21 de Marzo 1977
Regulus Black estaba enamorado de James Potter.
Mierda, incluso narrarlo le hacía sentir idiota.
Es decir, ¿James? ¿El irritante Gryffindor con personalidad de Golden Retriever? ¿Él? De todas las personas en esta escuela, tuvo que caer por el maldito mejor amigo de su hermano. Que increíble.
Aceptar sus sentimientos se le estaba dificultando de gran manera, pues parecía que su mente y su cuerpo no lograban ponerse de acuerdo. La primera vez que intentó admitirlo en voz alta para sí mismo, termino vomitando. Fue una suerte que ya se encontraba en la enfermería y Madame Pomfrey pensó que era un efecto secundario de las pociones que tomó contra el dolor, sino hubiera sido vergonzoso. Ahora, varios días después, continuaba intentando ordenar sus pensamientos, y las únicas formas que se le ocurrieron fueron: escribir poemas y evitar a James. La primera salió de maravilla, la segunda...bueno, Potter es una garrapata humana, eso lo explica todo.
El día de hoy, Regulus se levantó más temprano de lo acostumbrado, intencionado con practicar su vuelo. El accidente de su último partido logró hacer que el juego se cancelará y fuera reprogramado para los próximos días. Había estado practicando como loco desde que se enteró; no iba a perder, mucho menos frente a Ravenclaw.
Llegó al campo de Quidditch con su suéter del equipo de Slytherin y una Snitch en la mano. Cuando estaba a punto de subir a su escoba para emprender vuelo, alguien a sus espaldas lo llamó.
― ¡Reg!
Su corazón dio un vuelco sobre su pecho al reconocer aquella voz, y comenzó a latir de manera descontrolada sobre su pecho.
― ¡James! ¡Hola! ―saludó con el rostro completamente rojo―. ¿Vienes aquí a practicar?
¿Qué más vendría a hacer al Campo de Quidditch con su escoba en la mano? Piénsale tantito, imbécil.
Tenía mucha suerte que el Gryffindor fuera buena persona, pues no le respondió con sarcasmo o burla (como él lo hubiera hecho), simplemente le sonrió.
― Si, como todas las mañanas ―aclaró alegremente―. ¿Qué hay de ti? ¿Vas a acompañarme?
Ok, esta es la oportunidad perfecta, aprovéchala. Se amable.
― No ―respondió, subiendo a su escoba y emprendiendo el vuelo.
Puta madre.
Las ganas que tenía de aventarse desde aquella altura eran inmensas. ¿Por qué no podía coquetearle como una persona normal? Había sido tan fácil hacerlo cuando recién se conocieron, ¿qué le estaba pasando ahora?
Le agradeció infinitamente a Merlín que James nunca le prestara atención, y en lugar de obedecer e irse, se decidiera por volar en su escoba hacia él.
― Grosero ―lo llamó, sacándole la lengua como un niño pequeño. Regulus rodó los ojos―. ¿Sabes? Últimamente estás de muy mal humor.
― Yo siempre estoy de mal humor.
― Lo sé, pero esto ya es demasiado... ―reflexionó Potter, entrecerrando los ojos y mirándolo con sospecha.
Oh no. De seguro ya sabe que me gusta. Piensa rápido, ¿cuál es la altura máxima a la que se puede llegar antes de morir por falta de oxígeno?
― ¿Es porque las vacaciones se acercan? ¿No quieres regresar a tu casa? ―ladeó la cabeza el moreno.
Ah.
― Si ―se apresuró a mentir el otro chico―. Si, es...es eso.
― Lo supuse. Sirius siempre estaba muy irritable cada que las vacaciones se acercaban ―recordó James, soltando una pequeña risa que no fue correspondida―. Ustedes dos se parecen mucho.
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Timeless
FanficSirius Black estaba seguro de varias cosas en su vida. Estaba seguro de que su grupo de música favorito era "Queen". Estaba seguro de que odiaba a su madre y preferiría morir antes de regresar a su casa. Pero, sobre todo, estaba seguro de que estaba...