En las horas siguientes, los pensamientos de Penelope se convirtieron en un torbellino. Los recuerdos de Colin, su primer amor, siempre habían sido su refugio emocional, pero la inesperada atención de Anthony empezaba a ocupar un lugar que ni siquiera ella comprendía por completo.
Esa misma tarde, la familia Bridgerton organizó una reunión para algunos amigos cercanos, una ocasión informal donde las familias de la alta sociedad podían conversar libremente, lejos de los murmullos y las expectativas de los grandes bailes. Al llegar, Penelope fue recibida calurosamente por Violet Bridgerton, quien siempre la había tratado como una más de la familia. Sin embargo, la presencia de Anthony en la esquina de la sala la hacía sentir observada, nerviosa, como si un simple cruce de miradas fuera a desvelar todos los secretos que escondía en su pecho.
—Penelope, querida, ¿qué tal te encuentras? —preguntó Violet con una sonrisa maternal.
—Muy bien, Lady Bridgerton, gracias —respondió ella, esforzándose por mantenerse calmada.
No pasó mucho tiempo antes de que Eloise y Daphne se unieran a su conversación, hablando de asuntos triviales y risas compartidas, cuando Anthony apareció a su lado, con un aire de tranquilidad que desmentía el tumulto en su interior.
—Penelope, ¿me concederías unos minutos? —preguntó Anthony, con voz suave pero determinada.
Los ojos de Daphne y Eloise brillaron con curiosidad, aunque se contuvieron de preguntar, mientras Penelope asentía, sintiendo cómo sus mejillas enrojecían ante la cercanía de él.
Anthony la guió hacia el jardín, donde el aire fresco y los aromas de las flores creaban un ambiente íntimo. Era evidente que ambos tenían cosas sin decir, secretos y emociones contenidas que esperaban salir a la luz.
—Penelope —comenzó Anthony, deteniéndose junto a una estatua de mármol en el jardín iluminado por la suave luz de la tarde—, he estado pensando en ti… mucho más de lo que imaginaba posible.
Penelope tragó saliva, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza.
—Anthony… no sé qué decir. Yo nunca pensé que tú… —dudó, sintiendo cómo las palabras la traicionaban—. Tú siempre has sido tan… inaccesible para alguien como yo.
Anthony se acercó, sosteniendo su mirada con intensidad.
—No digas eso, Penelope. No tienes idea de lo valiosa que eres, ni de cuánto he llegado a admirarte. Eres inteligente, amable, y, aunque nunca me detuve a mirarte realmente, ahora no puedo dejar de hacerlo.
Antes de que Penelope pudiera responder, escucharon una voz detrás de ellos.
—¿Interrumpo algo?
Se giraron, y ahí estaba Colin, observándolos con una expresión que oscilaba entre la confusión y la irritación. Sus ojos se posaron en Anthony y luego en Penelope, como si intentara descifrar el motivo de esa conversación en privado.
—Colin —dijo Anthony con voz firme—, Penelope y yo solo estábamos conversando.
Colin entrecerró los ojos, mirándolo con desconfianza.
—¿Conversando? Desde luego. Lo que me pregunto es desde cuándo Penelope es motivo de tanto interés para ti, hermano.
Penelope, sintiendo la tensión entre los dos, intentó intervenir.
—Colin, no es lo que parece. Anthony y yo solo…
Pero antes de que pudiera terminar, Colin levantó una mano, interrumpiéndola con una sonrisa amarga.
—No tienes que explicarme nada, Penelope. Solo me sorprende que Anthony, quien siempre ha tenido una actitud de desapego con todas las jóvenes de la sociedad, de repente encuentre tan fascinante a mi amiga más leal.
Anthony dio un paso adelante, con el ceño fruncido.
—Colin, estás malinterpretando la situación. Yo… respeto a Penelope, y no permitiré que la hagas sentir menos por estar conmigo.
La tensión creció, mientras ambos hermanos se miraban fijamente, en un duelo silencioso lleno de sentimientos encontrados. Colin parecía debatirse entre su amistad con Penelope y su sorpresa ante los sentimientos de su hermano.
Finalmente, Colin respiró hondo, intentando contener su frustración.
—Si respetas a Penelope, Anthony, entonces más vale que seas sincero con ella. Porque, si decides jugar con sus emociones, seré el primero en recordarte qué es lo correcto.
Con esas palabras, Colin dio media vuelta y se alejó, dejándolos en medio de una tensión aún más profunda. Penelope se quedó mirando hacia donde Colin se había ido, sintiendo cómo sus emociones se dividían entre la tristeza y la confusión.
Anthony, notando su angustia, dio un paso más cerca.
—Penelope, no quiero que esto te cause dolor. Si tú prefieres que me aleje, lo haré. Pero quiero que sepas que mis intenciones son sinceras.
Penelope levantó la mirada hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de emociones.
—No quiero que te alejes, Anthony. Solo… necesito tiempo para entender lo que siento. Todo esto es tan inesperado.
Anthony asintió, comprendiendo. Sabía que había sembrado una duda en ella, una semilla que necesitaba tiempo para crecer y convertirse en algo verdadero. Sin embargo, lo que no podía prever era el conflicto que esto traería, tanto entre él y Colin como en el propio corazón de Penelope, quien aún se debatía entre su cariño por Colin y el inicio de algo nuevo e inexplorado con Anthony.
La relación de los tres había cambiado para siempre, y ninguno podía prever el rumbo que tomaría ese triángulo de afectos, confusiones y expectativas.
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El comienzo de un cambio (Anthony x Penelope?
RomanceAveces el amor esta donde menos pensamos. Con Penelope aún enamorada de Colin, y Anthony comenzando a notar algo diferente en ella. La relación entre ellos se presenta de manera sutil, mientras ambos empiezan a percibir pequeños cambios en sus senti...