Timeless

Capítulo 36: Ruptura

26 de Abril de 1977

Lily ha sido la mejor amiga de Severus desde...bueno, desde siempre. En cada momento importante de su vida, en cada recuerdo, ella ha estado ahí. Fue su primera amiga, su mejor amiga, su relación siempre ha sido fuerte.

Entonces, ¿por qué ella quiere cambiar eso?

Estos últimos meses ha estado distinta, no luce tan cómoda con su compañía y prefiere pasar su tiempo con otras personas. Severus lo soporta, soporta sus miserables excusas y poca atención; sin embargo, lo que no puede soportar es que ella la ignore, que no responda sus mensajes y finja no verlo en los pasillos.

¿Por qué lo haría? Él no ha hecho algo malo. Seguro fueron esos "amigos" suyos que ya se metieron en su cabeza, manipulándola para que deje su amistad.

Se niega a dejar ir a su mejor amiga, mucho menos por culpa de unos sangres sucia y traidores a la sangre. Si ella no quiere hablar con él, bien, él hará que hablen. Lleva toda la tarde sentado frente al recuadro de la Dama Gorda, esperando que Lily entre o salga de su Sala Común; ha recibido cientos de miradas extrañadas y pequeñas risas burlescas de los estudiantes de Gryffindor, pero ninguno se detuvo a preguntarle qué sucedía, hasta que ella llegó.

― ¿Qué haces aquí? ―le preguntó una de las amigas de Lily con los brazos cruzados, Mary McDonald creía que se llamaba.

― Espero a Lily.

― Ella no quiere hablar contigo. Vete.

El muchacho entrecerró los ojos, sin intentar ocultar su molestia.

― Dile que no me iré de aquí hasta que salga a hablar conmigo.

― No soy tu búho mensajero.

― No me iré hasta hablar con ella ―insistió con una mirada asesina―. Si no sale, juro por Salazar que me quedaré a dormir aquí.

Mary rodó los ojos, murmurando un "que dramático" antes de entrar a la Sala Común. Unos minutos después, el recuadro volvió a abrirse, revelando una bata de noche rosa y una cabellera pelirroja.

― Lily... ―la llamó, poniéndose de pie y acercándose lentamente. La chica se cruzó de brazos, adquiriendo una postura defensiva.

― Sólo salí porque Mary dijo que amenazabas con quedarte a dormir aquí.

― Es verdad. Pensaba hacerlo ―asintió el Slytherin―. Necesito hablar contigo.

― ¿Sobre qué? La última vez que yo quise hablar, recuerdo que saliste corriendo.

― ¿Y por eso estás ignorándome? ―le preguntó con un tono acusatorio―. Creí que éramos amigos.

Lily suspiró, desviando la vista al suelo y suavizando su postura.

― Lo somos, Sev, pero no me gustan algunas de tus actitudes.

― ¿Mis actitudes? ¿A qué te refieres?

La pelirroja lo miró a los ojos, esos ojos verdes cristalinos, pero llenos de un brillo de decisión que pocas veces le veía. Lo que fuera que iba a decirle, parecía que estaba guardándoselo por mucho tiempo y finalmente estaba lista para dejarlo salir; Severus dudaba que fuera algo que le iba a agradar.

― Eres algo posesivo conmigo. Quieres que pasemos casi todo el día juntos, te desagrada que me junte con otras personas y te molestas cada vez que te contradigo. Eso no está bien. No es sano para ninguno de los dos.

― ¡Pero somos mejores amigos! ¡Es obvio que quiera estar contigo!

― Si, pero no así, no a cuestas de impedirme estar con otras personas.