El mejor de los besos (Phinbella)

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Antes los únicos besos presentes en mi vida eran en la mejilla. La mayoría provenientes de mi madre.
Tiempo déspues llego un beso inocente...«el primero» mi primer beso. Fue justo de quien siempre desee «Mi mejor amigo y vecino» Phineas Flynn.
Quien tuvo la iniciativa obviamente no fue él, fuí yo quien lo beso cuando teníamos 15 años. Un beso suave, lento e inexperto pero lleno de mucho amor y a la vez miedo. Mientras terminaba de besarlo temí que el dejara de hablarme para siempre pero no fue así. Él sentía lo mismo, Phineas me quería y alfín lo sabia.
Nos hicimos novios «Los primeros estudiantes de primer año en convertirse en novios» decían. El ser novios al entrar a la Prepa nos creo popularidad inmediata porque éramos los primeros de todos los recien ingresados. El ser "la pareja perfecta" implicaba mucha labor, todos siempre esperaban el momento en que nuestra relación se rompiera y diera por terminada. Pero nunca lo vieron porque no paso.
Ser novios implico más besos Cada vez mejorabamos más, y las técnicas se hacían elaboradas; mis manos en su cabello, una mano en mi mejilla, levantar una pierna, ladear la cabeza, sostener sus hombros con fuerza, sus manos en mi cintura, sonreir mientras sentíamos los labios del otro. Eso y mucho más.
Pasaron a haber mordidas en los labios, en la lengua. Nuestras lenguas jugueteaban con la otra. Mis pies ya no estaban en el piso (literal) nuestra diferencia de estatura no era mucha pero no dejaba de ser más alto. De ves en cuando me levantantaba con ambas manos sosteniendo mis muslos y yo rodeaba sus caderas con ambas piernas mientras nos besabamos de muy diversas formas. Los besos dejaron de ser solo en los labios, comenzaron a ser en el cuello...ya teniamos bastante edad, ok no tanto 17 años pero ya era algo.
Recuerdo cuando nuestros labios al igual que los besos ya no fueron solo allí, ya no solo en el cuello bajaron...bajaron por todas partes...
«Mi primera vez» «Nuestra primera vez»
Una mezcla de sensaciones muy dificiles de explicar, lo deseaba...lo deseaba con cada beso hasta que un día ninguno de los dos pudo parar en las mejillas, los labios, en el cuello; las prendas que nos separaban esos sencillos trozos de tela empezaron a salir volando. Sus labios sobre mi piel besando cada centimetro de mi cuerpo sin duda me estremecían, me encendian por dentro, me hacían feliz y mucho más, eran los mejores besos que me había dado hasta el momento, suaves, delicados y muy tiernos.
Como toda y cualquier relación hubieron altas y bajas no eran tanto los problemas pero si que llegaron. Nuestra peor pelea causo casi una ruptura casi el fin de nuestra larga relación para ese entonces ya teníamos 20 años. Las palabras «Necesitamos un tiempo» se me salieron de la boca entre sollozos y lágrimas almenos no dije «terminamos» solo pedí un tiempo alejados...ya no podía, lo amaba pero debíamos estar un tiempo separados si quería seguir con nuestro noviazgo.
Un mes; dejamos de hablarnos, de buscarnos, de llamarnos.
No era tan sencillo estudiabamos en la misma Universidad compartiamos la mayoría de clases lo que significaba vernos a diario. Un día llego suplicante, descuidado, con lágrimas en los ojos...ese no era mí Phinny tenía un pesimo aspecto parecía que hacia años que no lo veía, el peso de las semanas se le notaba, sus ojeras eran pronunciadas, su ropa se veía sucia y mal abotonada y sus ojos en verdad estaban apagados, sin vida.
Técnicamente eso fue lo que dijo «Isabella ya no solo eres una persona en mi vida eres mi vida...te necesito, me estoy muriendo sin tí»
Yo también lo necesitaba, lo extrañaba y con el tiempo que nos dimos me di cuenta de que lo amaba más de lo que pensaba.
«Te amo» susurro «Te amo» le respondí y él sonrio un poco. Corrí hacia él, me cargo como antes y nos besamos. Ese beso fue diferente, estaba cargado de su necesidad hacia mí, ambos deseabamos ese beso y no nos molestamos en ir lento era un beso totalmente rápido, apasionado y lleno de mucho amor. Ese hasta entonces fue el mejor beso que nos habiamos dado porque me demostraba que empezabamos a madurar que la relación ya iba un poco encerio. «Quiero estar contigo para siempre» susurro en mis labios y yo sonrreí era obvio que no dejariamos de besarnos en ese momento.
La reconcilación por la noche estuvo llena de besos aún más apasionados pero aún así el beso de nuestro regreso era el mejor.
Un año déspues al graduarnos nos mudamos a un pequeño apartamente «nuestro pequeño espacio» «nuestro pequeño hogar» «nuestro primer hogar» al terminar de subir todas las cajas con nuestras cosas nos paramos uno frente al otro tomo mis mejillas y se agacho para darme un beso suave y tierno...ame ese beso porque era el inicio de mi vida a su lado. Hasta ese momento era el beso ganador.
Medio año después al cumplir los 22 Phineas me llevo a cenar por mi cumpleaños, toda era perfecto al final llego mi postre y la ultima botella de vino junto a unas copas limpias y relucientes. Recuerdo que él mismo sirvio el contenido en las copas y me la paso con cuidado «Esto es perfecto» dije luego de un trago. «Esto no es nada» respondio sonriente y se agacho, puso una rodilla en el suelo para apoyarse y de su saco saco una cajita roja en forma de rosa «Hace un tiempo dije que eras mi vida, que sin tí no podía vivir que queria estar juntos por siempre, quiero que esa promesa quede sellada a partir de este día, Isabella García Shapiro ¿Te casarías conmigo?» Grite que sí en respuesta. Se levanto de inmediato yo tome sus mejillas y nos besamos, cerre los ojos escuche los aplausos de todos y lágrimas de mis ojos resbalaron por mis mejillas empapando así ese beso tan perfecto. Me coloco el anillo en mi dedo y sonreí al ver sus ojos. Descidí que ese era nuestro mejor beso...

COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98Donde viven las historias. Descúbrelo ahora