Capítulo 9: El despertar.

358 41 13
                                    

Advertencia: Al final de esta capítulo, hay un comentario homofóbico. No es algo muy grave, pero por si eres muy muy sensible con este tema, te advierto.

Ahora si, disfruten el capítulo, corazones <333


27 de febrero de 1977

Remus era una persona que solía dormir hasta tarde, sobre todo los fines de semana; sin embargo, el día de hoy no fue capaz, pues en su cuarto sólo se escuchaban unos fuertes ronquidos que le impedían recuperar el sueño.

Debe ser el chico de la habitación de al lado, siempre que bebe ronca como un oso ―pensó, abriendo lentamente los ojos y mirando a sus alrededores en un intento de acostumbrar sus ojos a la luz, como lo hacía cada mañana. El problema era que no había luz a la que acostumbrarse, las cortinas rojas de su cama estaban cerradas (nunca cerraba las cortinas, ¿qué estaba pasando hoy?), impidiéndole al sol pasar por ellas.

Aún bastante confundido, el muchacho intentó ponerse de pie, pero había un peso en su pecho que se lo impedía. Pensó que era un gato que había logrado colarse a su cuarto, pero al bajar la mirada, se encontró con un chico de pelo negro y piel pálida utilizando sus costillas como almohada.

Ah, es Sirius... ¡Mierda! ¡ES SIRIUS! ¿Cómo había terminado en mi cama? Si anoche lo dejé en su...oh no...

Todo estaba tornándose cada vez más claro. Los ronquidos, las cortinas cerradas... Remus no había regresado a su habitación, ¡se había quedado dormido en la cama de Sirius, en la habitación que compartía con James y Peter! ¿Ahora que haría? No podía despertar al chico, seguramente armaría un alboroto; además, se veía tan pacífico y tranquilo...

La única forma de salir del cuarto con un poco de dignidad era levantándose de la manera más lenta y cuidadosa posible. Así, su amigo continuaría durmiendo y nunca se daría cuenta que estuvo aquí. Era perfecto.

Con aquella idea en mente, se removió lentamente en la cama, sacando una de sus manos e intentando con ella mover la cabeza de Sirius.

Mala idea.

En lugar de retirarse, Sirius se aferró más a él, envolviendo su brazo alrededor de su abdomen en un fuerte abrazo. En otra situación, a Remus le habría encantado estar en esa posición, pero ahora, sólo podía escuchar como cada parte de su mente gritaba en pánico, en parte por no poder escapar, en parte por la cercanía del Black.

Ok, tal vez si muevo un poco su brazo, no tendría otra opción más que girarse y dejarme ir.

Para su desgracia, ese plan tampoco funcionó, y lo único que logró fue que Sirius levantará una de sus piernas y le rodeara los muslos con ella.

Remus comenzaba a desesperarse, todas sus soluciones amigables no estaban ayudando, por lo que sólo le quedaba una opción: la violencia.

Moderando su fuerza, Lupin le dio un codazo al pelinegro en lo que creía era su pecho, logrando finalmente hacer que se girara con un leve quejido somnoliento.

Merlín, me has mirado a los ojos...

Todavía sin poder creerlo, el castaño se levantó con un salto de la cama, tomando sus zapatos y abriendo las cortinas para salir corriendo de la habitación. No obstante, aquella suerte no duró mucho, pues apenas había salido por completo de la cama cuando escuchó como alguien abría la puerta del baño, llenando la habitación con un olor a eucalipto y el vapor del agua caliente de la ducha.

If you could see that I'm the one who understands you, been here all along. So, why can't you see? You belong with... ―James interrumpió su desafinado canto al notar que no estaba solo en la habitación, abriendo los ojos para encontrarse a Remus observándolo fijamente.

TimelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora