Ella no lo nota- Phinbella

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Estoy tan emocionado alfín la vere. La extraño tanto que no creo que sea raro mi entuciasmo...quizás un poco pero es algo que no puedo controlar, tanto tiempo separados es una locura que anhelo que acabe lo más pronto posible. Y así será en unas horas, quizá exagere pero no importa.
Recuerdo lo que mamá me dijo antes de que saliera.
«Hijo se que ya la quieres ver, pero ¿No crees qué es demasiado temprano para irte?»
«Amm, no. Estoy previniendo todo para que ella no tenga que esperar»
«De acuerdo, si tu lo dices»
Mi nombre es Phineas Flynn tengo 17, mi mejor amiga Isabella se fue de Danville hace un año. Fue duro pero aceptable, su madre debía regresar a México por cuestiones de trabajo y ella la debía acompañar; gran, mala y pésima noticia la buena entre comillas era que solo sería un año, un año sin Izzy. Durante su estancia en su vieja casa Isabella se mantuvo en contacto con nosotros sus amigos, mediante videoconferencias, llamadas y mensajes pero algo en mí decía que no era suficiente, cada día la extrañaba más y nada podía hacer, estaba fuera de mi control y eso en sí ya era era un fastidio. En mí crecieron dos miedos, que ella no volviera y peor que volviera pero con un novio de haya, eso no se lo he dicho a nadie, por fortuna ella no menciono estar interezada por alguien, aunque si hubo un tiempo en el que me preocupe porque ella se mantuvo distante y por momentos totalmente desaparecida, tres meses para ser exactos pero luego todo volvío a la normalidad y no menciono otra cosa más que «Estaba muy ocupada, lo siento chicos».
Pero alfín se acabara la espera.
Me encuentro sentado en una fila de sillas del aeropuerto tomando un asqueroso café de la máquina pero no importa, en unas horas ella atravesara esa puerta y estara de vuelta como siempre.

Isabella:

Uff que emoción, de vuelta a Danville. Hace un año exacto tuve que volver a mí país de origen; México por el trabajo de mamá. Cuando me aviso de eso casi sufro un infarto.
«¿Volver?»-pregunte sin aliento.
«Solo será por un año»
Un año, muchas cosas pueden pasar en un año y no me equivoque. Lo primero, era decirles a mis amigos quienes no lo tomaron con mucha alegría pero al igual que yo debíamos resignarnos.
«Almenos solo será un año»-les dije para consolarlos.
Esa semana, mi última semana en Danville nadie se me quería despegar fue muy lindo y a la vez duro porque me hacian más difícil el partir, aún así la ventaja era que por primera vez sentía que Phineas me notaba, era su centro de atención, su prioridad; estaba por marcharme por un largo tiempo y por lo tanto me estaba aprovechando mientras pudiera.
Me mantuve comunicada con todos mis amigos todos los días...almenos hasta que tuve otras prioridades. Y con otras prioridades me refiero a que empeze a salir con un chico que más tarde se convertiría en mi novio. Duramos tres meses, hasta que descubrió que mi estancia sería pasajera, no quise decírselo porque no creí que llegaramos a más de dos citas que era en mi caso algo normal con los chicos, pero me pidio ser su novia y por primera vez respondí de forma afirmativa a esa pregunta. Cuando descubrió que me iría en mes y medio dijo que se debía acabar porque no creía en las relaciones a distancia, me decepcione mucho porque realmente llegue a quererlo mucho, tanto que mi cabeza dejo de pensar en Phineas y hasta ese momento nadie había logrado eso. En fin, no quise contarles a mis amigos del suceso fallido porque encerio dolía pero no era para tanto ¿En verdad no lo era? o mejor dicho ¿En verdad no lo es?
Luego de que él cortara conmigo me comunique más con mis amigos como antes finjiendo la sonrisa de siempre. Solo tenía como excusa que estaba ocupada con cosas de la escuela y un trabajo que me conseguí aunque mentí con eso último.
Moví la cabeza negando para despejarme, no quería recordar a mí ex pero era algo innevitable era algo fresco y muy reciente. «Estas volviendo, es lo que querías» me digo para volver al ahora.
Y ahora estoy sentada con la espalada recta; en si mi columna debe parecer una línea perfecta y vertical, mis manos se aferran con fuerza en los descansa brazos, es tanta la fuerza con que los aprieto que mis nudillos estan blancos, estoy tensa tanto que siento que el cinturón me asfixia y doy un largo suspiro.
-¿Todo bien?-me pregunta mamá que esta sentada junto a mí.
-¿He?-digo algo distraída-Sí, todo bien.
-¿Nerviosa por volver?
-Un poco, sí. Temo que hayan cambiado.
‹‹Temor›› eso era algo que hace mucho no sentía, temí que al irme dejara de importarles, que me olvidaran y que ya no me recibieran como su amiga de siempre. Que alguien ocupara mi lugar. Que alguien entrara en la vida de Phineas y yo no pudiera evitarlo por estar tan lejos, ese ultimo temor se esfumo cuando inicie mi relación con Marcus no porque dejara de querer a Phineas es solo que debía seguir y comprendí que si tanto como él y mis amigos seguían sin mi no importaba porque yo estaba haciendo lo mismo. Pero eso era haya, en unas horas estare en Danville, mi hogar. A pesar de que nací haya crecí en Danville, es lugar de mis momentos más preciados así que sí, es mi hogar.
-Solo ha pasado un año cariño-me consuela mamá.
Pone su mano sobre la mía, ya ha visto como estan mis nudillos.
-Relajate.
Hago caso bajo los hombros y me derrito «literal» en mi asiento.
-Lo sé, es solo que mucho puede pasar en una año. Solo mira todo lo que me paso-suspiro.
Mamá preciona mi mano aún más para consolarme, sabe que Marcus aún me duele.
-Por cierto...
Me mira para que siga.
-Podrías, bueno no le conte a mis amigos sobre Marcus y me gustaría que no mencionaras ese asunto.
-¿Por qué lo ocultaste?
-Pues...no lo sé-y en verdad no lo sé.
-De acuerdo.
Veo por la ventana no hay más que nubes, cierro los ojos y me recargo en la ventanilla.

COLECCION DE HISTORIAS DE LIZY98Donde viven las historias. Descúbrelo ahora