Narra Nicole
Antes de que cualquiera de los dos pudiera reaccionar, un Jeep negro se detuvo en seco frente a nosotros. De él bajó rápidamente el Nini, con una expresión seria y letal. No sé cómo sabía que estaba aquí, pero había llegado justo a tiempo para salvarme.
—¡Suéltala, pendejo! —gritó, apuntando con un arma al hombre que me sujetaba.
El desconocido no perdió tiempo. Soltándome bruscamente, dio un paso atrás y sonrió con burla antes de hablar.
—Dile al culón de Iván que esto apenas comienza. —Corrió hacia un auto cercano y desapareció entre los carros.
Nini no se molestó en seguirlo. En lugar de eso, se acercó a mí con rapidez, sus ojos estaban evaluándome con atención mientras me tendía la mano.
—Ven, súbete al Jeep —dijo, ayudándome a entrar al vehículo con cuidado.
Me senté temblando, tratando de procesar lo que acababa de pasar.
—Nicole, ¿estás bien? ¿Te hizo algo? —preguntó con seriedad, mirándome de reojo mientras arrancaba el Jeep.
Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, pero hice un esfuerzo por contenerme. No quería verme vulnerable, aunque sabía que era inevitable.
—N-no... no me hizo nada, pero sabía quién soy —contesté con la voz temblorosa. Mis palabras salieron atropelladas mientras le explicaba al Nini cada detalle de lo sucedido.
Él me escuchó en silencio, manteniendo su atención tanto en mí como en los alrededores.
—Tranquila. Ahora estás conmigo y no voy a dejar que te pase nada. —Me lanzó una mirada firme antes de estirar la mano para darme un ligero apretón en el hombro. Ese pequeño gesto logró calmarme un poco. Sabía que podía confiar en él.
Durante el camino al rancho, Nini mantenía los ojos fijos en la carretera, pero sus movimientos eran rápidos y precisos, como si estuviera anticipándose a cualquier cosa.
—Nini... ¿qué quería ese hombre? —pregunté en voz baja, temerosa de la respuesta.
—Es el Mayito —respondió con frialdad, sin apartar la vista del espejo retrovisor—. No puede tocar a Iván, así que trata de atacarlo a través de ti.
Mi corazón dio un vuelco.
—¿Esto es mi culpa? —pregunté, con un hilo de voz cargado de culpa y miedo.
El Nini frenó en seco, haciendo que el Jeep se tambaleara ligeramente. Se giró hacia mí con una expresión seria, casi molesta.
—En tu vida vuelvas a decir eso —dijo, su tono firme, aunque no frío—. Esto no es tu culpa. El Mayito es un desgraciado, y está jugando sucio porque sabe que no puede con Iván. Tú no pediste estar en medio de esto, pero créeme, nadie va a permitir que te pase algo. No mientras yo esté aquí.
Sus palabras fueron un alivio momentáneo, pero el miedo seguía acechando en mi pecho.
Cuando llegamos al rancho, vi a Iván esperándonos en la entrada. Estaba rodeado de varios de sus hombres, pero su atención estaba completamente centrada en el Jeep. Su rostro estaba endurecido, sus ojos oscuros y llenos de una furia contenida.
En cuanto Nini frenó, Iván corrió hacia mi puerta, abriéndola de un tirón. Extendió los brazos hacia mí, y yo no lo dudé.
—Ven aquí, mami —dijo, su voz tensa, pero con un toque de alivio al verme.
Me lancé a sus brazos, sintiendo cómo su calor me envolvía. Era como si, en ese instante, nada malo pudiera tocarme. Las lágrimas que había contenido durante todo el camino comenzaron a brotar silenciosamente. No hice ruido, pero Iván lo notó de inmediato.
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Obsesionado - IAG
FanficNicole, la hermana de Tito Double P, está acostumbrada a una vida de lujos y poder pero nada fuera de lo normal. Pero cuando conoce a Iván Archivaldo, el reservado amigo de su hermano, su mundo da un giro inesperado. Lo que comienza como una conexió...