún resonaba en su mente.

A la mañana siguiente, el caos se desató en la mansión Bridgerton cuando Colin entró en la habitación de Anthony, su expresión llena de rabia.

—¡¿Qué demonios crees que estás haciendo con Penelope?! —gritó Colin, sus ojos centelleando con furia.

Anthony se enderezó, su mirada fría y desafiante.

—¿No te parece que es asunto de Penelope?

Colin se acercó, su tono amenazador.

—Estás jugando con fuego, Anthony. Ella es mi amiga, y no permitiré que la lastimes.

—¿Lastimarla? —Anthony se cruzó de brazos, su sonrisa desafiante—. Tal vez deberías preocuparte más por lo que siente realmente.

Colin se acercó aún más, casi cara a cara con Anthony.

—No tienes idea de lo que significa para ella. No ella no es más que un capricho para ti.

La ira comenzó a hervir dentro de Anthony, su voz baja pero intensa.

—No te equivoques, Colin. Ella no es un capricho. Lo que hay entre nosotros es real. Tal vez deberías dejar de actuar como si fueras el único que importa en su vida.

En ese momento, Eloise apareció, interrumpiendo la tensa confrontación.

—¡Basta! ¿Qué está pasando aquí?

Ambos hombres se volvieron hacia ella, y Penelope se sintió atrapada entre sus dos mundos.

—Eloise, esto es entre Anthony y yo —dijo Colin, su voz aún llena de tensión.

—No es solo entre ustedes dos —intervino Eloise—. Penelope es amiga de ambos, y merece que la escuchen.

Penelope, sintiendo la presión de la situación, finalmente habló.

—Estoy cansada de que decidan por mí. Tengo derecho a explorar lo que siento, y lo que siento por Anthony es real.

Colin se quedó sin palabras, pero su mirada lo decía todo. La decepción y la tristeza se reflejaban en su rostro.

—No esperaba esto de ti, Penelope. Creí que eras diferente.

Anthony se acercó a Penelope, su mano descansando en su espalda, como un apoyo.

—No la presiones, Colin. Penelope merece ser libre de tomar sus propias decisiones.

Colin retrocedió, la ira en su mirada reemplazada por la confusión.

—Quizás debas pensar en lo que estás haciendo, Penelope. No todos son dignos de tu confianza.

Con esas palabras, Colin salió de la habitación, dejando a Penelope sintiéndose más dividida que nunca.

Anthony se volvió hacia Penelope, su expresión más suave.

—¿Estás bien?

—No lo sé —respondió Penelope, sintiéndose abrumada—. Todo esto es tan complicado.

—Lo es. Pero lo que hay entre nosotros no debería verse como una complicación. Es una oportunidad.

La sinceridad de Anthony hizo que Penelope se sintiera más valiente. Mientras lo miraba, se dio cuenta de que estaba dispuesta a seguir adelante, a luchar por lo que quería.

Mientras la tensión entre Colin y Anthony se intensificaba, Penelope sabía que su vida estaba a punto de cambiar radicalmente. Tenía que decidir si seguiría el camino de su corazón o si dejaría que el miedo la detuviera.

Y mientras el sol comenzaba a ponerse, bañando todo en una luz dorada, Penelope tomó una decisión. Era hora de abrazar su verdadero yo, sin importar las consecuencias.

A partir de ese momento, Penelope se comprometió a no dejar que los demás dictaran su felicidad. Sabía que, con Anthony a su lado, podría enfrentar lo que viniera, incluso si eso significaba enfrentarse a Colin. El amor que estaba empezando a florecer era un fuego que no podía ignorar, y estaba lista para dejar que ese fuego la guiara.

El comienzo de un cambio (Anthony x Penelope?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora