Capítulo 26: Mi novio

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¡Nuevo capítulooo! Y es largo 🗣

Perdón por tardarme tanto, me quedé viendo los VMA JAJAJA (¡Chappell Roan ganó "Mejor nueva artista" 👹! Viva Chappell Roan)


4 de Abril 1977

― Ya llegamos ―anunció Monty, estacionando el auto en la cochera de su hogar.

La casa de los Potter no era tan grande como Grimmauld Place, pero tampoco era un lugar pequeño. Era una construcción de dos pisos color perla, con varias ventanas, lámparas, rodeada de pasto y varias flores de distintos colores. Se veía muy linda y acogedora.

― Marlene, Peter, ¿van a quedarse a cenar? Preparé tamales de elote ―dijo Effie con una sonrisa amable.

Regulus frunció el ceño con disimulo. ¿Qué son los tamales?

― Muchas gracias, Effie, pero mi papá quiere que salgamos a cenar.

― Mi mamá también quiere que cene con ella ―se lamentó Peter, haciendo una mueca de decepción―. ¿Puedes guardarme algo para mañana? Me encantan tus tamales dulces.

― Claro, corazón, no tienes que pedirlo.

Marlene y Peter se despidieron de ellos, agradeciéndoles por el viaje y tomando sus maletas para irse caminando a su casa. Según James, ellos eran vecinos desde muy pequeños, por lo que suponía estas eran interacciones normales. Cuando perdieron a los dos chicos de vista, se decidieron por entrar finalmente a la casa. Por dentro era mucho más espaciosa de lo que la fachada demostraba; en el piso de abajo se encontraban la cocina, el comedor, una sala, un baño, un estudio, el jardín y unas escaleras que llevaban al piso de arriba, donde probablemente se encontraban las habitaciones.

― Dejen sus maletas en su cuarto, mañana pueden desempacar ―Effie pasó a su lado, dirigiéndose a la cocina sin borrar aquella sonrisa amable―. James, ve a enseñarle a Regulus donde dormirá, y cuando terminas le ayudas a tu padre y a Sirius a poner la mesa.

― Si, mamá ―asintió el moreno, mirando solamente al menor de los Black―. Ven, déjame ayudarte con eso ―el muchacho se agachó para tomar el equipaje del Slytherin, levantándolo junto con su propia maleta como si no pesara―. Sígueme.

Subieron las escaleras (James lo hacía de dos en dos) hasta llegar al piso de arriba, donde un pasillo con cinco habitaciones los recibió.

― Éste es el cuarto de mis padres, ésta la habitación de Sirius, éste es mi cuarto, ésta es la enfermería de mi mamá y ésta será tu habitación ―señaló el muchacho con el dedo cada una de las puertas, deteniéndose en la que estaba hasta el final.

― ¿Una enfermería?

― Peter, Marlene y yo nos accidentábamos mucho cuando éramos pequeños ―recordó con una sonrisa, girando la perilla de la puerta para poder abrirla―. Primero usted ―hizo una pequeña reverencia, con el brazo alzado y un disimulado guiño.

Regulus rodó los ojos, pero aun así entró a la habitación. El cuarto era bastante simple, sólo tenía una cama, una mesita de noche, una ventana y un baño. Se parecía mucho a su habitación en Grimmauld Place, con la única diferencia que ahí no se encontraba su estantería repleta de libros.

― Todos los cuartos tienen su propio baño ―explicó James, acercándose a él por detrás para apoyar su barbilla en la cabeza del otro chico―. ¿Te gusta?

El Black reprimió una sonrisa.

― Me gustaría más si no tuviera el peso de tu gran cabezota en la mía.

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