El baile avanzaba entre murmullos y miradas furtivas. Penelope sentía el peso de la atención de todos, pero su mano en la de Anthony le daba una seguridad que jamás había sentido. Sin embargo, la sombra de su doble vida como Lady Whistledown la inquietaba. Sabía que esta cercanía con Anthony haría que los lectores estuvieran más atentos a cada detalle sobre los Bridgerton y los Featherington, y la Reina Charlotte no sería la única en seguir sus movimientos con interés.
Mientras Penelope disfrutaba de un breve descanso en la terraza, sintiendo el aire fresco de la noche, Lady Danbury se le acercó, con una sonrisa que contenía la chispa de alguien que había visto demasiado en la vida y disfrutaba cada secreto que descubría.
—¿Disfrutando de la compañía de un Bridgerton, querida? —preguntó Lady Danbury con su bastón firmemente apoyado frente a ella, sus ojos chispeando con una mezcla de desafío y complicidad.
Penelope sonrió con cautela.
—No puedo negar que Anthony ha sido muy amable esta noche.
Lady Danbury asintió, observándola intensamente.
—Solo te daré un consejo, Penelope. Hay momentos en los que incluso las sombras necesitan ver la luz. Pero también debes recordar que aquellos que desafían las normas de la sociedad están destinados a enfrentar sus propios desafíos.
Penelope entendió las palabras de Lady Danbury como un aviso. Quizás la dama había descubierto su secreto como Lady Whistledown, o tal vez solo sospechaba. En cualquier caso, Penelope debía ser cautelosa. Si deseaba que su relación con Anthony floreciera, debía protegerse más que nunca, ya que la sociedad siempre estaba hambrienta de escándalos.
Al otro lado de la sala, Colin observaba a Penelope y Anthony desde una distancia prudente. Cada vez que los veía juntos, una mezcla de incomodidad y resentimiento lo invadía. No entendía del todo sus sentimientos, pero la idea de que su mejor amiga ahora fuera el interés amoroso de su propio hermano le generaba un malestar inesperado.
—¿Así que ahora estás celoso de Anthony? —murmuró Benedict, quien había estado observando a su hermano con una sonrisa pícara.
Colin se giró, frustrado.
—No es celos, Benedict. Solo… no esperaba que Penelope… no sé, pareciera tan interesada en alguien como él.
Benedict se encogió de hombros.
—Penelope merece ser feliz, y si Anthony es quien puede darle eso, deberíamos apoyarla. Además, siempre fue evidente para todos, menos para ti, lo que ella sentía.
Colin quedó en silencio. Las palabras de Benedict comenzaron a despertar en él una mezcla de culpa y confusión. ¿Había estado tan absorto en sí mismo que nunca notó lo que Penelope realmente sentía? Y ahora, cuando ya no era él quien recibía su atención, se sentía extraño, descolocado.
Mientras el baile continuaba, Anthony y Penelope se retiraron a un salón adyacente, lejos de las miradas curiosas. Anthony aprovechó la privacidad para expresar algo que llevaba tiempo guardando.
—Penelope, debo confesarte algo —dijo, con un tono más serio de lo habitual—. Nunca pensé que alguien como tú, tan inteligente, gentil y fuerte, pudiera hacerme replantearme muchas cosas. No eres como las demás, y eso es algo que admiro profundamente.
Penelope sintió que su corazón se aceleraba. Nunca había imaginado que Anthony, tan acostumbrado a ser el perfecto caballero, pudiera ver en ella algo más que una amiga de la familia. Se debatía entre la incredulidad y una calidez nueva que empezaba a crecer en su interior.
—Anthony… esto es tan inesperado. Yo siempre pensé que tú… bueno, que jamás verías en mí algo especial.
Anthony la miró intensamente, sus ojos reflejando una ternura que ella no había visto antes.
—Eres mucho más de lo que piensas, Penelope. Y si algún día decides abrirte a esta posibilidad, estaré aquí.
La suavidad de sus palabras la dejó sin aliento. La situación la superaba; nunca había imaginado un amor que le correspondiera de una forma tan honesta y abierta. Sin embargo, la sombra de Colin y su vida secreta como Lady Whistledown aún la ataban, haciéndole cuestionar si realmente podía arriesgarlo todo por este nuevo y desconocido sentimiento.
Esa misma noche, Lady Whistledown publicó una nueva columna, insinuando la cercanía entre Anthony Bridgerton y una dama misteriosa que había captado su interés. Penelope sabía que esta edición atraería aún más miradas hacia ella y Anthony, pero era la única forma de mantener las sospechas alejadas de su propia identidad. Como Lady Whistledown, dejó caer hábiles insinuaciones sobre la posibilidad de un romance inesperado en la familia Bridgerton, creando confusión en la sociedad y dirigiendo las miradas hacia otras damas.
No obstante, Colin, al leer la columna, interpretó las palabras de Lady Whistledown como un ataque directo. Cada frase parecía intensificar sus celos, generando un resentimiento profundo que comenzaba a crecer en su interior.
El baile terminó con una sensación de anticipación en el aire. Penelope y Anthony sabían que el camino hacia su felicidad sería complicado y que la sociedad no les daría tregua. Colin, en su confusión y rabia, decidió distanciarse, evitando tanto a Penelope como a su propio hermano.
Mientras las luces del salón se apagaban, cada uno de ellos se quedó con sus pensamientos: Anthony, con la determinación de proteger a Penelope a toda costa; Penelope, cuestionando si era capaz de dejar atrás el pasado y abrirse al amor verdadero; y Colin, buscando respuestas en medio de una maraña de sentimientos contradictorios.
Con la próxima temporada acercándose, los escándalos y los secretos estarían lejos de terminar, y el destino de Anthony y Penelope se entrelazaba aún más con cada paso que daban hacia el incierto futuro.
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El comienzo de un cambio (Anthony x Penelope?
RomanceAveces el amor esta donde menos pensamos. Con Penelope aún enamorada de Colin, y Anthony comenzando a notar algo diferente en ella. La relación entre ellos se presenta de manera sutil, mientras ambos empiezan a percibir pequeños cambios en sus senti...